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Los ocho hombres detrás de Miguel Herrera
El entrenador del América no sólo ha tenido éxitos deportivos, también de gestión. Por eso, muchos clubes deciden fichar a integrantes de sus cuerpos técnicos por el trabajo que realizan con El Piojo.
Miguel Herrera no necesita escuderos, asiste sólo a las conferencias de prensa después de los partidos, a veces lo acompaña el personal de prensa y más tarde llega Santiago Baños a escuchar al técnico del América, pero siempre a la distancia.
Al técnico del América le gusta delegar, no es un control freak de la plantilla y de ahí que cada uno de los ocho elementos de su cuerpo técnico tenga tareas específicas designadas. Por eso, suelen salir separados, primeros los preparadores físicos, después los kinesiólogos, dos auxiliares técnicos, Miguel Herrera y por último Álvaro Galindo, el último integrante del equipo en salir de los vestidores.
“No vengo completo porque he tenido la fortuna, la gracia y buena elección, que a la gente que ha colaborado conmigo la invitan a desarrollar nuevos proyectos”, expresó Miguel Herrera, durante su presentación como técnico del América, en su segunda etapa, previo al torneo Apertura 2017, y cuando definió que Álvaro Galindo sería su auxiliar técnico principal en su regreso a Coapa.
Miguel ha conformado un grupo compacto para su cuerpo técnico desde que debutó como entrenador en Atlante, en el 2001. El preparador físico José Rangel es el único que lo ha acompañado en todo momento, en un equipo que estuvo integrado por José Guadalupe Cruz, Roberto Andrade, Santiago Baños, Diego Ramírez.
“Considero que un cuerpo técnico siempre tiene que estar renovándose, fortaleciéndose, ya que hoy en día se abarcan más áreas, no solamente las deportivas. hay que estar pendiente en la recuperación de los jugadores, del estado físico y nutricional, del descanso, independientemente de los trabajos especializados de cada posición. Los cuerpos técnicos van creciendo y se van robusteciendo cada vez más”, expresa Ricardo Peláez, directivo que llevó a Miguel Herrera al América por primera ocasión en el 2012.
El expresidente del América indica que normalmente los cuerpos técnicos en México se conforman por cinco elementos: dos auxiliares técnicos, un preparador físico, un entrenador de porteros y algún elemento que realice las funciones de enlace entre el entrenador con la parte logística del equipo.
“El técnico no puede estar tan pendiente, necesita un enlace con el área operativa, de logística y viajes, estadios, hoteles y entrenamientos”, señaló Ricardo Peláez.
En su regreso al América, Miguel tiene el cuerpo técnico más extenso en su historial como entrenador. Además de Álvaro Galindo, a quien incorporó a su grupo desde el 2008, cuando Herrera dirigía a Estudiantes Tecos, Óscar Escobar y Gilberto Adame también fueron auxiliares técnicos del entrenador de Águilas, aunque su incorporación es reciente, de dos y un año de colaboración con el Piojo.
En la parte física, Giber Becerra se incorporó al grupo de trabajo de Miguel Herrera cuando éste llegó a Tijuana, ya que se le asignó funciones específicas para recuperar físicamente a los jugadores. El preparador físico sube videos constantemente donde muestra los ejercicios de los jugadores, ayudado de tecnología e instrumentos para medir el rendimiento.
El entrenador del América mantiene al mismo entrenador de portero desde el 2011, cuando José Torruco llegó también a Coapa sin experiencia previa en el puesto o en cualquier otra posición en clubes de la Primera División. Aunque tiene título de entrenador, el preparador de arqueros sólo se había desempeñado como entrenador en Tercera División. Torruco fue una apuesta de Miguel.
“A mí me gustan los auxiliares que cuestionan permanentemente al técnico, no los que le dicen sí a todo”, explica Ricardo Peláez, sobre una de los requerimientos que pidió a Miguel cuando ambos coincidieron en el América. El exdirectivo indica que Herrera ha evolucionado como técnico y el reflejo es cómo ha confeccionado su cuerpo técnico después de las salidas de Santiago Baños, ahora director deportivo del América, y Diego Ramírez, quien tras un breve paso por Dorados, ahora está a cargo de la selección sub-20 de México.
“Había mucha unidad y un respeto a las funciones de cada quien”, señala Ricardo.
Los colaboradores respetan la posición de Miguel y prefieren no expresar opiniones o conclusiones de los partidos para no generar un mal entorno al entrenador.
