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Cruz Azul, el campeón que se superó a sí mismo
La Máquina se había olvidado de sus ‘fantasmas’ durante toda la temporada, pero volvió a titubear en el episodio final. En 45 minutos convirtió el sueño en realidad bajo el fervor de un público que hizo el viaje desde diferentes latitudes.
No puedo describirlo, hermano, discúlpame, no puedo. Esto es increíble”, dice un aficionado de 29 años.
Tus ojos están llorosos, ¿Qué sientes?, ¿Qué piensas?
En serio, no puedo, discúlpame, nunca los había visto campeones. Siento muchísimas cosas; cabrón, es algo indescriptible pero, al fin, al fin, ¡somos los campeones! ¡Cruz Azul campeón!”
El joven no suelta a su amigo de la izquierda. Ambos gritan, lloran, aplauden, se toman el cabello constantemente; no saben cómo reaccionar. Y tienen razón: la gran mayoría de aficionados menores de 30 años no sabe o no recuerda cómo es ver a Cruz Azul campeón.
La Máquina consiguió la hazaña que durante 23 años pareció imposible. Autogoles, penales, lesiones, arbitrajes, todo quedó atrás en cuanto Fernando Hernández pitó a los casi 100 minutos de juego en el estadio Azteca.
Un aficionado se cayó de una de las bardas de dos metros hacia la zona de prensa; ensangrentado y sin camisa, se levantó y lo primero que hizo fue levantar el puño en dirección al campo. Cruz Azul anestesió su dolor. A su alrededor, más de 15,000 almas hacían rugir el estadio Azteca entre gritos de alegría y tristeza.
“De tanto que hemos pasado, hemos pasado todo y al fin se consiguió, es increíble. Me ha pasado de todo con el equipo: corajes, derrotas, tristezas y al fin hoy voy a disfrutar. Lo vi perder en 2013 en mi cumpleaños contra el América, pero al fin ha llegado. Si siempre estuvimos ahí, ahora que ya nos respondieron con un título, seguiremos aquí con todo”, describe otro aficionado de 22 años con los ojos hundidos en lágrimas.
“¡Sí se pudo, sí se pudo!”, coreaban los demás mientras ondeaban sus mantas con el logo del equipo. En la cancha, ‘Pol’ Fernández se echaba un clavado entre el confeti y la diamantina, Rafael Baca lloraba desconsolado y Orbelín Pineda bailaba.
Pero los que levantaron el título fueron las leyendas vivientes: Jesús Corona y Julio César Domínguez. Al mismo tiempo, el portero y el defensa, que acumulan más de 50 temporadas con Cruz Azul (entre ambos), levantaron el trofeo de campeón del Guardianes 2021, una hazaña que le costó 23 años, seis finales perdidas, 16 entrenadores y 187 millones de dólares en fichajes.
“¡Tantas veces te lo pedí, tantas! ¡Ánimo, cabrones!”, soltó otro aficionado envuelto en llanto. No es para menos, el desahogo se desató en el Azteca luego de 45 minutos en los que los fantasmas se hicieron presentes, pues Santos se había ido al descanso ganando 0-1 (empate global 1-1).
El título se recuperó en el entretiempo
Al medio tiempo, el estadio Azteca era un pueblo fantasma. Las más de 15,000 voces presentes dejaron de cantar. Las uñas eran sus nuevas palomitas de maíz. Ni siquiera el carisma de Alex Lora los hacía despertar: La Máquina estaba perdiendo y los traumas de seis finales perdidas se hacían presentes.
Para colmo, había olvidado su esencia. El súper líder estaba perdiendo en casa, donde solo cayó una vez en los últimos seis meses, sin su característico toque de balón y despotricada ofensiva. Santos Laguna ganaba 1-0 con un 68% de posesión y un 83% de precisión de pases contra un 32 y 74% de Cruz Azul.
Apareció el desahogo de la gente: “¡Pinche Cruz Azul, juega como siempre has jugado, ponle huevos!”, gritó un aficionado de tercera edad al término del primer tiempo. Después de todo, esa palabra, sinónimo de blanquillos, es lo que la afición había visto de diferente en este plantel durante toda la temporada con respecto a los que perdieron las otras finales.
“Este equipo tiene corazón y huevos. Sin son campeones, híjole, voy a tener un sentimiento inexplicable porque todavía traigo un nudo en la garganta desde la final que perdimos en 2013 (contra América), no se nos olvida”, dijo Héctor, un representante de la porra ‘3 de mayo’, antes del inicio del partido.
Héctor es albañil, al igual que la mayoría de esta porra, que tiene integrantes con más de 50 años siendo aficionados cementeros. Héctor sale a trabajar todos los días a las 5:00 de la mañana y lo único que les pedía a sus ídolos es “que se rompan la madre como nosotros, nada más eso; pueden perder, pero rompiéndose la madre”.
El sueño de Héctor y la porra ‘3 de mayo’ se hizo realidad. Tenían una manta a las afueras de la puerta 3 del estadio Azteca con un conejo de plástico abrazando la copa, misma que Cruz Azul ha conseguido en este Guardianes 2021 para convertirse en nueve veces campeón del futbol mexicano.
Bastaron cinco minutos de la segunda parte para despertar el rugido del estadio con un gol del ídolo azul contemporáneo: Jonathan ‘Cabecita’ Rodríguez, quien salió aplaudido al minuto 84 como si fuera un artista de rock, o incluso más que eso, pues ni siquiera hubo tantos aplausos para Alex Lora en el show de medio tiempo.
Después de todo, el uruguayo es el máximo goleador de la temporada 2020-21 en el futbol mexicano con 24 goles, el primer líder de goleo del equipo desde 2009 y el ícono de la nueva generación azul.
