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Ma Jin y la minuciosa exigencia por el clavado de oro
China es el país donde la medalla de plata se siente como derrota. La obsesión por el oro es ingrediente en la mentalidad de la entrenadora, que durante 21 años ha subido a México a los podios internacionales. Ma Jin revela cómo elige y trabaja sus objetivos.
Llegó el día más esperado para Ma Jin. Se encuentra en París a unas horas de presentarse en la piscina olímpica junto a sus clavadistas Osmar Olvera y Juan Manuel Celaya. Esa mañana se levantó pensando qué ropa ponerse confiando en la mística de los colores y el pensamiento budista.
Pese a sus 21 años de residencia en México, Ma Jin tiene presente su cultura. Incluso, menciona que es la primera vez que uno de sus clavadistas coincide con su signo en el calendario chino. Osmar y Ma Jin son afines, nacieron en el año del signo del mono. Además, cree en el talento innato de los clavadistas como ingrediente para que sus enseñanzas den mejores resultados.
Ma Jin es la entrenadora con fama de exigente y ‘regañona’, pero ella considera que esos adjetivos en México se le atribuyen porque su personalidad es directa y disciplinada. Además, aclara que su vocabulario en español no es amplio y eso hace sus indicaciones más cortas, sin rodeos.
Su legado como entrenadora en México inició en el 2003. Los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 abrieron su camino con medallas, que hasta la fecha, suman 264 en competencias internacionales.
Después de París 2024, la entrenadora visitó a El Economista. En entrevista, explicó los detalles que llevaron a la medalla de bronce de Osmar (trampolín de 3 m individual) y a la de plata (3 m sincronizados junto a Celaya). La fórmula china se ha puesto a prueba ante las características físicas y de mentalidad de los mexicanos. La entrenadora china-mexicana elige a sus clavadistas observando lo siguiente: “la forma cuerpo debe ser físicamente adecuada a los clavados, veo la salida, la posición en el aire, los mortales y cómo entran. En los clavados de pie muchos clavadistas saben bien dónde están, pero de cabeza en el salto, ya no saben. Un clavadista debe ser valiente, tener fuerza de voluntad y la meta grande, de que quieren subir el nivel”.
Ma Jin no pudo vivir como atleta, el sueño olímpico representando a China, pero fue alumna de Ren Shao Fenm, quien entrenó a la ex campeona mundial y olímpica Chen Ruolin. La mente de Ma Jin viene de un país que ha ganado un total de 55 medallas de oro en clavados en los Juegos Olímpicos, desde la primera vez que lo hizo en Los Ángeles 1984. En París 2024, China barrió con todas las medallas de oro en clavados. Algo histórico.
_¿Por qué es tan difícil ganarle a los chinos?
“Entre México y China hay muchas cosas diferentes. Los chinos trabajan mucho de mañana a noche y tienen a mucha gente al servicio del equipo. Los atletas desde niños tienen el apoyo. Para los chinos es necesaria la medalla de oro, porque la plata significa perder. Le comenté a Osmar y Juan que hasta el último momento se debe competir por la medalla”, explica Ma Jin.
La imagen de los clavadistas chinos Long Daoyi y Wang Zongyuan, a través de las pantallas mostró toda sorpresa cuando la dupla mexicana hizo su clavado. La sensación de los mexicanos fue que el clavado merecía el oro, sin embargo, Ma Jin analiza de forma minuciosa qué falta por corregir.
“Tiraron muy bien, muy sincronizados. Faltan ajustar detalles por el estribo que hace Juan Manuel, pero ya no había tiempo antes de los Juegos para cambiar. Ambos cayeron igual, con misma entrada. Pensé que sí podían ganarle a los chinos, pero la verdad es que el sistema de China tiene apoyo hasta afuera de la alberca. Faltan detalles. Celaya estaba un poco más nervioso que Osmar, pero nerviosos. Para ganar una medalla de oro, el clavado se tiene que ver bonito y limpio de agua. Todo depende mucho de la técnica. No ganamos pero muchos, en México y China comentaron que el oro era de México”.