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México demuestra que es capaz ?y competitivo
La selección derrotó 3-1 a Croacia, con goles de jugadores que habían sido criticados y señalados: Márquez, Guardado y Hernández.
Recife, Brasil. A Rafael Márquez se le nublaron los ojos en pleno festejo. El capitán de la selección mexicana gritó, eufórico, el tanto que encaminó al Tri a vencer a Croacia 3-1, resultado que los tiene ya en octavos de final. El líder del equipo que dirige Miguel Herrera jaló su playera con coraje, violencia, mientras corría hacia un costado de la cancha para ser abrazado por todos sus compañeros.
El futbolista que porta el brazalete por cuarta justa consecutiva tenía razones de sobra para conmoverse casi hasta las lágrimas, luego de conectar con violencia y convicción una pelota con la frente en el cobro de un tiro de esquina que terminó por incrustarse en las redes croatas. Rafa volvió a sentirse líder vestido de verde, a ser determinante en un partido de un Mundial cuando la clasificación del equipo estaba en el aire, luego de que hace unos meses había sido exiliado del combinado nacional que dirigía José Manuel de la Torre.
Márquez dibujó una sonrisa en su rostro cuando terminó de agitar su casaca con la mirada apuntando hacia el cielo, consciente de que todo había valido la pena, de que apostar por regresar a México aún sacrificando buena parte de su sueldo para militar con el León y ser observado por el cuerpo técnico había sido la mejor decisión. Hoy tiene un bicampeonato en México, cuatro justas mundialistas disputadas y tres anotaciones en este tipo de torneos.
El zaguero central de 35 años regresó a su posición intercambiando miradas con Miguel Herrera, su entrenador, principal culpable de que él haya llegado a su cuarta copa del mundo. Rafa levantó el pulgar, apretó los puños y jaló aire para regresar a la batalla, ya siempre sonriendo, dejando atrás ese sabor amargo que le significó ser relegado por Chepo y su cuerpo técnico en la eliminatoria. El ex futbolista del Barcelona es agradecido, sabe que su estratega le dio su lugar de líder en todo momento y, por eso, el abrazo tras el silbatazo final fue efusivo con El Piojo.
Ayer el partido no sólo le dio una revancha al defensa michoacano. Momentos después de su anotación Márquez levantó los brazos y festejó el tanto de otro elemento que la pasó mal meses atrás. Andrés Guardado, quien remató con potencia un servicio de Oribe Peralta, había apostado por salir de Valencia e ir a Alemania, al Bayer Leverkusen, con el objetivo de tener minutos y poder llegar a Brasil. Al final el cuadro teutón jamás le dio oportunidades y su convocatoria al Mundial estaba más que en duda.
Por eso el capitán del Tri y Andrés, quien disputa su tercera justa, gritaron como nunca sus anotaciones y buscaron a Miguel Herrera para estrechar sus manos con él mostrarle gratitud por creer en ellos, a pesar de que muchos los señalaban como desechables en el once inicial para este torneo.
Chicharito fue el encargado de marcar el tercero, fiel a su estilo, apareciendo en el lugar y momento indicado para empujar una pelota a unos pasos de las redes y aumentar la fiesta que ya se vivía en las tribunas.
A Rafa y Guardado ni siquiera se les borró la sonrisa cuando Ivan Perisic fusiló a Memo Ochoa para decretar el tanto del honor para Croacia, equipo que terminó con 10 hombres tras la expulsión de Ante Rebic por una dura entrada sobre Carlos Peña. Ambos futbolistas sabían que era cuestión de tiempo para que llegara el silbatazo final y pudieran levantar los brazos, volver a saborear sus anotaciones, mirar al cielo y agradecer la revancha que el futbol les dio en Recife, ciudad que fue testigo de la calificación a octavos de final.