Lectura 9:00 min
Mexico Open at Vidanta en renegociación y reinversión
Grupo Salinas expande su visión para acoger al PGA Tour y no solo trabaja por la ampliación de contrato con una intención de hasta 10 años, también se asesora para abrir el primer Centro de Alto Rendimiento en nuestro país. No es lo único, el golf femenil del LPGA está en los objetivos a futuro. “Ya se juntó el interés corporativo y los patrocinadores, depende de la agenda”.
El capital que hará realidad el Mexico Open at Vidanta en sus tres primeras ediciones en Vallarta pone en la mesa la solicitud para hospedar el PGA Tour por cinco o hasta 10 años más. Para ser viable, solo depende de la agenda del tour, porque el interés económico y de otros destinos en el país, están bien puestos.
Precisamente la agenda del Tour moverá la fecha del Mexico Open 2024, que se recorrerá dos meses antes. Benjamín Salinas, Vicepresidente del Consejo de Administración de Grupo Salinas atendió a EL ECONOMISTA en el primer día de actividades del torneo y respondió sobre el balance económico, los siguientes proyectos y el compromiso de tener semillero de golfistas en nuestro país.
“Haremos la siguiente edición (2024) y estamos en plena renegociación con el PGA Tour para irnos por otros cinco o 10 años más y ahí puede haber cambio de contrato. (...) El interés de otras sedes existe, hay muchos que nos han buscado para tener un torneo, el problema es que la fecha es lo más complicado en la agenda del PGA Tour, incluso, nosotros no sabemos cuales son. La fecha del siguiente año será dos meses antes y no sé en la edición del 2025 cuando sería”.
Por una edición Grupo Salinas invierte 450 millones de pesos, cantidad que incluye el pago de derechos al PGA Tour, la bolsa de premios y la operación, pero no considera los gastos de los jugadores, porque ellos mismos pagan por su hotel, caddies, instancias, psicólogos, coaches y todo lo que necesitan para jugar.
Hace dos años, Benjamín Salinas comentó a este diario que pagaban 60 millones de dólares en cada edición. Hoy aclara que la cifra corresponde solo a lo que se le paga al PGA Tour.
_ ¿En qué etapa se encuentra el Mexico Open at Vidanta financieramente?
“¿Dónde estamos? En este torneo salimos arriba de tablas porque mucho de la derrama que hacemos va directo al golf. Tenemos nuestro programa del First Tee patrocinado por este evento, tenemos patrocinios de jugadores, otro tipo de eventos del Tour, ayudamos al desarrollo de jóvenes. Para nosotros lo que se genera lo vamos a reinvertir. Hicimos una transición de un World Golf Championship a un Mexico Open. Es distinto porque los otros torneos que hicimos era un Mundial de golf y no había cortes, solo jugaban los mejores 70 del mundo.
Hoy es distinto, en este PGA Tour hay 150 golfistas. Tuvimos que rehacer el evento desde cero y compararlo con lo que hacíamos en la ciudad de México. Esto hace más sentido para nosotros porque es un evento más pequeño y más viable financieramente. La bolsa de premios es menor para los jugadores. Para nuestros socios inversionistas se vuelve muy cómodo poder comprar diferentes propiedades que antes no podíamos vender. Ahora podemos vender los porches del campo, los hospitalities con activaciones y el Pro-Am se vuelve un evento atractivo que me avala corporativamente”.
El campo de golf de Chapultepec fue un destino que cautivó al PGA Tour, a Grupo Salinas y atrajo mayor asistencia de fans, con un potencial de hasta 70,000 personas. La transición al cambio de identidad, de sede y de patrocinadores pone al torneo aún en una condición de recuperación. Dos situaciones opacaron la continuidad del torneo en la ciudad de México: la fallida negociación con los dueños del campo y el pago al PGA Tour por el torneo que no se disputó en el año de la pandemia, que rondó los 14 millones de dólares, negociado en pagos a cuatro años.
“En la CDMX estuvo padrísimo porque en las ediciones que teníamos entraban 70,000 personas porque está muy céntrico, la gente manejaba 20 minutos y llegaba. Me encantaba la ciudad pero no somos dueños de ningún campo. Los socios que nos rentaban el campo decidieron ya no prestarlo. No cierro ninguna puerta a Chapultepec, pero partimos de eso, es un campo privado, donde hay socios y ellos mandan si se hace el evento ahí o no (...) Claro, hay muchos intereses, nos han buscado de Los Cabos, Monterrey, Riviera Maya, el mismo Grupo Vidanta tiene Puerto Peñasco, que es una gran inversión que están haciendo en el norte. También podría haber chance de irnos para allá”.
En la primera edición del torneo en Vallarta, el director ejecutivo Rodrigo Suárez comentó a este diario que la derrama económica estimada fue de 3,000 millones de pesos. Por el momento, Benjamín Salinas calcula que de las ganancias del Abierto Mexicano la reinversión toma “entre 1 y 2 millones de dólares” tomando como referencia que en el First Tee (evento de jóvenes talentos que también tienen) genera cerca de 500,000 dólares “más los patrocinios que les damos a los jugadores que calculo unos 200 y tantos mil”.
