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El Hijo del Santo: fin del luchador, pero no del empresario

Su gira del retiro de la lucha libre está por comenzar. Sin embargo, El Hijo del Santo planea continuar con su legado empresarial más allá de las fronteras de México.

Foto EE: Hugo Salazar

Foto EE: Hugo Salazar

Pocos personajes mexicanos pueden presumir que Google, el buscador web más popular del planeta, les haya dedicado una animación (a la que llaman doodle) en su página de inicio a nivel internacional.

El Santo es uno de ellos. Fue protagonista de la lucha libre de México desde la década de 1940 y después, con su participación en películas y diversos productos, se inmortalizó como uno de los símbolos más atractivos de la cultura mexicana alrededor del mundo.

A casi un siglo de distancia, el Enmascarado de Plata (que, de hecho, ese apodo también es una marca registrada) sigue acaparando reflectores y millones de pesos en ganancias. Un punto de inflexión para trasladar la fuerza del personaje de la lucha libre a los negocios fue El Hijo del Santo, quien actualmente tiene 61 años de edad.

“El punto de vista económico y de negocios me atrae y lo tomo con mucho respeto y mucha seriedad”, comenta a este diario el experimentado luchador, que lleva por nombre Jorge Ernesto Guzmán Rodríguez.

El Hijo del Santo concedió una entrevista a El Economista para platicar de su retiro como luchador profesional, que será mediante una gira programada desde septiembre de 2024 hasta marzo de 2025. Eso le permitirá darle empuje a su otra faceta: la de empresario.

Adiós al cuadrilátero

El Hijo del Santo inició su carrera deportiva de manera oficial en 1982, justo el año en el que su padre se retiró. Había empezado con el sobrenombre de Korak, pero finalmente tomó la estafeta de su progenitor y eso implicó muchas cosas más allá de la lucha libre.

“Tomar la estafeta de mi padre no fue fácil. Si mi papá no hubiera creído en mí, yo no me hubiera atrevido a llevar su nombre. Afortunadamente logré hacer mi propia historia y conseguí también mi propio estilo”, describe con un tono de voz cándido.

Después de 42 años de peleas en América, Asia y Europa, El Hijo del Santo decidió poner fin a su carrera deportiva y asegura que eso se concretará a más tardar en verano de 2025.

La gira del retiro empezará este 22 de septiembre en la Arena CDMX, pero contará con otras funciones dentro y fuera de México: el 4 de octubre en Querétaro, el 6 en León, el 13 en Monterrey, el 1 y 2 de noviembre en Londres (Inglaterra), el 9 en Puebla, el 10 en Veracruz, el 8 de diciembre en Mérida y, ya el siguiente año, el 2 de marzo en Xalapa y el 16 en Guadalajara.

“Depende de cómo esté físicamente, después de eso decidiré el lugar para cerrar la gira, ya sea en la Ciudad de México, Estados Unidos o Japón. Tampoco quiero que sea una gira de 20 años, lo máximo sería pensar entre mayo y junio de 2025. El 26 de julio de 1942 debutó El Santo, entonces no pasará de esa fecha”.

Su voz y mente continúan firmes. Recuerda los años de su infancia de su papá en el barrio de Tepito y las primeras veces que peleó en Estados Unidos. No obstante, se dice seguro de haber tomado la decisión del retiro ahora.

“Me quiero ir en plenitud y es el momento de decir adiós (…) Hacemos esta gira porque queremos que todos los aficionados de México nos vean”, comenta El Hijo del Santo, quien además de continuar con el legado deportivo de su papá, multiplicó el emporio de su marca.

Al ring de los negocios

De acuerdo con el sitio web oficial de El Hijo del Santo, la marca fue establecida en 1982. Pero realmente fue un poco después cuando se hicieron los registros legales. La artífice fue su esposa, la productora cinematográfica Gabriela Obregón.

“Mi papá siempre tuvo la gran ilusión de poder controlar sus productos: la imagen de su máscara, muñecos y demás. Cuando yo tuve esa oportunidad gracias a la productora Gabriela Obregón, que ella fue la que me insistió mucho en hacer de El Santo y el Hijo del Santo una marca, lo tomé a bien”.

Reconoce que al principio le fue difícil lidiar con ese peso: “No fue fácil porque no tenía mucho conocimiento de derechos. Sí tenía conocimientos de derecho de autor, pero aquí tienes que registrar objeto por objeto y ha sido una gran inversión, pero el personaje es muy noble y a la gente le ha gustado la marca. Poco a poco hemos ido avanzando”.

