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El gol que busca Mikel: generar más intangibles

Una visión económica analiza nuevos proyectos para la liga, que abarca la internacionalización, la centralización de activos  y la transparencia en la administración de los recursos económicos.

“Tengo que construir una numeralia económica desde la liga, los datos los veo aislados”. Mikel Arriola lo menciona un par de veces a lo largo de la conversación.

Es el momento de que la Liga MX se mire desde otra lente, con principios económicos, con creación de numeralias financieras y con una canasta de proyectos tangibles e intangibles que den un revés a la dependencia de los ingresos por taquilla.

Arriola aterriza una visión económica. Es el nombre que se firmará desde la presidencia en todo cambio que se haga en la Liga MX a partir del 2021, con la mentalidad de que ser outsider de la industria del futbol no tiene desventajas, sino que es un proceso de aprendizajes conocido en su vida, así como lo hizo en el 2011 en la Cofepris y en el 2016 en el IMSS.

Mikel explica el diagnóstico actual de la liga con estas palabras:

“La contracción del PIB en México en el 2020 será de alrededor del 9%, ajustándose a la baja, pero en cuestión de exportaciones, que son de los principales indicadores de la economía en México, el futbol no está ligado. El futbol se trata de variables de consumo e inversión que van alrededor del 15% a la baja desde el 2019. Esos son los números gruesos de afectación económica del Covid para el futbol, que es un sector  en la economía de los de mayor riesgo por ser de espectáculos. Este efecto económico se va a prolongar el primer semestre del 2021, porque ya se anunció la estrategia de vacunación y se va a tomar todo el año que viene”.

Con su backup como abogado y con experiencia en administración pública, Arriola charló con El Economista sobre el diagnóstico de la Liga MX y propone sus primeras soluciones al impacto económico de la industria, entre ellas, la internacionalización de la liga y la centralización de activos para generar más valor en conjunto en lugar de seguir con las prácticas de acuerdos individuales.

La pandemia abrió un boquete de 40% en pérdidas económicas de la balanza de ingresos de la liga, sin minimizar el efecto sistémico en el impacto a otros frentes como los derechos de televisión y los patrocinios por equipo.

Al futbol mexicano le toca salir de una posición difícil para la reactivación íntegra de su industria, es decir, hasta que el semáforo epidemiológico permita el acceso al total de la capacidad de un estadio, mientras, se planea cómo maximizar ganancias.

La contracción económica actual de la industria del futbol la responsabiliza a un análisis epidemiológico, por derivarse del aislamiento social por una pandemia y “no es una crisis de deuda pública o de sistema de pagos, de devaluación o de altas tasas de interés. Primero necesitamos saber cómo se comporta la curva epidemiológica y cuando se puede regresar a los estadios”, enfatiza Arriola Peñalosa.

Soluciones fuera de la caja

En el diagnóstico se asoman soluciones tangibles e intangibles para más ingresos en la liga, que estima, se empiecen a notar dentro del primer año de su gestión. Para muestra, una de las pruebas más grandes para los clubes este año fue la eLiga MX, el único valor intangible que se lanzó como respuesta al cierre de las puertas de los estadios en marzo y a la suspensión del torneo. Se busca que represente ganacias a futuro para todos los clubes.

La canasta de maximización de ingresos no tiene roces con el uso de la moneda. Mikel aclara que  mientras un club y la liga se manejen con buenas prácticas corporativas y control económico, algunos contratos pueden seguir en dólares sin límite en lo que se paga a entrenadores o jugadores, sin que esto se vuelva un riesgo sistémico que afecte aspectos como el nivel de competencia de la liga, su imagen o la imposibilidad de un club de pagar salarios.

La flexibilidad a la internacionalización pide incluso una relación más cercana a Estados Unidos: “por ejemplo, cerrar acuerdos con la MLS en una integración de ligas, o respecto a la venta de equipos mexicanos en Estados Unidos, donde el consumo del futbol mexicano se hace con per cápita de ese país y no es comparable con el de México, además, con una venta de derechos de televisión”.

En otra propuesta y a reserva del tiempo de los acuerdos de cada club con sus marcas de vestimenta, señala que comercializar los uniformes de todos los clubes de la Liga MX a un solo proveedor puede generar más valor.

Sobre la meta de crecimiento en el valor de la Liga MX el próximo año, afirma que tras el impacto económico derivado de la pandemia es más realista mantener el valor que la Liga MX tuvo en el 2019, estimado en 780 millones de euros y, mientras tanto, tomar como inspiración los resultados de los cambios que se han hecho en la Liga de Expansión, antes Ascenso MX.

“Esto a partir del principio de la economía de escala: una liga que comercializa sus activos, como derechos de TV, venta de publicidad y tener un orden de ahorros del 20 al 30% que partan al generarse ingresos adicionales”.

Tan solo en el valor de los derechos de TV de un equipo, la variación del costo es muy amplia, pues estima que va desde los siete hasta los 20 millones de dólares anuales.

La transparencia de los recursos económicos y la colaboración con las autoridades de gobierno son uno de los principios que menciona en los compromisos de su gestión.

—¿Qué acciones concretas harás en la prevención en lavado de dinero?

“Enrique Bonilla avanzó con el convenio con la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) y cabe recordar que los clubes son entes privados, la información que emitan debe regirse conforme a la norma corporativa privada. Mientras tanto, la liga, al ser una asociación  civil, tendrá que manejar la información de los clubes con cargo a la regulación actual. Y si las autoridades facultadas solicitan información, se les debe entregar. No quiero sustituirme en una autoridad y comprometerme con información privada para los clubes”.

Arriola se da a la tarea de compilar todo dato económico, respeta la privacidad de los clubes con sus contratos y valida el trabajo que ha hecho su antecesor, Enrique Bonilla, en los últimos cambios para la reestructuración de la Liga MX.

marisol.rojas@eleconomista.mx

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