Los 2,500 mdd que convencieron a la Odepa

¿En qué fallamos? Se preguntaban una y otra vez los representantes de las ciudades de Bogotá y Lima, ambas candidatas para los Juegos Panamericanos del 2015, luego de la elección que hizo la Organización Deportiva Panamericana (Odepa) para dicho evento, donde se llevó la sede Toronto, Canadá.

Apenas unos minutos antes, durante la presentación de la capital peruana, el entonces presidente de Perú, Álvaro García, exhortaba a los presidentes de los comités olímpicos nacionales a no fijarse en el tema económico para otorgar la sede.

Ésta no es una subasta inmobiliaria, no es una subasta de riquezas, eso vaciaría el espíritu deportivo, no vamos a limitarnos a decir tengo tanto, voy a invertir esto , dijo. Es importante que el país más pequeño pueda hacer unos (juegos) olímpicos, el Perú convoca los Panamericanos porque el espíritu del deporte es universalista, sin exclusión , expresaba.

Instantes después, tanto Lima como Bogotá se quedaban con las manos vacías, mientras que Toronto, Canadá, festejaba conseguir el evento continental. ¿En qué fallamos? , se repetían los colombianos y peruanos.

El discurso de García había caído en oídos sordos. La sede de los JP quedaba en una ciudad que había ofrecido invertir 250 millones de dólares... sólo en su complejo acuático.

De acuerdo con The World Factbook publicado por la Central Intelligence Agency (CIA), Canadá ocupa el lugar 14 en el ranking de economías a nivel mundial, según el último informe del 2013.

Acaso por ello, los integrantes de la Odepa eligieron a Toronto. Quizá también por el sólido proyecto que les presentaron durante la candidatura.

De acuerdo con los responsables de Toronto 2015, para llevar a cabo los Juegos Panamericanos que se realizarán del 10 al 26 de julio, uno de sus puntos fuertes es el apoyo que han logrado en los tres niveles de gobierno: federal (35%), provincial (35%) y municipal (20%), mientras que el resto de los ingresos se obtendrá de los que dejen los juegos.

Ello les dio confianza de poner sobre la mesa 2,500 millones de dólares como presupuesto para el evento, mientras que los peruanos garantizaron 259 millones de la divisa estadounidense y Bogotá, apenas 200 millones de dólares.

Ernesto Gómez Masjuán, periodista cubano y doctor en Ciencias de la Comunicación, opina que la Odepa no está interesada en las pequeñas economías. La Odepa nunca se ha planteado la oficialización de una rotación de sedes, por ejemplo, entre Norte, Centro y Sudamérica , asegura.

La candidatura de Toronto 2015 se basó en la solidez de la economía, no sólo del país, sino de la ciudad. Según un reporte del banco CIBC, la economía de esa ciudad ha crecido del 2013 a la fecha, de hecho, la ciudad es la que tiene el mayor índice de actividad económica en todo el país, con 25.9 por ciento.

Muchos pudieran argumentar que las diferencias económicas son enormes entre Norte, Centro y Sudamérica y, por tanto, el nivel de los juegos no sería el mismo si los organizara Toronto que Lima , indica Gómez Masjuán.

Si lo comprendiéramos como la calidad de las habitaciones o el servicio wifi gratuito o la cantidad de tiendas de Adidas disponibles o la magnificencia de los estadios, piscinas y campos de juegos, lógicamente Toronto sería la sede perfecta, no sólo del 2015, sino de los siguientes Panamericanos , asevera.

El periodista argumenta que el no otorgar sedes a naciones con economías más austeras sólo indica que se pondera la visión comercial así que otra vez vuelve a quedar fuera de la ecuación el factor histórico .

No obstante, explica que el hecho de que las sedes de grandes eventos como los Juegos Olímpicos, Panamericanos y Centroamericanos, obedece también a las necesidades de los mismos organismos rectores del deporte.

La crisis económica ha provocado el desinterés de las ciudades. Por ejemplo, Guadalajara, sede de los Panamericanos del 2011, mostró un gran retraso en la construcción de sus instalaciones. Algo similar sucedió con los Centroamericanos de Mayagüez 2010 y Veracruz 2014.

Estos problemas -recalcó- afectan a largo plazo, no sólo a los intereses de los países y ciudades sede, sino también a las naciones menos desarrolladas que aspiran a los juegos porque en un futuro nadie o muy pocos, para no ser absolutos votaría por ciudades sin tanto presupuesto , concluyó.