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Liga Mexicana de Softbol nace bajo un alto perfil académico

Ingenieras, licenciadas y maestras forman los rosters de la LMS. Eso permite un horizonte de mayores oportunidades, recordando que sus salarios como jugadoras van de 18,000 a 54,000 pesos mensuales.

Foto EE: Especial

Foto EE: Especial

En México, el softbol femenil no sólo se juega entre guantes y cascos, también entre diplomas y birretes. Las integrantes de los rosters de la recién creada Liga Mexicana (LMS), el primer circuito profesional del país para esta disciplina, destacan con formación académica que va desde bachillerato hasta maestrías, lo cual abre un horizonte positivo no sólo dentro del diamante, sino en otras oportunidades.

“Desde chiquita he aprendido a relacionar las dos cosas, deporte y escuela, es algo que me inculcaron. La carrera académica nunca se puede dejar de lado porque las dos cosas van siempre de la mano”, explica a El Economista, Magaly Zúñiga, outfielder de Diablos Rojos Femenil que cuenta con Licenciatura en Administración Financiera y actualmente está cursando la Maestría en Finanzas.

El roster de Diablos Rojos Femenil para la primera temporada de la LMS está compuesto por 14 estudiantes o egresadas de licenciatura, 3 de maestría, 2 de ingeniería y 1 de bachillerato. Son jugadoras entre los 18 y 34 años que están entrando al ruedo de lidiar con una liga profesional y sus estudios o profesiones.

Todas están encontrando la forma de no separarse de ambas ramas. Magaly Zúñiga, por ejemplo, está cursando su maestría en línea en la Universidad Autónoma de Chihuahua, mientras que Dafne Bravo pausó su licenciatura por un semestre para dedicarse de lleno a su rendimiento con Diablos Femenil.

De acuerdo con Jorge Del Valle, gerente deportivo de Diablos Rojos, el panorama es igual en las otras cinco franquicias que componen la primera temporada de la LMS: las profesionistas y estudiantes llenan los rosters. Después de todo, el draft fue compuesto por jugadoras que han participado en circuitos escolares, como los universitarios dentro de México o los colegiales de Estados Unidos.

“Desde que empezamos con el proyecto de la LMS, una de las cosas que pude ver, cuando empezamos la arquitectura del draft, es que este es un deporte que ha permitido que todas las mujeres que se están desarrollando en él, primero, sean profesionistas y luego deportistas.

“Nos da mucho orgullo saber que contamos con un grupo de mujeres preparadas y que más allá del resultado deportivo de este primer año, estamos ganando todos, porque hemos creído en estas mujeres, que van a dignificar el deporte y le van a enseñar a futuras generaciones que la preparación académica nunca ha estado peleada con la deportiva”, resaltó Del Valle.

La temporada número 1 comenzó el 25 de enero y terminará, como máximo, el 17 de marzo. Son casi dos meses en los que jugadoras y otros integrantes del staff tendrán que compartir su tiempo entre el softbol y sus actividades de antes, como la escuela o empleo.

La LMS aseguró una remuneración mínima de 18,000 pesos mensuales para jugadoras y entrenadoras (que puede llegar a un máximo de 54,000) para esta primera temporada, según compartieron fuentes a este diario, algo que es evaluado como “un salario justo”. Además, no perderán el empleo en caso de que ya tuvieran uno.

“En este primer año, junto con María del Carmen Alanís, la gerente deportiva, buscamos que ninguna de las chicas perdiera sus estudios por venir a jugar, se mandaron cartas para pedir autorizaciones”, confirma Jorge Del Valle.

Uno de esos casos es Dolores Audelo, la coach de pitcheo de Diablos Rojos Femenil. Es licenciada en administración de empresas y antes del proyecto de la LMS no formaba parte de la institución escarlata. Cuando recibió la invitación, tuvo que hablar con su empresa para poder estar en ambas organizaciones.

“Ahorita estoy viendo (a la LMS) como un proyecto a futuro. Creo que más adelante se va a extender un poco más y nos va a dar más oportunidades de, si te quieres dedicar 100% a esto, confiar en el proyecto y que se den los resultados para tomar esa decisión”, originaria de Navolato, Sinaloa.

Otros de los perfiles profesionales en el roster de Diablos Rojos Femenil son: Karina Martínez, pítcher, licenciada en Educación Física y maestra en Psicomotricidad; Karla Téllez, pítcher e ingeniera textil; Stefanía Aradillas, outfielder, licenciada en Administración de Empresas y Maestra en Dirección de Capital Humano; Adriana Rodríguez, infielder e ingeniera industrial; Rossy Lizárraga, infielder y licenciada en Arquitectura; así como Janete Ambris, outfielder y licenciada en Diseño Gráfico.

“He trabajado en redes sociales, haciendo artes en una página (web) de beisbol y softbol, soy freelance, hago playeras y gorras de equipos, así manejo la carrera con el deporte (…) Me encantaría pertenecer a esa área (en Diablos), ser parte del staff, si no es aquí en otro equipo o deporte. La verdad, no hemos tenido ninguna oferta, pero sí me gustaría, terminando, hablar para ver si puedo ayudarles en lo que sea. Me encantaría jugar para Diablos y ayudarles en otra área”, mencionó Janete Ambris, quien tiene experiencia como diseñadora en el Centro Cultural Roberto Cantoral.

Al respecto, El Economista cuestionó al directivo Jorge Del Valle sobre la posibilidad de que las jugadoras puedan tener una oportunidad laboral en Diablos Rojos en áreas referentes a su perfil académico.

“Totalmente, al final, una organización está formada de profesionales y ellas lo son. Hoy las vamos a tener en el terreno de juego, pero si algo ha aprendido a hacer Diablos es reconocer la trayectoria de sus grandes ídolos, a veces como coaches o dentro de oficinas, así que estoy seguro que de esta primera generación van a salir las próximas piezas de cuerpo técnico, administradoras, comunicólogas y, evidentemente, con esa pertenencia de saber lo que es portar estos colores”.

“La mayoría de las jugadoras tiene sus metas bien puestas. Las que están estudiando van a tener la oportunidad de ver el campo laboral de una forma diferente gracias a este proyecto (…) Principalmente, veo que las niñas se van a enamorar de esto. Si antes lo hacían por gusto, ahora que tenemos una oportunidad económica y laboral de vivir de esto, qué más pedimos”, agregó la coach de pitcheo de Diablos, Dolores Audelo.

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