Lectura 6:00 min
Marruecos y la Copa del Mundo, un ecualizador del África moderna
La identidad continental africana existe y desea cumplida la predicción de Pelé. Marruecos tiene en Qatar 2022 el poder de la respuesta y acariciar la Copa del Mundo.
Marruecos está en el altar del continente africano. Ha logrado ese lugar con el futbol y con la estrategia que les dio vida para soñar con la semifinal, por primera vez, para un equipo de origen africano.
Y como los sueños no conocen límites, el equipo marroquí despierta la fe de una final en la Copa del Mundo. Por el momento, en Qatar 2022 rompieron el molde de las apuestas y de lo que se daba por hecho: Marruecos derrotó a España en octavos de final, y en la fase de grupos vencieron a Bélgica, Canadá y sacaron el empate (0-0) ante Croacia.
“El futbol sigue uniendo a los africanos de todas las regiones e incluso de la diáspora. En esta ocasión, las esperanzas del continente reposaban en cinco selecciones: Camerún, Ghana, Marruecos, Túnez y el campeón continental, Senegal. Todas esas esperanzas recaen ahora sobre los hombros de Marruecos. Podría ser la primera vez que un equipo africano esté en la semifinal de la Copa Mundial. La unidad continental creada por el futbol se ha fortalecido desde Rusia 2018.
El sentimiento de solidaridad siempre alcanza un punto álgido en los meses previos a una Copa del Mundo. La pasión africana por el futbol está entretejida en la historia de la creación del África moderna. Ningún otro deporte tiene tal poder para unir. El futbol todavía se ve como ‘el gran ecualizador’, una plataforma para mostrar el talento africano”, explica a El Economista Paul Nantulya, investigador del Africa Center of Strategic Studies, una institución académica dentro del Departamento de Defensa de los Estados Unidos.
Si este Mundial de Qatar ha dado resultados impensables, ¿por qué no retomar la predicción que hizo Pelé en la década de los setenta?: “Una nación africana ganará la Copa del Mundo antes del año 2000”.
Han pasado casi cinco décadas desde entonces y el futbol de las naciones africanas ha demostrado desarrollo, nutren de jugadores a las ligas europeas e invierten en infraestructura. Selecciones como Túnez, Marruecos y Egipto tienen ligas más reconocibles porque financieramente están entre las más fuertes del África subsahariana.
Un estudio de la consultora internacional KPMG de este año indicó que hay más de 500 futbolistas africanos en las ligas europeas, tres de ellos, están entre los 20 más valiosos del mundo, como Mohamed Salah, Aurélien Tchouameni y Bukayo Saka.
Sin embargo, estos nombres ni siquiera brillaron en el Mundial de Qatar. La plantilla marroquí es la protagonista, que en valor de transferencia es la décimo séptima (315 millones de euros) respecto a las 32 participantes. Mientras que el entrenador Walid Regragui tampoco figura entre los mejor pagados del Mundial. Tomó al equipo apenas en agosto pasado, tras el despido del entrenador de origen bosnio Vahid Halilhodžić, que los guió durante la clasificación.
¿Sus credenciales como entrenador? Tres equipos árabes y una preparación senior de 1998 al 2011 en clubes de Francia y España. Con eso y la fórmula correcta, Walid consiguió que se colocaran como el cuarto equipo africano en alcanzar la fase de cuartos de final, los anteriores fueron Camerún 1990, Senegal 2002 y Ghana 2010. Además, el equipo marroquí jugó de nuevo unos octavos de final desde 1986.
“Estamos tratando de ser una potencia en África. El continente avanza, Marruecos ha hecho un gran esfuerzo. Llegué en 2013 y desde entonces he visto evolucionar los estadios, la federación ha hecho un esfuerzo enorme, su majestad ha invertido muchos recursos. Ahora, no debemos quedarnos dormidos, debemos continuar”, dijo el entrenador en una conferencia.
Regragui reunió al equipo con mayor diversidad nacional del Mundial, pues 14 de los 26 jugadores nacieron fuera de Marruecos y proceden de seis países diferentes.
“Las principales ligas europeas, como la Premier League, la Ligue 1 de Francia, la Liga española y la Bundesliga, no serían lo que son hoy sin los jugadores africanos. En la edición de 2020 de la Copa Africana de Naciones, más de la mitad de todos los futbolistas jugaron en los mejores equipos de las ligas europeas y otras ligas como la nigeriana Uchena Kanu, que ha conquistado la Liga MX femenil. También encontrarás jugadores africanos en la liga brasileña y otras ligas de Sudamérica, como en Paraguay”, subraya Paul Nantulya.
Al paso del tiempo, la FIFA ha dado más representación a los países africanos. Creció modestamente de dos lugares en 1982 a tres en 1994 y cinco en 1998. En el Mundial del 2026, habrá 9 equipos por primera vez.
“El momento de África ha llegado. Fue sede de la Copa del Mundo en 2010, pero merece volver a albergarla. África ha recorrido un largo camino. Desde 1930 hasta 1962, Egipto fue el único representante porque el resto del continente estaba colonizado. En 1966, los países africanos boicotearon la Copa del Mundo para enviar un mensaje a la FIFA de que merecía un lugar garantizado en el torneo. Esto finalmente se aseguró en 1970, y los equipos africanos han demostrado su talento, por ejemplo, cuando Argelia venció a Alemania Occidental en 1982, Marruecos derrotó a Portugal en 1986 y Camerún venció a Argentina (con Maradona jugando) en 1990”, recapitula Nantulya.
En Qatar 2022, Camerún dejó también estadísticas qué contar. Vencieron a la selección número uno del ranking FIFA: Brasil. Es la primera vez que la verdeamarela perdió en una Copa del Mundo ante un rival africano.
“Camerún se ganó el cariño de todo el continente después de vencer a Brasil, pero su país está experimentando mucha agitación. Es difícil describir lo que esto significó psicológicamente para los africanos y lo que esto hará por el deporte en el continente. Los africanos ven a Brasil como su punto de referencia, una especie de hermano mayor y esta victoria fue, por lo tanto, afirmativa y validadora. Y luego, estaba el caso de Túnez, que aseguró una victoria sobre los campeones reinantes, y ex colonizadores, Francia. Aunque estos equipos se retiraron antes de los cuartos de final, hicieron una poderosa declaración de que el futbol africano debe tomarse en serio”.
Por otro lado, el delantero suizo (por su doble nacionalidad) Breel Embol se convirtió en el primer jugador en marcar un gol al país donde nació.
“Eso es parte de la magia del futbol. Vimos algo de esta magia en un momento emotivo cuando el delantero Breel Embolo, camerunés de nacimiento, se negó a celebrar un gol que marcó contra Camerún en la fase de grupos. Fue un gesto poderoso que no solo levantó el espíritu de África, sino que también centró la atención mundial en Camerún”, agrega el especialista del centro de estudios africanos.
¿Qué tanto la identidad continental africana desea creer en la predicción de Pelé?
Marruecos tiene en Qatar 2022 el poder de la respuesta.