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El interés genuino de los jóvenes por jugar en Europa

Jugadores mexicanos menores de 23 años siguen su trayectoria en el futbol europeo, con el afán de superación. México se ha ganado un estatus de torneo de exportación de futbolistas de calidad, por el talento de los jugadores y el monto económico de las transferencias.

Diego Lainez desafió a los dos entrenadores que lo llevaron al estatus de joven promesa del futbol. Tanto Ricardo La Volpe como Miguel Herrera se oponían al deseo del futbolista de 18 años de dejar el futbol mexicano para jugar en un equipo europeo.

“Lainez tiene 18 años, le faltan cuatro años de proceso”, indicó Miguel Herrera sobre los deseos de Lainez de jugar en una Liga europea, justo en el inicio del Torneo Apertura 2018.

Días previos a que se confirmara la venta del delantero mexicano a Real Betis, Ricardo La Volpe, el entrenador que lo debutó, indicó que “necesita seguir superando etapas, ya no ser el jugador promesa, tiene que ser el ídolo y cargarse al hombro el equipo (América)”.

Lo que no podían impedir los dos entrenadores es que la decisión de Diego se sustentara en el interés genuino de los futbolistas jóvenes mexicanos que desde el 2005 han decidido experimentar la metodología europea con menos de 23 años de edad.

El interés de los clubes extranjeros por futbolistas promesa de México no es nuevo y para convencerlos debieron de invertir en total 107.4 millones de dólares por los fichajes de 16 futbolistas mexicanos menores de 23 años que decidieron seguir su trayectoria en el futbol europeo.

“Los futbolistas arriesgan un proceso que tiene que ver con su carácter, la calidad del jugador, y tienen que adaptarse a otras circunstancias en los clubes. No es mala la idea que los jugadores jóvenes se proyecten a equipos europeos, de más calidad que la que pueden encontrar en México, pero se encontrarán con escenarios muy distintos, donde no los van a cobijar”, expresa Raúl Gutiérrez, entrenador mexicano campeón con la Selección Sub-17 en el 2011.

Carlos Vela es el jugador mexicano más joven en salir del país para jugar en Europa. En el 2005, tras conquistar el título de goleo del Mundial Sub-17 y el título mundial con la Selección, Arsenal pagó 3.4 millones de dólares a Chivas por su traspaso. El delantero no debutó en la Primera División de México.

“Los chicos tienen el afán de superación. El futbolista mexicano quiere migrar, pero hay edades que son más correctas que otras para que se puedan desempeñar mejor. Las ligas europeas ofrecen a los jugadores condiciones deportivas interesantes donde van a seguir creciendo”, explica Sergio Egea, entrenador argentino que se ha desempeñado en México en Pumas, primer equipo, y categorías juveniles, así como auxiliar de Hugo Sánchez.

Diego es el segundo futbolista más joven en dejar el futbol mexicano, pero es la transferencia más alta del torneo mexicano. El promedio de edad de los 16 elementos jóvenes que han salido al futbol europeo es de 20.6 años, que en opinión de los especialistas corresponde con la experiencia que ya hayan adquirido con sus clubes en el futbol mexicano.

“La parte metodológica en México es tan buena como en Europa, la única diferencia son las costumbres que tiene el jugador latino, respecto al jugador europeo. El jugador mexicano sufre más por las costumbres, la exigencia que tienen los equipos en partidos de Champions, Europa League y Copa, y es otro ritmo de juego al que tienen que habituarse”, señala Gutiérrez.

Además de Vela, Omar Govea (20 años), Ulises Dávila (20 años) y Raúl Gudiño (18 años) fueron vendidos a clubes europeos sin haber debutado en la Liga MX.

Lainez, quien se fue dos años antes de la edad recomendada, ya sumaba 51 partidos con el primer equipo del América.

Egea señala que con las transferencias de jugadores jóvenes el futbol mexicano se ha ganado un estatus de torneo de exportación de futbolistas de calidad, en primer lugar por el talento de los jugadores y el monto económico de las transferencias.

El entrenador argentino añade una variable para que más futbolistas jóvenes mexicanos apuesten por salir de sus clubes en la Liga MX a temprana edad: la falta de oportunidades.

“En el futbol mexicano, competir y formar jugadores muchas veces no van de la mano, la formación quita tiempo y los equipos mexicanos se preocupan por el presente, por el día a día, llegar a la Liguilla, que es fundamental, y hay una disputa entre el competir y el formar. A la formación hay que tenerle paciencia, situación que muchas veces los clubes grandes del país no tienen”, sentenció.

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