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Mundial 2030 en Ucrania; una estrategia de difícil aterrizaje
Antes de un Mundial de Futbol se debe mirar si la infraestructura, demografía, economía y seguridad de Ucrania están en control y orden para invertir en un mega evento deportivo. La candidatura junto a España y Portugal es un beneficio sólo en el discurso de paz.
Ucrania, Portugal, España y los que aprueban la idea de que este tridente organice el Mundial 2030, consideran que en ocho años el conflicto bélico con Rusia ya no estará en el mapa mundial o no será un obstáculo para un mega evento con tráfico internacional.
Oficialmente, la invasión de Rusia a Ucrania inició en febrero del 2022, pero antes de esto, los problemas geoestratégicos en la región mantuvieron encendidas las alarmas. Los ideales de un Mundial como vehículo de paz, diplomacia deportiva y “el sueño de las personas que sobrevivieron a los horrores de la guerra”, como expresó el presidente de la Federación de Futbol de Ucrania, Andriy Pavelko; es una ilusión.
“Antes de pensar en un Mundial de Futbol, en términos amplios hay tres factores importantes que se tienen que observar ante la recuperación de una guerra: primero la reconstrucción de la infraestructura civil, como carreteras, caminos, puentes, telecomunicaciones, edificios y la inversión que se requiere para ello. La segunda, son los picos demográficos antes y después de la guerra, sobre todo por el fenómeno migratorio de las personas y de las bajas del conflicto. El tercer factor es reestructurar las relaciones de mercado, las comerciales, todos los medios de reproducción de capital de la economía política estatal. Para que un Mundial fluya se necesita un nivel aceptable de control y orden, que se pierde en un estado de guerra”, explica a El Economista, Federico Saracho López, especialista en Geopolítica de la UNAM.
Tan sólo hay que considerar el costo por organizar un Mundial. Qatar 2022 puso alto el listón, con la máxima inversión de la historia, al invertir alrededor de los 220,000 millones de dólares, casi 20 veces lo que Rusia gastó en 2018. El costo final del Mundial hace cuatro años rondó los 14,000 millones de dólares, es decir, más de los 11,600 millones que demandó organizar la Copa del Mundo en Brasil.
De acuerdo a la información, hasta el momento, la UEFA ve con buenos ojos la candidatura, con el fin de que la Copa del Mundo se lleve a cabo únicamente en Europa.
"Estoy seguro de que la Copa del Mundo de 2030 se jugará en España y Portugal. Haremos todo lo posible para ayudar a dos países apasionados, que viven y respiran fútbol, y que tienen una buena relación infraestructura", dijo recientemente, el presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin. La candidatura europea competirá contra la oferta conjunta de Argentina, Uruguay, Chile y Paraguay, que buscan celebrar el centenario. Y, por otro lado, está el frente conformado por Arabia Saudita, Egipto y Grecia, el cual aprueba el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, debido a la inclusión de una nación africana.
Respecto al significado de la inclusión de Ucrania entre los países que son parte de la Unión Europea, pero que no son del núcleo principal como Alemania o Francia, el académico de la UNAM observa lo siguiente:
”La candidatura al Mundial es una construcción mediática que, a gran escala, simboliza un acercamiento de la Unión Europea, pero como se ha visto con la guerra, no es un acercamiento comprometido. El beneficio de anunciarse hoy, en una candidatura es la visibilidad, ponerse en la opinión publica, en el discurso para hablar de escenarios de pacificación, de intentos sobre las posibilidades de reconstrucción”.
En la reunión entre los líderes de las tres federaciones de fútbol en la sede de la UEFA, no se dieron detalles sobre cuántos juegos de la Copa Mundial de 48 equipos se organizarán en Ucrania o en qué ciudades. El Estadio Olímpico de Kyiv, con capacidad para 70,000 espectadores, acogió las finales de la Eurocopa de 2012 y la Champions League de 2018. Ucrania se quedó sin boleto para Qatar 2022 al perder 1-0 ante Gales en la final de los playoffs europeos para la justa.
“No se puede hablar de una recuperación real, solamente en términos abstractos y en el caso de Ucrania, primero, el conflicto no ha terminado y en caso de que se dé una recuperación se verá si hay integridad territorial”, subraya Saracho.