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Clamoroso triunfo de Rafael Ortega

El diestro tlaxcalteca Rafael Ortega calentó el gélido clima que se sintió en la Plaza México al realizarle al primer toro de su lote una faena clásica, catedrática y templada, que le redituó en el corte de dos merecidas orejas.

El diestro tlaxcalteca Rafael Ortega calentó el gélido clima que se sintió este domingo en la Plaza México al realizarle al primer toro de su lote una faena clásica, catedrática y templada, que le redituó en el corte de dos merecidas orejas.

El torero de Apizaco estuvo a la altura del buen toro de Teófilo Gómez que enfrentó.

Desde que se abrió de capa se notó la firmeza con que llegó al coso grande.

Realizó un quite por navarras que los aficionados, que registraron buena entrada, le corearon con fuerza.

Con las banderillas dejó tres espectaculares pares al cuarteo, que hicieron sonar las fanfarrias desde las alturas.

Lo que logró Ortega con la muleta no fue sencillo, pues dice una antigua maldición gitana ojalá te toque un toro bravo y es el que el toro bueno descubre al torero malo, pero Rafael estuvo sobradamente por encima del gran Puro San Juan que a la postre recibiría los honores del arrastre lento.

Su trasteo tuvo variedad y por ambos lados pergeñó muletazos profundos y cadenciosos.

Sabedor de que las orejas se ganan con la muleta pero se cortan con la espada, el diestro mexicano se perfiló para tirarse a matar en corto y por derecho.

Rafael no se escupió de la suerte y por lo mismo fue prendido por su enemigo, afortunadamente sin consecuencias graves. El burel dobló sin puntilla y el juez le otorgó las dos orejas, mientras que premió los restos de ese astado con un merecido arrastre lento.

En su segundo, el de Apizaco anduvo tesonero y voluntarioso, pero su enemigo pronto se apagó.

El galo Sebastián Castella alcanzó sus mejores momentos con el primer ejemplar de su lote al que toreó con una pasmosa quietud. Sin reponer el terreno entre pase y pase, el francés emocionó profundamente al público mexicano.

Pudo haber cortado las orejas, pero la mácula de su actuación fue, durante los tres toros que enfrentó, pues regaló uno, con el acero. Se tuvo que conformar con dar la vuelta al ruedo mientras que ese burel recibió un benévolo arrastre lento.

En su segundo abrevió debido a las protestas del público que silbó el escaso trapío del toro queretano.

En el de obsequio, Sebastián volvió a pisar terrenos comprometidos, pero de nueva cuenta erró con la toledana.

Fermín Spínola enfrentó el lote malo, sin embargo, derrochó gran afición.

Para el próximo domingo están puestos Uriel Moreno El Zapata , el español David Fandila El Fandi y toros de San Marcos.

Hoy darán a conocer el nombre del torero que complementa el cartel.

apr

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