He aprendido de Van Pierse

Recife, Brasil. Javier Hernández parecía un niño, aferrado a un balón sin aire que apretaba contra su cuerpo mientras se dirigía a atender a los medios de comunicación, luego de reencontrase con el gol jugando para la selección mexicana, tras un año de sequía vestido de verde y en el Manchester United, club en el que en la última campaña fueron escasas las anotaciones y las oportunidades.

Chicharito fue el mismo de antes. Sonriente, relajado, dispuesto a hablar ante las cámaras el tiempo que sea necesario luego de semanas en las que su rostro y mirada le traicionaban y dejaban claro que le incomodaba cumplir con ese protocolo. Antes de escuchar la primera pregunta Hernández, quien no festejaba una diana con México desde el 22 de junio de 2013, fecha en la que le anotó a Japón en un amistoso, volvió a sujetar bien la pelota para luego levantar los ojos y sonreír.

En el Mundial pasado no me traje ningún balón, era lo único que quería pasara lo que pasara, quise pedir el de hoy y coincidentemente se da una buena actuación y pude colaborar , explicó Javier, quien ayer llegó a 36 anotaciones como atacante del tricolor. El delantero del Manchester United ya se miraba tranquilo, disfrutando una noche que le hacía falta vivir desde mucho tiempo atrás. Pero una hora antes las lágrimas lo traicionaron sobre la cancha.

Pensé en la poca gente que todo este año ha confiado en mí a ciegas, pocos saben todo lo que he vivido y pocos confiaron en mí. Esas lágrimas fueron para tratar de conectarme con toda mi gente, mi familia, con todos los que me rodean y también conmigo mismo , explicó el ariete que llegó a Brasil luego de una campaña complicada con su equipo en Inglaterra.

Y es que Chícharo estuvo muy lejos de su mejor año con el Manchester, ése en el que colaboró con 20 tantos y en el que se echó a la bolsa a la afición de los Diablos Rojos. Esta temporada el futbolista nacido de las fuerzas básicas del Guadalajara apenas tuvo oportunidad de mostrarse y estuvo en la cancha sólo en 28% de los minutos posibles.

En 1,419 minutos el centro delantero mandó la pelota en nueve ocasiones a las redes en una campaña en la que tuvo que conformarse con mirar los partidos desde la tribuna. Ya me cansé de ser un relevo de lujo , decía hace 15 días previo al debut de la selección mexicana el rompe redes que con muchos años por delante para ser considerado para el Tri se puso a 10 anotaciones de las 46 de Jared Borgetti, máximo goleador nacional.

Javier disfrutaba su momento, pero se cansó de ser señalado como una de las figuras y luego de mencionar que no sabe si el equipo mejoró cuando él ingresó a la cancha, prefirió mirar hacia adelante, al partido ante Holanda, en el que se buscará avanzar a cuartos de final, la meta que el grupo se ha trazado como mínima.

Chicharito descartó que tras superar a Croacia y ganar su boleto en el Tri vaya a existir exceso de confianza. No nos vamos a sentir que mañana vamos a levantar la copa del mundo ni antes que veníamos (mal en los partidos de preparación) a hacer el ridículo .

Finalmente el delantero del United se mostró contento por poder coincidir con Robin Van Persie, con quien comparte el vestidor en el Manchester. Siento alegría, es un compañero con el que he vivido dos años muy importantes con él, que he aprendido muchísimo, que ganamos un título y va a ser muy bonito saludarlo .

Apenas terminó de atender a la prensa, Hernández abandonó el estadio sujetando con fuerza su balón, mismo que él espera se convierta en su amuleto para poder ayudar el domingo al Tri ante Holanda y seguir con vida en la copa del mundo.