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Cruz Azul derrumbó el fuerte de Santos y roza el título
La Máquina ganó 0-1 en el primer capítulo de la final del Guardianes 2021 gracias a un bloque defensivo sólido y la genialidad de su ataque. Este resultado detuvo la racha ganadora de Santos en su casa.
Cruz Azul apagó el hervidero de la Laguna y no solo salió con vida, sino con medio campeonato, al derrotar 1-0 a Santos en el primer episodio de la final 2021.
Con una defensa impecable y una ofensiva inspirada, los cementeros derrumbaron el fuerte que había sido el TSM para los laguneros durante la liguilla, pues acumulaban tres triunfos y 10 goles a favor.
Al minuto 71, Luis Romo recibió el espíritu del ‘Chelito’ Delgado, eludió a tres defensas y tras un rebote fusiló a Carlos Acevedo para el 0-1 definitivo.
En la final ya no vale el gol de visitante, así que Santos está obligado a ganar en el estadio Azteca. De lo contrario, ese tanto de Romo ante 14,577 aficionados en Torreón será suficiente para acabar con la sequía de 23 años de Cruz Azul.
Con un bloque defensivo impecable y una ofensiva inspirada, Cruz Azul derrotó a Santos Laguna 0-1 en la final de ida del torneo Guardianes 2021, por lo que tiene todo a su disposición para al fin ser campeón el próximo domingo 30 de mayo en el estadio Azteca, ante su gente.
El entrenador de La Máquina, Juan Reynoso, planteó una línea de tres defensas centrales con Pablo Aguilar, Julio César Domínguez y Juan Escobar que anuló el ataque por el centro de Eduardo Aguirre, delantero lagunero; por las bandas, Adrián Aldrete e Ignacio Rivero frenaron a Juan Otero y Ayrton Preciado, los extremos velocistas de Santos que tanto daño hicieron a Puebla en las semifinales.
“Partimos desde la humildad sabiendo que ellos en casa son muy fuertes, había que correr el juego, lo entendieron los muchachos, es un estadio durísimo y los muchachos tuvieron la categoría. La categoría es otro precio y hoy lo mostraron”, mencionó Reynoso en la conferencia posterior al partido.
Gracias a ese bloque defensivo, Cruz Azul derrumbó lo que había sido el fuerte de Santos en la liguilla: su estadio, el Territorio Santos Modelo, donde acumulaban tres victorias, 10 goles a favor y apenas uno en contra hasta antes de la final de ida.
“Hay que reconocer el oficio de Cruz Azul y que nos faltó volumen futbolístico. Es muy difícil para nosotros, pero también para el Real Madrid o Barcelona cuando se te aglomera tanta gente detrás; no estoy haciendo una crítica a Cruz Azul, simplemente estoy describiendo el partido”, analizó por su parte, Guillermo Almada, director técnico de Santos.
El primer tiempo se fue en ceros y con un par de disparos de alerta máxima. El primero fue del santista Juan Otero apenas en el minuto 6, que pasó a centímetros del poste izquierdo de Jesús Corona, mientras que el otro fue de Jonathan ‘Cabecita’ Rodríguez, pasando la media hora de juego, con una chilena que despertó al público por su espectacularidad tanto en el tiro del delantero como en la atajada de Carlos Acevedo.
En un par de momentos más, los cementeros también causaron tensión a los 14,577 aficionados que se dieron cita en Torreón mediante un mano a mano y un disparo a la altura del punto penal del ‘Cabecita’, pero ambos fueron bien contenidos por el central lagunero, Matheus Dória.
Ya en el segundo tiempo, Cruz Azul mantuvo la fortaleza en su defensa, que marcaba hasta en un tres contra uno a los atacantes laguneros. No obstante, La Máquina no renunciaba al buen toque de balón en los escasos momentos en los que lo dominaba, pasando por los pies de ‘Pol’ Fernández, Rafael Baca, ‘Cabecita’ y Luis Romo.
Fue justamente este último quien tomó la pelota al minuto 71 en los linderos del área de Santos y, emulando a Zinedine Zidane, hizo una jugada de lujo patentada por el francés, ‘la vuelta al mundo’ y eludió a tres rivales; aunque en primera instancia su intento no fructificó, aprovechó un rebote para fusilar sin piedad a Acevedo y poner el 0-1 definitivo.
Santos intentó con el ingreso de tres atacantes: Andrés Ibargüen, Santiago Muñoz e Ignacio Jeraldino, pero Cruz Azul respondió con ‘Shaggy’ Martínez y Orbelín Pineda, solidificando la defensa pero creando algunas sensaciones de peligro al recuperar el balón.
La Máquina tiene en sus manos el título. Solo una derrota en casa el domingo alargaría la disputa, recordando que en la final ya no es válido ni el gol de visitante ni la posición en la tabla. Por ello, los laguneros están obligados a ganar en su visita al estadio Azteca.
“Mantendremos nuestra idea y corregiremos los últimos 25 o 30 metros, tenemos que ir a ganar allá en definitiva sin desnudarnos en el fondo, pero sí correr riesgos. Quedan 90 minutos y es futbol, la cancha de allá no tiene dimensiones distintas, somos 11 contra 11 e intentaremos buscar con la valentía que siempre han tenido estos jugadores, me cuesta recordar un partido donde no hayamos llevado el peso de visitante y no hayamos generado más que el rival”, advirtió Almada sobre el partido de vuelta.
La del Guardianes 2021 es la séptima final de liga de Cruz Azul desde su último título en 1997 y es también la primera en la que obtiene ventaja como visitante en el juego de ida, pues en las otras tenía dos empates (2-2 con Pachuca en 1999 y 0-0 con América en 2018) y una derrota (4-3 con Monterrey en 2009). La coronación después de 23 años de sequía está en sus manos y pies.
Este resultado es, además, una prueba fehaciente de la solidez defensiva que ha imperado durante la gestión de Juan Reynoso, ya que en el 57% de los partidos que ha estado al mando de Cruz Azul desde que empezó el 2021, ha mantenido su portería en ceros.
“Nos quedan dos bloques de 45 minutos, la gente va, apoya, se brinda, ya está en nosotros encapsularnos y hacer el partido inteligente. Seguro cambiarán algunos detalles, pero llegamos sin lesionados importantes y todos con ganas de participar. Dios nos ilumine para cerrarlo bien”, concluyó Reynoso, con un toque de fe en su final 2021.