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Fichajes libres, el mercado de la inteligencia

Los jugadores que terminan contrato se vuelven una apuesta lucrativa para los clubes porque no hay que pagar una tasa de transferencia.

Paul Pogba. Foto: AFP

Paul Pogba. Foto: AFP

Un par de jugadores antítesis que parecía imposible que jugaran juntos se hizo realidad en verano de 2021 gracias a la paciencia de los fichajes libres. Sergio Ramos y Lionel Messi terminaron su contrato con Real Madrid y Barcelona, respectivamente, y fueron adquiridos por el PSG a coste cero, solamente negociando sus sueldos y bonos, pero sin que al conjunto francés les costaran un solo euro en cuestión de transferencia.

La mecánica de los fichajes libres consiste en esperar al término del contrato de un jugador con su club anterior y acercarse a ellos con una atractiva cifra en sueldo y bonos, ahorrándose millones de euros en pases de transferencia. El PSG puso la muestra de la inteligencia de sus directivos para lograr estas negociaciones en 2021 no solo con Ramos y Messi, sino también con figuras como Gianluigi Donnarumma y Giorginio Wijnaldum.

“El hecho de que un jugador estando libre pueda negociar con un club da para bien y para mal, pero el principal beneficiado es el equipo nuevo porque no tiene que pagar una ficha, ya que eso les generaría directamente un dinero que tienen que desembolsar y ahora solo pagan el salario. Entonces, en lugar de que el equipo pague 50 millones de euros por un jugador, el bono o la firma terminan siendo de cinco o 10 millones”, explica Rob García, agente de jugadores avalado por FIFA.

Este verano de 2022 se abre un nuevo panorama con estrellas que finalizan su contrato el 30 de junio, entre quienes destacan como los más valiosos el francés Paul Pogba (55 millones de euros), el marfileño Franck Kessié (45) y el argentino Paulo Dybala (40), procedentes del Manchester United, AC Milan y Juventus, respectivamente.

Al tener el estatus de jugadores libres, es decir, sin contrato de por medio, también se evitan las cláusulas de rescisión, que son los últimos candados que ponen los equipos para blindar a sus estrellas o promesas, pues se trata de una cantidad extra que se tiene que pagar aparte del valor de transferencia.

Eso lo aprendió el Barcelona después de la partida de Messi al PSG en 2021. Con el argentino no pudieron renovar el contrato y se fue a coste cero al conjunto parisino; por ello, a su naciente estrella, el mediocampista de 18 años, Pedri, le asignaron una cláusula de rescisión de 1,000 millones de euros en lo que termina su contrato hasta 2026, por lo que si algún club quiere hacerse de sus servicios antes de ese año, deberá pagar cerca de 1,100 millones, incluyendo el valor de su carta.

—¿Qué tanto se benefician los clubes con este tipo de transferencias?

“Bastante, porque evitan tener gastos tan grandes, partiendo de que cada equipo tiene que sacar un presupuesto anual de ingresos, egresos, etcétera y ese presupuesto va directamente a su confederación para poder ser aprobado y que no haya un déficit considerable y se atenten a las reglas del juego (…) Un equipo como Barcelona, en su momento, se llevó gratis a Sergio Agüero y se ahorró entre 20 y 25 millones de euros. Actualmente quieren a (Robert) Lewandowski y el Bayern puso su ficha en cerca de 50 millones, entonces si llega libre te evitas esos 50 millones y pagas cinco. Esos beneficios básicamente parten de las carteras de los clubes”.

El Top 10 de jugadores más caros que quedan libres este 30 de junio oscila entre los 20 y 55 millones de euros, que será la cantidad que se ahorre su nuevo club en caso de que el que todavía conserva sus derechos no logre una renovación de contrato.

En los seis primeros días de junio ya se concretaron seis fichajes libres con valor acumulado de 144 millones de euros, donde los dos jugadores más caros son los defensas alemanes Antonio Rudiger (que pasó del Chelsea al Real Madrid) y Niklas Süle (del Bayern Múnich al Borussia Dortmund), ya que cada uno tiene un valor de 35 millones de euros en su carta.

El beneficio consiste en traer jugadores libres en un buen momento, que la edad no influya en mermar su rendimiento y que todavía puedan ser atractivos para el merchandising del club. Dentro de los que cumplieron con esos requisitos el año pasado se encuentra el defensor austriaco David Alaba, quien fue titular con el Real Madrid y ganó tanto LaLiga como la Champions League en el hueco que dejó Sergio Ramos.

“Cuando el jugador es traspasado de un equipo a otro varían porcentajes. Un ejemplo es que si el jugador fue traspasado por 50 millones de euros, hay una regla estipulada por FIFA, que depende de cada liga, pero ronda entre el 5, 10 o hasta 12% de esa cifra que tiene que ir forzosamente para el jugador, entonces de los 50 millones que recibe el equipo, el que vende, le tiene que dar un 10% al jugador, un 5 o 10% al agente y evidentemente se merman esos 50 millones, en cambio cuando el jugador va libre no hay ese equipo intermediario”, detalla el especialista.

Otros casos están enfocados en partir de sus clubes este verano, antes de terminar sus contratos en diciembre o en el siguiente junio, para permitirle a los actuales dueños de su carta que perciban una cifra por el valor de transferencia. En esa situación se encuentra el delantero polaco Robert Lewandowski, cuya relación con el Bayern Múnich expira hasta junio de 2023, pero quien ha asegurado que su ciclo con ese equipo “ya terminó”.

Si un club quisiera fichar a Lewandowski en este verano tendría que desembolsar los cerca de 50 millones de euros que vale su carta, o esperar hasta el siguiente periodo de transferencias de 2023 para llevárselo libre, como ocurrió con Messi cuando partió del Barcelona luego de meses de intentos de renovación que no se consolidaron.

Además de Pogba (campeón del mundo con Francia en 2018), Kessié (campeón de Italia en 2022) y Dybala (campeón de Copa América con Argentina en 2021), otras cartas fuertes que están libres este verano son el defensa danés Andreas Christensen, del Chelsea; el atacante francés Ousmane Dembélé, del Barcelona; y el centro delantero italiano Andrea Belotti, del Torino, todos con un valor de carta superior a los 25 millones de euros.

“No siempre los clubes intentan retener a sus jugadores, esa es una gran labor que tienen que hacer los directores deportivos, porque no me gustaría gastar 100 millones de euros por un futbolista si al final de los cinco años de contrato se va libre, entonces tienen que hacer la labor un año o dos años antes para renovarlo e intentar venderlo a buen precio”.

fredi.figueroa@eleconomista.mx

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