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Los peloteros están más preparados intelectualmente
La experiencia del mánager de la novena escarlata como jugador, representa una ventaja con el equipo para mantenerlos positivos, con lazos de amistad y trabajo.
Miguel Ojeda Siqueiros no sólo se limita a observar a sus jugadores en la práctica de bateo. Puede ocuparse por momentos de lanzarles la bola, tomar un turno al bat o da un par de indicaciones a sus jugadores.
La comunicación, el buen trato con el pelotero, el respeto por el trabajo y la disciplina es algo que trata el mánager de los Diablos Rojos del México predomine con sus jugadores. Miguel debutó como mánager en el 2013 y una temporada después logra ser campeón, título número 16 para la franquicia capitalina. Permanece con el equipo hasta el 2015.
En el 2016 estuvo a cargo de los Richmond Flying Squirrels, sucursal doble A de San Francisco. Y para la presente campaña regresa con los Diablos Rojos, con lo cual encabeza un proyecto que representa jugar con peloteros mexicanos.
La plantilla que tiene a su cargo al menos 15 de sus jugadores tienen 25 años o menos, el promedio de edad del roster activo es de 26.4 años. El director deportivo de la novena, Roberto Castellón, reconoció que Miguel Ojeda tiene una relación íntegra y un manejo total del equipo.
El exreceptor indica que en su etapa como jugador aprendió de sus mánagers y compañeros lo que lo hacían mejor como beisbolista o persona. Ojeda recuerda que cuando iba comenzando como beisbolista le tocó vivir una etapa en el que los jugadores veteranos eran arrogantes, en la que no podías hacerles un comentario, no podías bromearlos. Se acabó esa etapa y llegaron los pelotero jóvenes, mejor preparados intelectualmente, fue notorio el cambio. Entonces, elegí un poco de beisbol de la vieja escuela con el moderno. Yo puedo ser tu camarada, ser tu amigo, si quieres. Pero a la hora del trabajo se tiene que trabajar. Al final de cuentas lo que uno quiere son peloteros a los que les digas: quiero que hagas esto y ellos lo lleven a cabo. Así es como se ganan los juegos .
En su etapa en las Grandes Ligas, Ojeda Siqueiros formó parte de los San Diego Padres (2003-2005), Seattle Mariners (2005), Colorado Rockies y Texas Rangers (2006). Participó en 212 encuentros. En tanto, en la Liga Mexicana acumuló 14 temporadas
En particular, de Bruce Bochy, quien fue su coach en los San Diego Padres, cuenta: Él me enseñó que puedes mantener una buena relación con el pelotero y que puedes llamarle la atención cuando es necesario para mantener el orden y la disciplina .
Bochy acumula 23 temporadas como mánager en las Grande Ligas y entre las novenas que ha tenido a su cargo están: San Diego Padres (1995 al 2006) y San Francisco Giants (2007 a la actualidad). Asimismo, acumula tres campeonatos con San Francisco. Ojeda Siqueiros volvió a coincidir con Bruce, en el 2016 al tener a su cargo a los Richmond Flying Squirrels, sucursal doble A de San Francisco, con la que registró una marca de 62-79.
¿Qué lección te dejó estar a cargo de los Richmond Flying Squirrels?
Allá son muy claros en el sistema de desarrollo. Te dan un proyecto y te dicen esto es lo que vas hacer, así vas jugar, estos son los peloteros que llueve o truene, les esté yendo bien o mal, tienen que estar en el terreno de juego. No puedes cambiarlos, no puedes sacarlos, al menos que tengan una lesión. Tienen que jugar todos los días.
Es importante sumar victorias porque les estás enseñando a ser ganadores también. Pero no es lo primordial. Para ellos es más importante que el muchacho salga al terreno de juego mejor de como llegó ese mismo día. La enseñanza es esa disciplina que tienen para trabajar, tienes que manejar horarios, no puedes salirte del proyecto, no puedes salirte de los horarios y todo eso es importante para mí.
¿Qué enseñanzas has aplicado con los peloteros jóvenes?
A los muchachos les puedo transmitir esa disciplina, que confíen en lo que tienen y que si fallan un turno no quiere decir que son malos, que pueden seguir trabajando y seguir fallando más turnos, pero hay un turno en el partido que te puede cambiar todo el juego.
¿Qué tan complicado es aplicar un plan, sin importar lo que suceda?
Fue difícil. Vas de aquí con un currículum. Vas pensado en cosas grandes, obviamente. Pero al darte cuenta de cuáles son sus planes, pues, obviamente, ya lo que puedas hacer como mánager o lo que puedas enseñar es secundario.
En México planeamos. Con Diablos teníamos un equipo para competir y ganarle a cualquiera. Vinieron las lesiones y hubo que modificar. Nos cuesta más trabajo ganar un partido, pero es parte de la enseñanza que nos deja esta experiencia. Creo que me está sirviendo en lo personal, porque estoy desarrollando habilidades. Será una gran enseñanza y cuando el equipo logre estar con todos los elementos, como fue planeado, será más fácil para mí manejarlo.
¿Cómo describes que dejas al equipo en el 2015 y cómo lo recibes?
El 2015, fue un año de ensueño. Durante la temporada regular, los muchachos jugaron el mejor beisbol que pudieron jugar en su carrera. Éramos un equipo muy redondo, muy completo y se demostró a los largo de la campaña. Juegos que íbamos ganando en la novena entrada, era muy difícil perderlos y un equipo que se quedó listo para seguir compitiendo para lograr cosas muy grandes. Lo dejamos en los playoffs, perdimos ese séptimo juego contra Tijuana que nos deja fuera, pero es parte del beisbol.
Llego en el 2017, ya con un equipo con puro mexicano, obviamente, es difícil conseguir esa fuerza en el beisbol mexicano. Hay pocos peloteros que te dan ese punch y logramos conjuntarlo al principio del año.
Las lesiones nos tienen muy mermados y tenemos que jalar de nuestras sucursales, como Ensenada, la academia. Eso es lo que tenemos, seguimos trabajando con los muchachos y tratar de mantenerlos positivos, que demuestren su calidad que los ha llevado hasta este punto.