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Chelsea: la millonaria inversión que despertó con Tuchel
El cambio de técnico a media temporada trajo una nueva estrategia donde explotaron la juventud, velocidad y defensa. El título responde a la inversión de fichajes de €247.2 millones.
A Thomas Tuchel le bastaron 30 partidos para convertir al Chelsea en el mejor equipo de Europa. El propietario de los Blues, Roman Abramovich tendrá que repensar el contrato que le ofreció por 18 meses, ahora tiene a un entrenador campeón.
Los Blues derrotaron 1-0 al Manchester City en la final de la Champions League 2021 justo en el juego número 30 del entrenador alemán, que inició funciones apenas el pasado 26 de enero. En cuatro meses, cambió la estructura, personalidad y, sobre todo, los resultados. Chelsea, consiguió el título 14 para Inglaterra en la historia de la Champions.
Del otro lado, el Manchester City y Pep Guardiola se quedaron en la orilla. El entrenador español volvió a una final después de 10 años y no pudo repetir el título que solo ha logrado con Barcelona en dos ocasiones (2009 y 2011). La derrota mantiene al capital árabe sin poder ser campeón de la Champions, en una búsqueda que le ha costado 2,015 millones de euros en fichajes al jeque Sheikh Mansour (de Emiratos Árabes Unidos), propietario de los Citizens desde 2008
¿Cuáles fueron las claves del despertar de los Blues con su nuevo entrenador?
El Chelsea gastó 247.2 millones de euros en fichajes para la temporada 2020-21, concretamente en cinco jugadores en un rango de entre 21 y 28 años: los delanteros Kai Havertz (21) y Timo Werner (24), el lateral Ben Chilwell (23), el extremo Hakem Ziyech (27) y el arquero Edouard Mendy (28). Havertz, incluso, es el fichaje más caro en la historia del club (empatado con Kepa Arrizabalaga, ambos comprados en 80 millones de euros).
Con esa cantidad, fue el equipo que más gastó en fichajes en todo el mundo durante el mercado de transferencias, pese a la pandemia. Superó al Manchester City (156.8 millones), al Barcelona (124) y a la Juventus (110.2).
Pero los resultados no reflejaban la inversión: hasta el 25 de enero, Chelsea era octavo lugar de la tabla en Inglaterra, es decir, no alcanzaban puestos europeos. Dirigidos hasta ese momento por Frank Lampard, solo habían conseguido ocho triunfos en 18 partidos de la Premier y habían sido eliminados de la Copa de la Liga apenas en la cuarta ronda.
Estaban en puerta los octavos de final de la Champions contra el Atlético de Madrid, líder de España, y el propietario de los Blues, Roman Abramovich, no tuvo más paciencia a Lampard y decidió fichar a Thomas Tuchel, aunque fue claro: el contrato solo sería por 18 meses.
“Al principio era una preocupación. Pensaba: '¿Por qué 18 meses? Y después de un minuto pensé, '¿Qué cambia?' Si me dan cuatro años y medio, podrían despedirme de todos modos”, mencionó el entrenador alemán en sus primeras conferencias.
Tuchel acababa de ser despedido del PSG a finales de diciembre. Con este equipo ganó dos ligas en Francia, pero fue subcampeón de la Champions en 2020. La revancha llegaría un año después sin que él siquiera lo imaginara, pues sería con un club en Londres, a 470 kilómetros de París.
El alemán de 47 años venía acostumbrado de lidiar con el ego de figuras como Neymar, Mbappé y Cavani; con esa firme personalidad, alineó las carreras de jóvenes como Havertz, Werner y Christian Pulisic, un tridente que firmó 27 goles a lo largo de la temporada.
“No puedo decir el nivel que alcanzará ni lo rápido que puede hacerlo, solo puedo repetir que, cuando salió de su zona de confort al cambiar de club, del Leverkusen a Chelsea, tenía muchas ganas de desafiarse a sí mismo y ahora le toca demostrar su calidad”, señaló el entrenador sobre Havertz.
Otros jugadores que despertaron con Tuchel hasta convertirse en figuras fueron los juveniles Mason Mount y Reece James, destacados en la final de la Champions con una asistencia y una férrea marca a Raheem Sterling, respectivamente. Con menos de 22 años, los canteranos incluso se ganaron la convocatoria a la selección inglesa para la Eurocopa 2021.
Reestructura en defensa y un motor llamado Kanté
La solidez defensiva también fue un sello del alemán: desde su llegada, el Chelsea mantuvo su portería en ceros ante Manchester City, Atlético de Madrid (dos veces), Real Madrid, Liverpool, Manchester United, Tottenham y Porto.
Un jugador clave en ese trayecto fue el portero Mendy, pues mantuvo 10 de los 12 partidos que jugó en la Champions League 2020-21 con la portería en blanco; además, se convirtió en el primer arquero africano en ganar una Champions (es originario de Senegal).
Mendy había pensado en el retiro a los 22 años porque no encontraba equipo. El Chelsea lo adquirió procedente del Rennes de Francia y Tuchel lo hizo titular por encima del que había sido el titular, el español Kepa, que le costó 80 millones de euros al club.
“Thomas nos da mucha confianza, es muy expresivo, muestra cuando algo le gusta y te empuja; sabemos perfectamente lo que quiere de nosotros”, destacó el africano.
El capitán, César Azpilicueta, el alemán Antonio Rudiger y el brasileño Thiago Silva, llegado al Chelsea tras ocho años en el PSG, complementaron el esquema defensivo de Tuchel en el cierre de temporada, donde terminaron en cuarto lugar de la Premier League.
Pero “el corazón del equipo”, como lo ha llamado el mismo entrenador, es el francés N’Golo Kanté. Durante la final de Champions tuvo 85% de precisión de pases, recuperó 10 balones, ganó 11 duelos y no cometió una sola falta. Desde la media de contención, ejecutó el título que definió Kai Havertz al minuto 42 con el 1-0.
Kanté y su compañero, el delantero Oliver Giroud, entraron a la lista selecta de jugadores que han sido campeones del mundo y de la Champions League, junto a otros como Ronaldinho, Zinedine Zidane y Andrés Iniesta.