“Si ganamos me hago un tatuaje, no me importa nada, tenía un año cuando el Cruz Azul fue campeón y no lo vi, hoy no me importa nada”, gritaba un joven a las afueras del estadio un par de horas antes del partido. Otros más, contaban eufóricos la cantidad que gastaron para viajar y ver a su equipo campeón.
“Gasté aproximadamente 2,000 dólares con todo y el boleto, y eso que solo lo conseguí en reventa por 10,000 pesos. Vale la pena para ver a mi Cruz Azul campeón, vengo desde Houston. Llevó viviendo en EU desde 1983 y vi el primer título en la temporada 1970-71. Hoy es el día, no hay mañana y vamos por la novena”, contó un hombre de casi 60 años.
Y otro, de 32, vivió algo similar: gastó 80,000 pesos entre él y su esposa para viajar de California al estadio Azteca, un viaje de 32 horas exclusivamente para ver la final. “Vale la pena desde donde venimos y todo lo que pasamos; hoy la maldad se ha acabado”.
No solo se acabó esa “maldad”, como la llama José Silva. Se acabó la maldición, el fantasma, la tristeza y la frustración. A partir del lunes 31 de mayo Cruz Azul es otro, porque el tener una estrella más significa haber terminado con losas mentales que eran su propio rival en las finales.
Jóvenes nacidos de 1990 en adelante, lejos de aquellas épocas brillantes con Raúl Cárdenas e Ignacio Trelles, son los responsables de esta hazaña: ‘Cabecita’, Orbelín, Santi Giménez, Luis Romo y algunos más nacidos en los 80 pero con el corazón retumbando como el de un niño: Jesús Corona, Julio César Domínguez y Pablo Aguilar.
Ellos y el entrenador Juan Reynoso lograron la mezcla perfecta para, al fin, lograr el titular que parecía imposible: Cruz Azul, campeón del futbol mexicano.
La ruta del Campeón
LO ECONÓMICO
Resulta paradójico: el título de Cruz Azul llega en el año donde no invirtió nada en fichajes (cero gastos entre el Guardianes 2020 y 2021), cuando en temporadas anteriores llegaron a desembolsar grandes cantidades.
Desde el último campeonato de La Máquina en 1997 a la fecha, el club ha gastado 187.86 millones de dólares en fichajes, de acuerdo con cifras del portal especializado, Transfermarkt. Otro dato a destacar es que el 68% de esa cantidad fue gastado en la década 2010-2020, la época de compras más pesadas y también de la inflación del mercado.
Ese 68%, que significan 128.14 millones de dólares, coloca a los cementeros como el quinto equipo con más gastos en transferencias en la última década, solo detrás de Tigres (133.19), Chivas (134.07), América (134.78) y Monterrey (140.22).
Sin embargo, de los cinco, Cruz Azul es el que ha tenido peor balance de ingresos, pues de los 128.14 millones gastados solo pudo recuperar 28.28 en ventas de jugadores, es decir, un déficit de 99.87 millones, casi 17 más que el segundo lugar, Monterrey, con -82.27.
En el último lustro, la chequera estuvo totalmente abierta: nueve de los 10 fichajes más caros en la historia de la franquicia fueron comprados de 2016 en adelante, destacando la temporada 2018-19, en la que gastaron 42 millones de dólares entre Jonathan ‘Cabecita’ Rodríguez, Orbelín Pineda, Elías Hernández y Milton Caraglio, los cuatro más costosos. El retorno de inversión ha sido el campeonato, pues tanto ‘Cabecita’ como Pineda, Elías y otros de los que pertenecen al Top 10 de los traspasos más costosos del club (Walter Montoya, Sebastián Jurado y Bryan Angulo) son parte del plantel campeón de Juan Reynoso.
LO DEPORTIVO
Con 41 puntos, Cruz Azul fue el mejor equipo del Guardianes 2021 y sumó así su séptimo liderato en torneos cortos. También obtuvo 12 victorias consecutivas y superó su propio récord de 10 conseguidas en la temporada 1971-72, mientras que a nivel nacional igualó al León (Clausura 2019) y al Necaxa (temporada 1934-35).
El equipo se convirtió en el equipo con más super lideratos desde que se instauraron los torneos cortos en 1996, pues dejó atrás al Toluca y al América con seis, seguido de Tigres, Monterrey, León, Santos y Pachuca con tres.
La maldición del superlíder quedó atrás. Cruz Azul es el sexto equipo que finaliza campeón luego de haber sido el mejor de la fase regular, tal como lo hicieron León en el Guardianes 2020, América en el Apertura 2014, Santos en el C2012, Pachuca en el C2006 y 2007 y Toluca en los torneos Verano 1998, 1999 y 2000.
Con los títulos de León y Cruz Azul en el G2020 y 2021, respectivamente, es la primera vez que dos superlíderes son campeones de manera seguida y dentro del mismo año futbolístico; la última vez que los líderes ganaron consecutivamente fue entre 1986 y 1988, cuando Monterrey, Chivas y América se llevaron la corona, en torneos largos.
A nivel temporada (contando Apertura y Clausura), Cruz Azul consiguió 70 unidades y una diferencia positiva de 22 goles, por lo que también fue el mejor equipo de México en el ciclo 2020-21 apenas por un gol de diferencia, ya que el América sumó la misma cantidad de puntos, pero con 21 tantos. En esa categoría, La Máquina ha sido el mejor equipo durante seis años desde que empezaron los torneos cortos: 1997-98, 2000-01, 2005-06, 2010-11, 2013-14 y 2020-21, superando los 5 del Toluca.