Draft, el riesgo de apostar millon

Cuando se trata de millones de dólares, no debe haber margen de error. Quienes se dan el lujo, como los Pieles Rojas de Washington, lo hacen por ser la plantilla más cara de la NFL. Para los demás en la Liga tiene que ser un momento de precisión. La primera ronda del draft, siempre es la más llamativa, pues implica millones de billetes.

Cuando de exitosos se habla…

Desde Reggie Bush, flamante campeón con los Santos de Nueva Orleans, hasta Santonio Holmes, jugador más valioso del Super Bowl XLIII, las estrellas que atraviesan la puerta de la primera ronda del draft lo hacen con un futuro promisorio.

Bush llegó a los Santos de Nueva Orleans en la primera ronda del 2006 después de haber ganado el trofeo Heisman el año anterior. Una semana después del draft, Reebok recibió 15,000 solicitudes para tener el jersey de Bush, mientras que Pepsi, General Motors, Adidas y Subway se frotaban la cartera para tenerlo como imagen. En ese mismo draft fue elegido el mariscal de campo Vince Young, a quien por un contrato de cinco años se le pagaron 58 millones de dólares.

Los que no crecieron

En la lista de los jugadores que llegaron a la NFL con gran cartel se podría escribir el nombre de Matt Leinart, quien pese a su contrato de 51 millones de dólares por seis años con los Cardenales de Arizona en el 2006, apenas suma 14 anotaciones por 20 intercepciones en la Liga.

La historia en el draft de los Pieles Rojas de Washington es de fracaso, sobre todo cuando apuestan por mariscales de campo. En el 2005, Jason Campbell llegó sin gran cartel. Tan es así que un lustro después, se llevó al veterano Donovan McNabb para tomar su lugar. En tanto de aquella elección del 2002 de Patrick Ramsey, nadie se acuerda. El jugador ha pasado por otros cuatro equipos más desde aquella decisión de los Pieles Rojas.

Otros casos son: Alex Smith (San Francisco, 2005); Kyle Boller (Baltimore, 2003); Joel Harrington (Detroit, 2002) y JaMarcus Russell (Oakland, 2007).