Exportación e internacionalización, el horizonte de la Liga MX Femenil

Tigres y América disputaron la final número 12 en la historia de la Liga MX Femenil, redondeando seis años de historia de un circuito que transformó la forma de vivir el futbol femenino en México, tanto en las aspiraciones de las jugadoras activales y potenciales, así como en la propia confección de la industria.

En lo deportivo, sólo cuatro de 21 equipos que han participado en esos seis años han logrado quedarse con el trofeo: Tigres, Rayadas, América y Chivas, siendo las Amazonas las máximas ganadoras y que, por tanto, han creado una hegemonía que hace que la liga luzca como que ya les queda chica.

Después de procesos de adaptación y consolidación, que perfectamente son ejemplificados por Tigres y sus múltiples coronas, la Liga MX Femenil gira hacia nuevos retos: acelerar la exportación de jugadoras mexicanas y la internacionalización de los clubes para medirse con equipos de otros países.

“Creo que la exportación ya es el siguiente paso, viendo que varios equipos ya tienen éxito en la liga local, como es el caso de Tigres, ahora se trata de que esas mismas jugadoras sigan creciendo, que no se queden peleando por lo mismo cada semestre, al contrario, crear más jugadoras que puedan tomar el lugar de otras para que empiecen a salir, que sea como una escalera de crecimiento para los equipos, jugadoras y hasta para la Selección (Mexicana)”, comenta a El Economista, Adriana Terrazas, periodista deportiva y especialista en futbol femenil.

Antes de llegar a la final del Apertura 2023, varias jugadoras de Tigres como Jacqueline Ovalle, Liliana Mercado y Belén Cruz ya habían ganado cinco títulos de Liga MX Femenil más dos trofeos de Campeón de Campeones. La plataforma nacional ya les ha quedado chica en cuanto a palmarés, pero, ¿cuál debe ser el próximo reto?

“Depende del momento de su carrera. Las más jóvenes, como las que están saliendo de los proyectos sub 18 o sub 20, están en edad de buscar una oportunidad, sobre todo, en Estados Unidos, porque pueden entrar al nivel universitario, que es muy competitivo, buscar una beca, seguir sus estudios y de ahí tratar de ingresar a la NWSL (primera división femenil estadounidense), que sería un gran éxito por el nivel de seleccionadas que tiene esa liga.

Entrar con una edad mayor en esa liga ya es mucho más complicado, pero creo que es más factible buscar un espacio, ya en una etapa post universitaria, en ligas europeas, por la cantidad de clubes que hay y sus diferentes necesidades”, subraya Adriana Terrazas.

En seis años, siete jugadoras mexicanas han dado el salto de la Liga MX Femenil a Europa: Cecilia Santiago, Rubí Soto, Estefanía Fuentes, Paulina Solís, Sofía Álvarez, Itzel González y Desirée Monsiváis, siendo la más joven Álvarez con menos de 23 años y la más veterano Monsiváis con más de 34.

Tres de ellas fueron a España y las cuatro restantes se repartieron entre Países Bajos, Escocia, Portugal e Italia. Otras han tenido oportunidad de llegar a Estados Unidos, como María Sánchez en Houston Dash y Scarlett Camberos en Angel City.

La liga de Estados Unidos también está en el radar de las mexicanas como destino de exportación. Así lo manifestó Kiana Palacios, delantera del América, a este diario: “Sí, creo que se mira muy bien en la carrera de una jugadora tener campeonatos, otros equipos ven eso, es algo bueno para mí. Me quiero quedar (en México), pero también hay otras cosas que quiero experimentar en otros países, como es la NWSL”.

Sin embargo, la Liga MX Femenil es un ecosistema en el que también las jugadoras mexicanas han aceptado ser repatriadas. Stephany Mayor y Bianca Sierra son ejemplos: regresaron desde Islandia para militar en Tigres. Sierra también jugó en Noruega y Estados Unidos, pero ahora ambas lucen adaptadas y felices en Nuevo León.

“Hay algunas que ya tuvieron experiencia en el extranjero y tal vez no estén tan interesadas en salir de nuevo, incluso por tema de edad, pero hay otras que están en un proceso donde podrían competir por un puesto en el extranjero. Son varios retos: a nivel personal, dependiendo la edad, competencia y objetivos. También hay muchas jugadoras que están haciendo el curso de entrenadoras y podrían empezar a tener un poco de actividad en eso (en México)”, recalca Terrazas.

Por otra parte, la Liga MX Femenil no disputa algún torneo internacional como sí lo hace su homóloga varonil en la Concachampions o Leagues Cup. La internacionalización es un reto pendiente que se debería explorar pronto, de acuerdo con la especialista.

Apenas cinco de los 18 equipos actuales han disputado partidos internacionales en estos seis años y todos de manera no oficial: Tigres contra Houston Dash, Angel City, Real Madrid y Barcelona; Rayadas contra FC Dallas, Houston Dash, Portland Thorns y Olympique de Lyon; Chivas contra Inter de Milán; América contra FC Austin Elite, Athenians SC, Bayer Leverkusen, Reign, AC Milan, Real Madrid y Barcelona; así como Pumas contra Houston Dash.

En 2022, Rayadas fue la primera escuadra mexicana invitada al Women's International Champions Cup, un torneo que se celebra en Estados Unidos desde 2018 con equipos europeos y estadounidenses. Las regias fueron subcampeonas contra el Olympique de Lyon de Francia.

“Como club, el siguiente reto sería esperar a tener un tema de internacionalización, que sé que la liga está trabajando en eso con Mariana Gutiérrez (presidenta de Liga MX Femenil), por ello se han tenido amistosos con varios clubes. Sería ideal pensar que a futuro habrá más torneos, que algunos equipos representen a la liga a nivel internacional, eso también sería un paso más para estos equipos que ya demostraron internamente su fortaleza”.