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Messi FC funciona cada vez mejor
Con tres victorias en la primera ronda, el astro del FC Barcelona fue la estrella para comandar la victoria.

Durante la temporada a Messi se le reclamó desaparecer en partidos claves con Barcelona. El último juego de Liga y la vuelta de cuartos de final en Champions, ambos ante Atlético de Madrid, Leo fue una sombra que deambulaba por el campo. Se extrañaron las carreras vertiginosas y al final los reclamos por su poco sacrificio sellaron un ciclo de olvido para él y su club.
En Brasil 2014 Argentina es Messi. Cada partido el equipo albiceleste se parece más al Messi FC y los números lo respaldan: consiguió dos goles que lo ubican, junto a Neymar, como líder de goleo y es el primer argentino que anota en partidos consecutivos de Mundial. Mientras la Albiceleste culmina la fase de grupos con marcha perfecta, tres victorias, pero sigue generando dudas en la construcción del futbol asociativo. Ahora fue ante Nigeria. La victoria 3-2 sobre los africanos no fue dominante y en parte por la propuesta abierta de las Águilas Verdes. No obstante, la zurda de Leo y un gol con la rodilla de Marcos Rojo les dio el liderato del grupo.
La tesis sostiene que el argentino se guardó para el Mundial. Esta temporada el atacante se perdió 11 partidos con su club por una lesión muscular. Necesitó 59 días para recuperarse y varias semanas pasó en Argentina para olvidarse de los problemas internos del Barsa.
Ante Nigeria reapareció el goleador implacable. Una pelota que rechazó el portero Enyeama, luego de un disparo potente de Di María, la tomó La Pulga y fusiló la portería donde dos jugadores africanos se ofuscaron por el misil. Apenas corrían tres minutos y se esperaba su mejor versión.
Sin embargo, en la siguiente jugada Ahmed Musa empató el partido con un disparo ajustado al palo izquierdo de Sergio Romero. El gol desnudó las carencias defensivas del equipo argentino, que tuvo dificultades ante rivales excesivamente defensivos y contragolpeadores (Irán) y con buena técnica y posesión del balón (Bosnia).
Durante los 63 minutos de participación que Messi estuvo en el campo cargó con el peso ofensivo de la Albiceleste, sólo Ángel Di María sostiene el ritmo de La Pulga. El mediocampista del Madrid es el único que utiliza la gambeta como recurso de distracción, el disparo de larga distancia como variante y las diagonales como opción de ataque. Higuaín y Agüero quieren complacer a Messi con pases cortos, pero en el camino se vuelven intrascendentes.
Ayer Leo no fue un huracán. Apenas tocó la pelota 22 ocasiones, la mitad que Di María y un tercio que Mascherano; además, corrió sólo seis kilómetros. Su virtud fue la efectividad. Anotó dos de cuatro disparos y su presencia vitalizó el estado de ánimo de la Albiceleste.
Fue hasta el gol de Marcos Rojo, en tiro de esquina y con la rodilla, que Sabella decidió sacar a Messi y, como consecuencia, El Fideo fue un náufrago. Apenas unas cuantas carreras y disparos. Argentina terminó la fase de grupos al estilo Messi: perfecto en números, pero criticable en el sentimiento.