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Contador, el niño Alberto que decidió ser ciclista

Originario de Pinto, España, ha dedicado gran parte de su vida a este deporte y este año quiere hacer historia: ganar el Giro y el Tour antes de retirarse en el 2016.

Es verdad que desde hace dos años, Alberto Contador vive en la ciudad suiza de Lugano, donde todos le conocen por su exitosa carrera ciclista. Contador es, junto con Jorge Lorenzo, uno de los vecinos más famosos de aquel territorio.

Allá en Pinto, una pequeña ciudad española, le llaman Alberto y le recuerdan como el niño amoroso con los animales. Un pequeño criador de jilgueros y canarios, quien todos los domingos se presentaba en el rastro madrileño para intercambiar sus críos por periquitos, forpus o diamantes mandarín.

Era el tiempo en el que se auguraba que Alberto tendría como futuro ser veterinario, biólogo, o que tendría que ver de alguna manera con la naturaleza en su vida. Quizá su presente no esté tan distante de esa idea.

Al final, Contador, el ciclista, vive entre montañas, árboles y carreteras. Es un itinerante que busca en este 2015 lograr por fin ganar en un solo año el Giro de Italia y el Tour de Francia, tal como lo hizo Induráin en 1992 y 1993.

A Alberto lo han marcado muchas cosas de su infancia. Fue en esa etapa de su vida cuando conoció el ciclismo y se enamoró de él, tomando más tiempo para rodar por las calles que para criar a sus canarios. Entonces optó por dejar a los animales, la crianza y sus visitas los domingos al rastro de Madrid.

Acaso todo fue culpa de su hermano Fran, quien demostraba cierto gusto por el ciclismo, por rodar en las montañas, en las calles. Fue él quien le heredó el deporte, un destino que parecía no estar en sus venas, pues ni su padre, Francisco, un hombre que trabajó muchos años en una empresa de serigrafía, ni su madre Paqui, maestra y hoy funcionaria del ayuntamiento de Pinto, ni su hermana Alicia, y mucho menos su hermano Raúl, quien es un joven que nació con una discapacidad que lo tiene confinado en una silla de ruedas, tenían gusto por el deporte.

Sólo Fran, quien hoy funge como el asistente personal de Contador y quien le ha administrado el sueldo a Alberto, unos 7 millones de euros al año, para invertirlo en dos equipos ciclistas de categorías inferiores y otros negocios propios.

La historia de Contador, el ciclista, inició cuando Fran, el mayor de sus hermanos, obtuvo una bici de sus padres debido a sus buenas calificaciones. Entonces Alberto salía con él a rodar y encontró en esos paseos con su hermano la razón para dejar el atletismo y el futbol que tanto le gustaban.

Comprobó que podía ser más veloz incluso que los amigos de su hermano e ingresó al ciclismo a través del Real Velo Club Portillo. Decidido a dedicarse al ciclismo dejó los estudios a los 17 años. Ni siquiera terminó el bachillerato.

Había optado por convertirse en Contador años atrás, cuando un día vio en la televisión a su compatriota Óscar Freire ganar el mundial. Ahí estaba vestido con el maillot arcoíris de campeón del mundo.

Eso y las innatas cualidades que mostró en las subidas alimentaron su hambre de triunfo. Comenzó a competir como amateur en equipos juveniles y en el 2002 ganó el campeonato de España Sub-22 y en el 2003 debutó como profesional con el equipo ONCE-Eroski.

Poco a poco fue mostrando su capacidad y un año después ya corría esas carreras que sólo eran de Carlos Sastre o Purito Rodríguez, y más adelante se hablaba de tú a tú con los mejores, incluso con Lance Armstrong, la ex leyenda estadounidense que parecía invencible.

Después de ganar dos Tour, un Giro y tres Vueltas a España, luego de dar positivo por clembuterol y cumplir su sanción, Contador ha anunciado que se retirará en el 2016, no sin antes cumplir con su objetivo: ganar el Giro y el Tour y hacerlo justamente este año.

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