Impact demuestra que ?la MLS puede competir

Hace cinco años la MLS no era el sitio predilecto de las figuras del balompié, aquella liga atractiva por el estilo de vida americano y por el crecimiento del futbol en Estados Unidos. Diego Chará fue el fichaje más costoso de esa temporada, cuando Portland Timbers pagó 1.8 millones de dólares por el mediocampista colombiano.

La liga estadounidense tenía 16 equipos, el promedio del valor de un futbolista en el torneo apenas llegaba a 236,000 dólares y fue también la última vez que un equipo de la MLS llegó a la final de la Liga de Campeones de la Concacaf.

Desde entonces, las condiciones del futbol estadounidense han cambiado. Con una expansión de franquicias, ahora el torneo es binacional, cuenta con 20 equipos tres de ellos canadienses para un valor total de la competencia de 266.4 millones de dólares; los jugadores que integran el torneo ahora valen 514,000 dólares, en promedio, y hay hasta 46 seleccionados nacionales en los clubes.

Impact de Montreal fue parte de la penúltima fase de crecimiento del torneo estadounidense, cuando en el 2012 el equipo debutó en la MLS. Pese a la tradición y el dominio de clubes como Galaxy de Los Ángeles o Houston Dynamo, los más ganadores de la competencia, la Concachampions no contaba en la final con algún representante de la liga estadounidense desde hace cuatro temporadas, cuando Real Salt Lake perdió la final ante Monterrey; ahora es el momento de los canadienses.

El sueño continental ?de Montreal en futbol

Montreal es sede de Canadiens, el equipo centenario y más ganador del hockey. Se podría decir que la ciudad es la capital del deporte sobre hielo del mundo. Hace casi 100 años, en 1917, ahí se fundó la NHL, el circuito profesional del hockey sobre hielo.

Aunque el hockey es el deporte más popular en Montreal, desde 1993 el equipo no es campeón, casi el mismo tiempo que Impact se fundó como club de futbol. La temporada pasada el estadio de Saputo registró un aforo promedio de 85% de la capacidad total del inmueble, a pesar de que el equipo fue el peor de la MLS.

Precisamente, ésa es la paradoja de la MLS, su agremiado llegó a la final de la Concachampions, el torneo de clubes más importante de la zona, pero no es el mejor club de su liga, ni siquiera ha llegado a postemporada desde que pertenece al torneo estadounidense.

La Concacaf le otorga una plaza a Canadá para la Liga de Campeones, por consecuencia, además de Montreal, Toronto y Vancouver los tres participan en la MLS Ottawa Fury y FC Edmonton también compiten para representar a Canadá. Ambos clubes participan en la segunda división del futbol estadounidense.

Eso sí, aunque no es el mejor equipo de su liga y su palmarés se resume a títulos de divisiones inferiores y torneos regionales, Impact de Montreal puede convertirse en el segundo campeón invicto de la Concachampions, ya que sólo Monterrey en el 2011 y el 2013 se coronó sin conocer la derrota. El futbol canadiense está a 90 minutos de hacer historia y regalarle a la MLS su primer campeón continental con el nuevo formato.