Actualmente cuenta con una tienda virtual en la que se manejan más de 30 productos entre tres mercados (mujeres, niños y hombres) que van desde 49 hasta 11,980 pesos, destacando algunas máscaras que elevan su costo.

Señala que llegó a tener cuatro tiendas físicas, aunque debido a la pandemia por el covid debió cerrar tres y ahora sólo le queda una en la Condesa, en la Ciudad de México.

Sin embargo, una de sus mayores metas después del retiro deportivo, cuando cuente con mayor disponibilidad para enfocarse en los negocios, es retomar las tiendas físicas y abrir una del otro lado del mundo.

“Uno de mis sueños, que todavía es un sueño, pero espero lograrlo ahora que voy a tener más tiempo, es tener una tienda en Japón, en Tokio. Hay muchos aficionados allá y creo que sería una locura, entonces, voy a apostar a eso, ya voy a poder tener tiempo de viajar y a lo mejor pasar una buena temporada en Tokio para inaugurar una tienda”, expresa con ánimo a este diario.

Futuro de la marca

Han pasado 82 años desde que El Santo empezó este emporio al convertirse en luchador profesional. Filmó más de 60 películas que viajaron a otros países y el legado creció con El Hijo del Santo, quien también ha sido protagonista de documentales y otras producciones.

—¿Estudiaste algo relacionado a negocios para entender mejor el manejo de la marca?

—“Yo estudié Ciencias de la Comunicación, que está más enfocado a los medios y publicidad, pero creo que en este momento que estamos viviendo todo suma. Hacemos videos con productos, la publicidad va de la mano con la mercadotecnia y yo soy el mismo que anuncia los productos”, responde El Hijo del Santo.

En sus perfiles de redes sociales se autodefine como empresario y comunicólogo egresado de la Universidad Iberoamericana. La parte empresarial se debe a que también ha tenido participación en áreas como bienes raíces, mezcales, cafeterías y líneas de ropa.

“Desde pequeñito, mi papá me enseñó a invertir mi dinero y ahorrar. Uno de los grandes consejos que me dio fue invertir en bienes raíces. Me decía: ‘puedes hacer cualquier negocio, pero lo que siempre te va a funcionar es comprar un terreno o construir una casa’ y seguí sus consejos”.

Ahora eso es algo que El Hijo del Santo busca transmitir a sus descendientes, quienes finalmente heredarán el legado de la marca que fundó su abuelo en 1942.

“No es necesario que físicamente esté El Santo o El Hijo del Santo porque la imagen ya está consolidada, es como tener una playera de Tin Tan o Cantinflas, ellos ya fallecieron pero dejaron un legado que, si los dueños cuidan, seguirá fuerte. Lo que he tratado de hacer con mis hijos es que valoren al personaje, la marca y que trabajen con ella para seguir haciendo muchas cosas más, desde productos hasta caricaturas, historietas, películas y demás”.

—¿Cómo defines a tu marca después de todo?

“Ha sido algo que pudimos lograr porque el personaje de El Santo es muy noble, en el sentido de que, aparte de ser querido, es una imagen que toda la gente quiere portar (…) La marca ha ido creciendo y gracias a eso hemos podido hacer otros proyectos”, concluye el aún luchador profesional.

Hay una tercera generación que entró en contacto con los cuadriláteros: Santo Jr. Aunque empezó con la práctica de la lucha libre, por ahora se ha concentrado más en estudios universitarios y música, de acuerdo con su padre, que es El Hijo del Santo.

“Me hubiera encantado que estuviera en la gira, pero habló conmigo y me comentó de sus prioridades. Si él decide pelear será muy bueno, pero yo creo que ya no habrá bisnieto y tataranieto de El Santo”, señala entre risas. “Con tres generaciones es suficiente para este personaje que es inmortal, porque seguiremos viendo a mi padre en las películas y en lo demás”.

Gira del retiro del Hijo del Santo

  • 22 de septiembre – CDMX
  • 4 de octubre – Querétaro
  • 6 de octubre – León
  • 13 de octubre – Monterrey
  • 1 y 2 de noviembre – Londres (Inglaterra)
  • 9 de noviembre – Puebla
  • 10 de noviembre – Veracruz
  • 8 de diciembre – Mérida
  • 2 de marzo – Xalapa
  • 16 de marzo – Guadalajara  

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