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El futbol y la legitimación de la violencia
Comentaristas, jugadores, entrenadores, todos son culpables de validar una falta, hacer trampa, tirarse en el área... dicen que es parte de la picardía del futbol.
“Lo único que tenía claro es que cuando yo era analista alabé un estilo de juego agresivo y valiente; sabía que cuando tuviera la dicha de dirigir, mi equipo tenía que manifestarse así”, manifestó Rafael Puente en su presentación como entrenador del equipo, cuando todavía se encontraba en Ascenso.
En el futbol mexicano, las faltas son concebidas como un método de supervivencia, la herramienta para defender un gol, el resultado, un triunfo. Las convicciones sobre estrategia futbolística quedan a un lado cuando de defender un resultado se trata; más que la legitimación de la violencia en el juego, las faltas son un instrumento en contra del juego limpio.
“Cuando tienes que cortar una acción, por poner un ejemplo en el mediocampo, cuando se forma un contragolpe del rival, tal vez no piensas y cortas la acción, porque despierta el instinto de supervivencia, porque no quieres que te hagan el gol”, describe Jorge Damián Zamogilny, sobre la utilización de las faltas para cortar una acción de peligro.
Un rasgo que destaca el exfutbolista es que la frecuencia de infracciones no determina la intensidad del equipo, como en el caso de Lobos, uno de los equipos con menos faltas, pero que tienen al futbolista que más cometió, el peruano Pedro Aquino.
Según las estadísticas de la Liga MX, 29.1% de las tarjetas amarillas se sancionan entre el minuto 76 al 90; es decir, en la parte final del partido. Si se junta los momentos finales de cada tiempo en el partido, el registro llega a casi la mitad de las amonestaciones del torneo, 47 por ciento.
“Generalmente es el momento del partido de mucha tensión, los últimos 10 o cinco minutos se pueden generar más faltas por esa situación. Cortar el juego para que el rival no logre el cometido de dar vuelta a un resultado o de empatar, de desequilibrar el marcador a su favor”, responde Jorge Zamogilny.
En el medio futbolístico, las faltas tácticas permiten detener el ataque del rival sobre todo en el contragolpe. En otros deportes, como el basquetbol, la repetición de infracciones como método para detener al rival ha sido castigada de forma más rigurosa y las califica de antideportivas, dejando una sanción de dos tiros libres y posesión del balón. En la Euroliga de Baloncesto ya se aplica la nueva regla.
En el futbol, explica el comentarista, la falta se mantiene como un recurso para detener al rival, y aunque existen jugadores que han provocado lesiones a compañeros, todo se debe a las condiciones emocionales de los jugadores, si es que van perdiendo o ganando.
“La situación de tensión puede que genere que se corte demasiado el partido y utilizar las famosas mañas, para tratar que el rival no gane el juego, ahí si encuentro una relación con el tema del juego limpio”, finalizó.