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Cuando la paciencia lo es casi todo

Javier Cortés, uno de los puntales de Pumas asegura que tras años de que la cantera dejara de ser el pilar del primer equipo, su camada no será pasajera. El contrato no incluía Una Cláusula de espera... el tiempo premió a los de su generación.

Los oídos de los aficionados en el Olímpico Universitario se habían habituado. Para las cuerdas vocales de los cronistas los nombres eran costumbre. Incluso el balón se había acostumbrado a ser pateado por los mismos empeines. Pero después de 21 años, la cantera de Pumas resurgió. Más de 24 nuevos apellidos han distado de los frecuentes durante el último año en el Pedregal, entre ellos el de Javier Cortés .

Los seguidores universitarios podrían afirmar que la historia de Cortés se empezó a escribir en el Estadio Azul aquel 8 de agosto, cuando se escuchó por primera vez su apellido paterno a la par del grito de gol, frente al arco rival de Cruz Azul.

Entrevistado por El Economista, Javier Cortés contó que la historia comenzó en la cantera cuando tenía 12 años, acompañado de otros tantos de su generación. Sin esta mezcolanza, incluso se atrevió a decir que no hubiera sido el mismo .

La cantera de Pumas le difundió los valores de disciplina y disposición, los cuales también fueron las principales exigencias. Hay otra actitud que no estaba incluida en el contrato y, sin embargo, son requerimientos para un jugador nacido en la cuna de la Universidad: La paciencia.

La última generación numerosa y de grandes éxitos de canteranos universitarios tuvo lugar entre los 80 y 90. Años en los que Luis García, Adolfo Ríos, Claudio Suárez, entre otros, reafirmaban la mística de Pumas.

Tras esa generación, los jugadores surgidos de la cantera universitaria con éxito y efecto mediático eran contados. Pablo Barrera (2005) y Efraín Juárez (2008) o Héctor Moreno son algunos ejemplos. Es hasta ahora que la cantera volvió. Esos años fueron de rezago y trabajo. Este 2011 son los resultados de esos años , explicó Cortés.

Al mismo tiempo, comentó que lo que distingue a su generación de otras es que hemos sabido aprovechar las oportunidades. Somos constantes. Esta generación no es de jugadores que se escuchan y luego desaparecen .

Es por eso que si el canterano eligiera ser otro jugador, sería Pablo Barrera, que a su parecer ha sido más persistente y es atrevido tanto en su forma de jugar como en sus convicciones personales. Otro ejemplo a seguir y que funge como guía para él y otros canteranos es David Cabrera, por su constancia, sus cualidades como jugador y su disposición total , aseveró.

La evolución de Cortés en el mercado

En Javier Cortés radica la sencillez porque, sin duda, si alguien puede describirse como constante es él, que en sólo tres años ha aumentado su carta año con año y de su valor de 150,000 euros pasó a 1.3 millones de euros, según Transfermarkt.

La idea que rondaba su mente cuando entrenaba en las fuerzas básicas de Pumas era llegar a la Primera División . Ahora su nuevo reto es ser constante porque tiene claro que hay muchos nuevos jugadores que, como él, están en la cantera esperando una oportunidad para ocupar su lugar en el nuevo resurgir de la cantera auriazul.

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