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Dallas, el equipo más valioso y sin título en 22 años

Los Cowboys son el equipo mejor valuado del planeta y mueven más dinero que el Manchester United y el Real Madrid ¿Cómo es posible el éxito económico sin ser campeón?

La NFL no es un deporte tan global como el fútbol, pero uno de sus equipos mueve más dinero que el Manchester United o el Real Madrid.

La última vez que los Dallas Cowboys ganaron el Super Bowl fue un 28 de febrero de 1996, en el Sun Devil Stadium de Arizona, donde derrotaron a los Pittsburgh Steelers con un marcador de 27-17 a su favor. Ese día consiguieron el tercer título en cuatro temporadas, tras los triunfos de 1993 y 1994.

Ahora, el contador de títulos de Cowboys lleva 22 años estancado. Desde la consecución de su último trofeo Vince Lombardi, el equipo texano sólo se ha clasificado para playoffs en ocho ocasiones, de las cuales únicamente en tres llegaron a ganar un encuentro.

Pese a ello, y como si de una variable inversamente proporcional al éxito deportivo se tratase, el dinero que mueven los Cowboys ha crecido exponencialmente en estas dos décadas.

La gestión de sus ejecutivos ha servido para ser el equipo más valioso del mundo del deporte por 12 ejercicios consecutivos, según los rankings de Forbes.

El último hito en este apartado lo han conseguido este mismo curso, al convertirse en la primera formación de la industria deportiva, que es valorada en 5, 000 millones de dólares. Manchester United (4.123 millones), Real Madrid (4.088 millones) y FC Barcelona (4.064 millones) no consiguen alcanzar dicha tasación pese a que, a diferencia de los Cowboys, compiten en el deporte más global del planeta.

Que la franquicia del sur de Estados Unidos facturase 864 millones de dólares el pasado ejercicio parece aún más impresionante si se tiene en cuenta que Dallas no es un mercado del tamaño de Nueva York o Los Ángeles, localizaciones donde se encuentran los equipos más potentes desde el punto de vista económico de la MLB y la NBA, las otras dos grandes ligas de América.

El principal artífice de la fortaleza financiera de esta franquicia no es otro que su principal dueño, Jerry Jones, que construyó su fortuna principalmente en el sector de los hidrocarburos y compró a los Cowboys en 1989 por 150 millones de dólares. Los años no han hecho otra cosa que demostrar que la compra de los Cowboys fue la mejor decisión que pudo tomar Jones.

La franquicia vale ahora 30 veces más que cuando se hizo de ella.

Esta revalorización lo ha llevado a estar entre los 400 hombres más ricos del planeta.

Televisión

Ninguna otra competición mueve tanto dinero por los derechos de televisión como la NFL.

El año pasado, las grandes cadenas estadounidenses pagaron a la Liga 8,200 millones de dólares por sus partidos, lo que significó que a cada franquicia le correspondieron 255 millones.

Esta temporada, el partido del jueves se ha vendido por 650 millones, 33% más caro que el pasado ejercicio.

Estadio

La factura tras la finalización de la construcción en el 2009 del AT&T Stadium, la casa de los Cowboys, ascendió a 1,200 millones. Con capacidad para 100, 000 espectadores y la mayor pantalla LCD de alta definición que existe en un estadio, este coliseo genera 100 millones al año en venta de palcos y entradas VIP y otros 150 millones por patrocinio.

Las razones que mejoraron los resultados

Houston Texans corrige a tiempo

La fase regular comenzó con una marca de 0-3 para Houston y se ubicó en el último sitio de la división Sur en la Conferencia Americana de la NFL.

Con dos juegos por disputar en la presente temporada, registran la tercera mejor marca de la conferencia.

En caso de ganar este fin de semana ante Philadelphia (en duelo correspondiente a la semana 16) asegurarían su quinto título divisional de su historia. En la historia de la franquicia será la tercera ocasión que gane el 60% de los partidos disputados  o más.

Para su quarterback, Deshaun Watson significó la primera ocasión en la que registró un inicio de fase regular con récord negativo. El jugador declaró para USA Today que “mentalmente estaba luchando. Nunca había empezado 0-3”.

Watson sólo disputó siete partidos de la campaña pasada, consecuencia de una lesión en la rodilla. En su regreso los primeros resultados no fueron como lo esperaba y reconoció que pudo hacer más para evitar las derrotas.

Ahora mira lo que hacen otros jugadores que ocupan la misma posición en ciertas situaciones del juego y los analiza.

“Intento ponerme en el lugar de todos los quarterbacks, no solo de los jugadores que jugaron en la liga durante mucho tiempo, sino también de los jóvenes”.

Después del mal comienzo, el equipo acumuló nueve victorias sucesivas y se convirtió en la primera organización en la NFL en registrar ese tipo de resultados. La franquicia nunca había hilado ese número de triunfos.

El head coach de Houston, Bill O’Brien, indicó para el portal del equipo que había cosas que hacían al principio de año que cambiaron o dejaron de hacer en la ofensiva y defensiva.

“Se pensó en una fórmula de cómo queremos tratar de ganar estos juegos” y destacó el trabajo hecho por su staff de coaches.

Watson completó al menos el 62% de los pases, situación que cambió en los meses subsecuentes, ya que ahora completa siete de cada diez envíos. Además, pasaron de generar 19 unidades en promedio por partido a 27.

En relación con la parte mental y en particular con su quarterback, Bill mencionó que siempre habla de las jugadas buenas y malas, en este segundo caso, le pide que se deje atrás ese mal momento y continúe para poder terminar el juego. Asimismo, le pide que evite volver a repetir la situación. (Con información de Redacción)

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