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Inversión y paciencia: el éxito de Nacho Ambriz en Toluca
El único mexicano en las últimas cinco finales de Liga MX dirigirá a los Diablos en la final del Apertura 2022, luego de reestructurar al equipo, superar una mala racha y, sobre todo, recibir el respaldo de la directiva en el aspecto deportivo y económico.
Para sorpresa de muchos, Toluca disputará la gran final de la Liga MX luego de no ser favorito ni siquiera cuando ya estaba instaurado en semifinales. El cuadro mexiquense ha ido de menos a más bajo la batuta de Ignacio Ambriz, quien volvió a demostrar que necesita más allá de unos pocos partidos para dar resultados como pasó con León, equipo con el que ganó el título de liga en 2020 antes de probar suerte en la segunda división española.
Nacho Ambriz llegó a los Diablos de cara al Clausura 2022 y, si bien se encontró con un equipo que había quedado en sexto lugar un torneo atrás, no convencía la forma en la que el equipo se desempeñaba en la cancha. Desafortunadamente, el técnico tuvo una pésima temporada de debut, donde terminaron en lugar 15 de la tabla general y fueron la peor defensiva al recibir 36 anotaciones.
La desesperación no se hizo esperar en la afición, tanto por los primeros resultados como por la sequía de más de una década sin título de liga para el equipo escarlata y la multa que pagó el club por terminar en los últimos lugares de la tabla porcentual. Con un panorama de bastante incertidumbre, la directiva decidió darle el respaldo al técnico mexicano y ahora ve rendir frutos a la decisión, misma que también tuvo una gran inyección económica para que funcionara. Según datos de Transfermarkt, nunca en la historia, Toluca había invertido tanto en fichajes en un solo año, con 12.6 millones de dólares, y cabe destacar que apenas fue en el mercado veraniego.
De los jugadores que fichó el equipo, tres ya habían estado con Ambriz en León y eran de su entera confianza. Jean Meneses, Fernando Navarro y Andrés Mosquera arribaron para formar parte esencial del cuadro titular junto a otros de gran calibre como Tiago Volpi y el joven Marcel Ruiz. Eliminaron al club América, que se había colocado como amplio favorito tras terminar en primer lugar de la fase regular y haber marcado 49 goles en los 18 juegos previos a las semifinales.
“No es nada fácil llegar a las finales, todo cuesta, es por un trabajo realizado desde el torneo anterior. No fue fácil con el torneo pasado que me quedara, que yo siguiera. Pagamos una multa y luego invertir. No ha sido fácil y lo baso en el trabajo y la humildad, ser familia”, comentó el estratega previo al encuentro de ida de la final ante los Tuzos del Pachuca.
Si algo luce distinto a torneos anteriores es la conexión que hay entre jugadores, técnico y afición, algo que no se habría logrado sin el cambio de perspectiva de la directiva. “La confianza que le dan al proyecto le da mucho apoyo o impulso a un técnico. Nacho tenía que adaptar un plantel en Toluca y se dieron cuenta que para ser protagonista hay que invertir”, comentó a El Economista, Andrés González, reportero de futbol para TV Azteca Toluca.
Agregó que el técnico tiene un amplio crédito en la armonía que se refleja dentro del plantel: “Hoy cualquier futbolista (de Toluca) habla de familia, todos se llevan bien, hay una unión y es trabajo de Nacho, que haya logrado que en su equipo todos vayan para el mismo camino”. Aunado a esto, destacó la elección de refuerzos por parte del entrenador, pues solo tuvieron que adaptarse a la ciudad y su clima, “ellos ya sabían lo que quería Ambriz en la cancha y solamente era acoplarse con el resto sus compañeros (...) conjugar a (Jean) Meneses con (Fernando) Navarro y (Leonardo) Fernández resultó exquisito para la tribuna, lograron un gran futbol”, sentenció.
Por último, platicó de otro punto muy importante en la gestión de Ignacio Ambriz, que fue reconectar con la afición del Toluca, misma que incluso se llegó a manifestar en entrenamientos hacia la directiva.
“(El entorno en la afición) es espectacular, la gente ha estado muy metida con el equipo, alentando todo el partido (...) los jugadores aceptan que se han contagiado de la tribuna y han sido parte (de la reestructura del club)”, concluyó de la que nombró como una afición exigente.
yoshua.navarro@eleconomista.mx
kg