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La versión sofisticada ?de LeBron corona a Heat

En una serie agotadora, Miami gana 4-3 a San Antonio tras superar ayer 95-88, con ello logra el bicampeonato. James fue el mejor hombre y mostró por qué se le busca encumbrar entre las leyendas

La versión sofisticada de LeBron James apareció en la noche oportuna, sobre su duela, inmerso en la ovación del público que lo acogió desde el 2010. Con la pelota en las manos o sin ella, con la inherente banda sobre la cabeza, en su condición atlética, en su basquetbol y en el lenguaje corporal que llevó a Miami Heat al back to back, gracias a la victoria de 95-88 sobre San Antonio Spurs en las NBA Finals 2013.

El momento en que debía apaciguar a sus detractores y hacer explotar el furor de sus seguidores llegó en la American Arlines Arena de la forma menos esperada en su imagen, pero con los arrestos para no fallar en el séptimo partido que Spurs se resistirá a creer en cómo llegó a él para perder su imbatibilidad en series por el título.

Los 48 minutos de ayer fueron los de la demostración de un focalizado The King James, del ansioso, titubeante, pero a la vez liberado MVP. Concentrado en cada conducción y ataque al área enemiga, menos vociferante y con más vehemencia de meter los puntos hacia la corona que reclamar a los rivales o árbitros. Con menor nerviosismo para quien solía meter y sacar el protector bucal reiteradamente en los seis partidos anteriores.

James fue un shooter desde la mirilla de los triples que, aún cuando ya era un hecho su segundo cetro como profesional, se reservó la efusividad y con mesura felicitó a sus reacios adversarios que hasta el último minuto creyeron en su veterano gladiador, Tim Duncan.

LA APORTACIÓN EL MVP...

En Florida, LeBron, designado como Jugador Más Valioso de las Finales, encestó a larga distancia, en penetraciones hasta el aro, así, hasta encestar 37 puntos (15 mediante triples en 10 disparos) y 12 rebotes después de un arranque lento en los dos primeros periodos donde llevaba 15 tantos. Pero, como sucedió el martes pasado, James dio lo máximo de sí en el nudo del encuentro.

El éxito de todo el esfuerzo de Raymone James en la plantilla de Erik Spoelstra no hubiese sido tan posible sin Dwyane Wade, su complemento con 23 puntos y 10 tablas, aunado a la suma precisión de Shane Batitier, autor de seis disparos de tres puntos.

Y el placer de la victoria de quien se une a Michael Jordan como los genuinos basquetbolistas que en años consecutivos ganan el MVP en campaña regular y títulos de liga no sólo es para la estrella de Miami, la frescura de la champaña del cetro llega para Nike, Coca-Cola, Samsung, Dunkin Donuts y demás patrocinadores que miran cómo uno de sus estelares seguramente justifica los 42 millones de dólares que entre todos le pagan.

CLAVE, FÉRREA MARCA SOBRE DUNCAN

Clave, férrea marca sobre Duncan

El partido definitivo fue el clásico de una final: tensión en los rostros, en la inhalación y exhalación del aire, donde las ventajas en el marcador se alternaron jugada tras jugada hasta que Miami tomó el mando con menos de cuatro minutos.

Heat descifró que mandar dos rivales a cubrir a Tim Duncan los acercaría a acariciar el Larry O’Brien. El de Islas Vírgenes fue sofocado y, aun con su veteranía, a través de 24 unidades encabezó las anotaciones de su equipo. Pero él no podía ganar solo la batalla, con un Ginobili impreciso y con el respaldo insuficiente de Leonard y Parker.

Con la hegemonía de la NBA, Miami Heat es la tercer franquicia con un bicampeonato en lo que va del siglo XXI, al igual que lo hizo Lakers en 2001-2002 y 2009-2010. ?(Con información de Diego Fragoso)

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