Joselito Adame se lleva oreja y cornada

A Joselito Adame el error le costó caro. Los estatuarios al iniciar la faena de muleta revisten riesgo, pero intentarlos con viento es un suicidio. El hidrocálido lo sabía y sin embargo así lo probó, pero fue elevado por los aires y recibido por los pitones de su enemigo.

Sin verse la ropa se levantó como energúmeno para cobrarse la afrenta recibida. Citó muleta en la diestra, hilvanó tres tandas en redondo, luego algunos naturales a los que siguieron el pase del desdén y las manoletinas que tuvieron su colofón en una estocada delantera de efectos retardados pero contundentes para recibir la única oreja de la tarde.

Luego de dar la vuelta triunfal, se encaminó a la enfermería de la que ya no saldría, tras la muerte de Estudiante, toro número 80 de La Punta.

José Luis Angelino vivió una pesadilla. En su primero, parado y soso, se retiró en silencio; su segundo se le fue vivo, y el tercero -que lidió por Adame- le mereció abucheos.

El rejoneador Diego Ventura destacó con el primero de la tarde al que mató deficiente para escuchar ovación; el segundo, que saltó dos veces al callejón, no quería nada con la lidia y abrevió para escuchar pitos, y regaló un tercero con el que fue ovacionado.