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Calor intenso y contaminación amenaza a los atletas
Los deportistas de Alto Rendimiento (AR) deben medir los riesgos de las condiciones climáticas en México. Sin calidad del aire y mayor vulnerabilidad a la deshidratación.
Como atleta de largo aliento, María José Mata Cocco planifica su día y hábitos para tener la mejor ejecución de su plan de entrenamiento en la alberca olímpica. Pero actualmente, algo no anda bien. La calidad del aire es mala, el calor alcanza temperaturas récord y no circula viento suficiente para refrescar el ambiente. Los contaminantes están estancados en el aire y los atletas se nutren de oxígeno para cumplir sus metas.
“Ha sido complicado el entrenamiento. Los martes y jueves entreno hasta 7 horas. Además de nadar en la alberca, hago el circuito funcional de 20 minutos y con el calor lo he sufrido bastante, he sudado más de lo normal y debo tener cuidado con mi ingesta de agua y electrolitos. Entro más cansada a entrenar. Los calambres en esta época son más por la deshidratación. La contaminación es horrible, la estoy pasando mal, tengo alergias, rinitis. Sí he batallado, puse humidificadores en mi cuarto, lavados nasales, Sterimar, de todo intento, batallo con las alergias desde hace mes y medio, la calidad del aire es mala. Nosotros (nadadores) estamos en una alberca y realmente no respiro todo el tiempo, pero hoy mis respiros no han sido de calidad, porque tengo mocos, flemas o asma. Me ha afectado en mi rendimiento”, comparte con El Economista, la nadadora y medallista, que representó a México en los Juegos Centroamericanos y del Caribe San Salvador y en los Panamericanos de Chile 2023.
La medicina especializada ofrece una explicación más profunda. Vladimir Alba Garduño, Angiólogo del Hospital Angeles México explica a este diario, cómo afecta a un atleta la contaminación y el calor: “El calor produce vasodilatación que es el incremento del diámetro de los vasos sanguíneos; en el ejercicio, el aumento de dichos vasos permite mayor flujo sanguíneo y por lo tanto, de manera indirecta que llegue más oxígeno y nutrientes usados en el momento de mayor actividad. Cuando se le agrega una sobre exposición a fuentes de calor aunado a una mala calidad de aire se disminuye la disposición de oxígeno así como se puede dar más la posibilidad de presentar un golpe de calor”.
La angiología es la rama de la medicina que se ocupa del sistema vascular y de sus enfermedades, es decir, a lo relacionado con los vasos sanguíneos que transportan la sangre por todo el cuerpo y se clasifican en arterias, venas y capilares.
El calor y la contingencia ambiental en la Ciudad de México implica que los atletas asiduos refuercen su protección. El pasado 15 de abril se registró una temperatura máxima de 34.2 grados, siendo hasta ese momento, el día más caluroso en la historia de CDMX. En mayo, se alcanzaron récords de temperatura en ciudades como Toluca (33.6°C), Cuernavaca (39.8°C), Ciudad Victoria (47.6°C), Mérida (43.7°C), Campeche (45.1°C), Progreso (44.2°C), Torreón (44.0°C), Puebla (35.2°C) y Querétaro (38.2°C).
Hacer actividad física en estas condiciones implica aprender a protegerse de un golpe de calor, más cuando se hace en espacios abiertos.
El angiólogo del Hospital Ángeles explica que el golpe de calor se puede clasificar en tres tipos de variantes: la clásica, la provocada con el esfuerzo y la inducida por uso de drogas o medicamentos, que en sobredosis aumentan el metabolismo.
La clásica se relaciona con una mayor exposición al calor, sobre todo, afecta a personas con pocos mecanismos compensatorios como son los adultos mayores o niños. La variante ocasionada por el esfuerzo, se relaciona a las personas sanas con altas actividades físicas como atletas y ocurre de manera súbita debido a un ejercicio extenuante y a las altas temperaturas, que el cuerpo no puede regular. Las consecuencias pueden ir desde una disfunción metabólica, lesión muscular “rabdomiolisis”, insuficiencia renal aguda, alteraciones neurológicas y la muerte.
La Secretaría de Salud de México en su Informe semanal de vigilancia epidemiológica informó que desde el 17 de marzo hasta el 4 de mayo se han registrado 337 casos acumulados de daños a la salud y siete defunciones por temperaturas extremas.
“En todas las personas el calor a nivel vascular produce una vasodilatación, a nivel propiamente venoso se dilata la pared venosa aumentado el tamaño siendo en algunas ocasiones más visibles a nivel superficial; en aquellos pacientes con algún tipo de enfermedad venosa va a producir congestión edema “hinchazón”, pesadez, cansancio entre otros síntomas (...) Por la época de calor, el edema se produce principalmente en las piernas. La congestión de tipo venosa, en algunas ocasiones se relaciona con una incipiente enfermedad venosa crónica”, indica el Doctor Vladimir Alba.
María José Mata Cocco ostenta el récord nacional absoluto de 200 metros mariposa y calcula que en promedio, ingiere unos 4 litros de agua al día, contando los electrolitos.
“Cuando empezó el calor, empecé a notarme más cansada durante el día. Si me siento débil, sé que debo tomar un electrolito. Ayuda a recuperarte. A veces más que cansancio físico es deshidratación. Con el calor no me salen los entrenamientos como me gustaría, pero estoy consciente que es por la temperatura. Sudamos mucho en la alberca y durante años nadé en una alberca con agua caliente como a 30 o 31 grados. La temperatura ideal es de 27 a 29 y la oficial para competir es de 27 grados. Cuando nadé en agua caliente, el rendimiento no era el mismo, te cansas y deshidratas más.
La explicación médica y la experiencia de una atleta reconocida ofrecen una explicación comprobada de todo lo que genera el calor y la contaminación. El esfuerzo físico llevado al límite sin tomar precauciones es una condena a un daño a la salud.
El golpe de calor es una realidad para todos.
El angiólogo subraya: “el golpe de calor por esfuerzo se presenta en transcurso de minutos a horas presentando confusión, taquicardia, respiración rápida, avanzando al delirio, convulsiones, lesiones musculares, insuficiencia renal y muerte”.