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EU vs México: las estrategias opuestas con la afición tricolor
A diferencia de un encuentro amistoso organizado en Estados Unidos, la logística de Cincinnati está organizada para que la afición sea un factor de peso en contra de la Selección Mexicana. A su vez, México pierde fuerza como local en asistencia.
Mientras que la Federación Mexicana de Futbol (FMF) quiere a la afición tricolor de vuelta en sus juegos de local, la Selección de Estados Unidos (USMNT) la combate en los duelos de eliminatoria mundialista. En el próximo partido entre ambas selecciones en el TQL Stadium de Cincinnati habrá un lleno total, pero contrario a lo que ocurre durante los amistosos, en los que la afición se vuelca por el equipo mexicano, en esta ocasión se seleccionó el recinto y acceso para que la localía fuera un factor a favor de las barras y las estrellas.
Mientras que EU busca evitar a la afición tricolor, los encuentros de la Selección Mexicana dentro de la República Mexicana están sufriendo para atraerla. A pesar de que en México se realizan menos partidos de la Selección Nacional que en Estados Unidos, en el último encuentro que se disputó en el Estadio Azteca el 7 de septiembre contra Canadá, se tuvo problemas para llenar el 75% de capacidad permitida, rematando las entradas al 2x1, estrategia que se replicó en el encuentro contra Honduras tres días después.
“La mejor convocatoria son los resultados e interés de jugar con equipos de mayor peso. Sabemos que tenemos que jugar eliminatorios con equipos de zona siendo el más representativo EU, que ocupa el lugar 13 en el ranking FIFA. En tres años es la selección con la que más partidos oficiales y amistosos hemos jugado, lo cual diluye el nivel de impacto y convocatoria en la gente a nivel local, sólo que juguemos una final o eliminatorio clave”, explicó a este diario, Luis Rico, fundador de la empresa de marketing deportivo, Jump SMS.
De acuerdo a datos proporcionados por el especialista, en 45 partidos que ha sostenido la Selección Mexicana en los últimos tres años, 42% han sido contra equipos de la CONCACAF y el 62% de los juegos se han jugado en Estados Unidos. Además, el 44% han sido amistosos, en su mayoría con selecciones fuera del top 20 de la FIFA.
A esta situación se suma que la afición mexicana ya fue vetada del encuentro contra Jamaica en las eliminatorias de septiembre como sanción de la FIFA por el grito discriminatorio y podría sufrir otro veto de concretarse la sanción que ese recibió a inicios de noviembre.
¿Consideras que es una buena estrategia de posicionamiento el descentralizar los partidos de la Selección Mexicana del Estadio Azteca y llevarlos a otros estados de la República?
“No veo mal diversificar el impacto de la selección jugando en otros estadios, pero considero que no es el camino, sería tapar la falta de interés de su casa principal (Estadio Azteca). Ante ello, por qué no detonar estrategias alternas como turismo del Tri al Azteca; existe todo el músculo para organizar experiencias a nivel logístico, transporte y hospedaje para generar visitas especiales de nuestros paisanos u otras regiones del país al Estadio Azteca y buscar partidos más relevantes a nivel amistoso con selecciones diferentes a las de las eliminatorias. Al final todo se resume en resultados y performance de valor”, dijo Luis Rico.
El experto en marketing deportivo señala que en el mercado norteamericano la Selección Mexicana es “un vehículo para reflejar la nostalgia, pasión y sentimiento hacia nuestro país en un campo de juego”. Y aunque representa un interesante mercado para generar ingresos, en los partidos de eliminatorias US Soccer evita a los aficionados hispanos y mexicanos para obtener ventaja en su propio suelo.
Llevar el partido a Cincinnati representa una decisión estratégica, pues sólo el 4% de la población en Ohio es hispana y latina, de acuerdo al US Census Bureau. Además, se trata de un estadio nuevo, con capacidad para 26,000 espectadores y por tercera ocasión consecutiva el equipo nacional de Estados Unidos tendrá un lleno total como local en esta temporada de eliminatorias, pues las anteriores fueron contra Costa Rica en el Lower.com Field de Columbus y ante Jamaica en el Q2 Stadium de Texas.
En esta ocasión se distribuyeron los boletos de manera más selectiva buscando llegar en su mayoría a la población que apoya al equipo de las barras y las estrellas. De acuerdo a Yahoo Sports, la venta general nunca estuvo abierta, sino que sortearon entre grupos de aficionados afiliados a US Soccer “insiders”, privilegiando a los que pagaban membresías anuales de 500 dólares. Otro grupo de boletos estaba disponible para grupos de aficionados estadounidenses reconocidos, como los American Outlaws, y para los poseedores de boletos de temporada de la MLS del FC Cincinnati.
Los costos de los boletos también fueron un tema de conversación para este encuentro, pues US Soccer los lanzó en precios que se elevaban de los 125 a los 1,000 dólares, mientras que en el mercado secundario (reventa) el valor llegaba hasta los 70 mil dólares en Seat Geek.
rrg