En cuanto a los números rojos, el pago a PGA Tour por la edición que no se disputó (por la pandemia) “pagamos como si hubiéramos hecho la fecha. Este torneo y el siguiente, todavía trae un sobrecosto por el año que no pudimos”.
La mudanza de Chapultepec a Vallarta vio un cambio también en lo que se genera por asistencia. El año pasado ingresó un estimado de 25,000 personas en cuatro días. Hoy, el precio de los boletos se divide en dos opciones: el Acceso General que vale desde los 2,000 pesos hasta el Abono de cuatro días en 7,000 pesos, y el ticket exclusivo Upgrade Ticket que cuesta desde 3,000 pesos por día hasta 14,000 pesos por el abono.
_ ¿Cómo lograr un sold out?
“Tenemos dos tipos de fans, uno que es mega fan y viene hagamos lo que hagamos y luego tenemos el fan que conoce de golf pero no vive ni sueña golf y no conoce, a ellos les tenemos que dar otro tipo de experiencia. Hacemos activaciones alrededor del campo, que es un gran centro para vacacionar, el centro acuático, de entretenimiento, los torneos de padel, tratamos de vestir con actividades recreativas, esto lo hacemos para el que no es tan fan del golf. Hicimos el fan zone en el hoyo 17 donde la gente puede comprar un boleto, ir a comer y ver la TV. Aunque tengamos menos gente, esto genera más dinero. El hospitality representa un 90 % de la derrama”.
Desde 2017, Grupo Salinas se comprometió a traer el mejor golf a México a través del PGA Tour y es apuesta inamovible pese al surgimiento de otras opciones internacionales.
_¿Te llamaría la atención escuchar oferta de la LIV Golf?
“No creo porque lo más importante para nosotros es desarrollar el golf y la nueva Liga no ha desarrollado un contrato de TV, no han generado un fanbase. Dicen que los eventos son buenos pero no generan tradición aspiracional. PGA sigue viendo el camino de los jóvenes, no es solo jugar por dinero, nos gusta apostar por el desarrollo del golf y esa liga aún no cumple con esas características, si algún día la llega a tener, sería interesante”.
Planes en borrador
El Centro de Alto Rendimiento de golf (CAR) y la búsqueda de un torneo femenil están en la página de proyectos de Grupo Salinas, aún sin fechas estimadas ni presupuesto definido, pero conjuntando todos los socios interesados para hacerlo realidad.
El golf femenil mexicano tiene nombres que se han consolidado en LPGA como Lorena Ochoa, Gaby Lopez y María Fassi. Grupo Salinas sabe que de coincidir una fecha o aspecto con el Mexico Open, la apuesta sería total.
“Me encantaría. Conocemos a tantas buenas golfistas que deberían tener la oportunidad de jugar contra las mejores del mundo. Quiero hacer un torneo del LPGA y me gustaría hacerlo en algo relacionado a este torneo o las mismas fechas. Son ideas que hemos rebotado pero no hay nada hecho, yo sé que el LPGA está puesto, pero que tenga que ver con México, que sea atracción durante la semana, está en construcción. Aún no empezamos negociaciones con el LPGA, pero ya se juntó el interés corporativo, los patrocinadores y puede ser sencillo ampliar esto la próxima semana o la previa o la misma, pero que sea algo en conjunto”.
En cuanto a la construcción del CAR, la asesoría del PGA Tour es cada vez más cercana. Esta semana se habló del proyecto y Salinas concluye que para levantarlo se necesita llegar a una sede donde existan buenas universidades como la Ciudad de México.
“No es un tema de dinero porque ya lo hubiéramos hecho, es cómo empatar este esfuerzo dentro del rompecabezas del desarrollo del deporte en México. No puede ubicarse en la playa, pero sí en la CDMX donde están las mejores universidades. Venimos de una reunión con el Director de la Universidad del PGA Tour y nos explicó cómo funcionan los amateurs a nivel universidad, como los rankean. En México no existe nada así, los jugadores buenos tienen que ir a Estados Unidos a foguearse y tener exposición. Por más que todos queramos hacerlo, lo tenemos que alinear. Ya tenemos los ´OK´ del PGA Tour. Cuesta lo que se necesite, porque si el CAR tiene dormitorio, escuela, campo de golf, podría costar 20 millones de dólares o puede ser una cosa con campos de golf prestados o instalaciones modestas, accesibles. No es tanto el dinero, es dónde podemos hacerlo y dónde irán los jóvenes a estudiar”.
Benjamin Salinas ubica a los empresarios dispuestos a financiar a largo plazo el desarrollo del golf en México y en la suma de experiencias realizando torneos de élite define que la etapa que se vive hoy, es de reinversión y negociación para la expansión al golf femenil y de torneos juveniles.