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París 2024 consolida el músculo del deporte paralímpico en México

El Comité Paralímpico Mexicano (Copame) está viviendo su primer ciclo con patrocinios propios, llegando a un acumula de entre 9 y 10 millones de pesos en ingresos por 5 vínculos con marcas. Esto acerca al organismo hacia su objetivo de ser cada vez más rentable sin tener que depender de los mismos patrocinadores que el Comité Olímpico Mexicano (COM).

 Balance. México llega a los Juegos Panamericanos de París con 311 medallas en su historia. Fotos: Especial

Balance. México llega a los Juegos Panamericanos de París con 311 medallas en su historia. Fotos: Especial

Los Juegos Paralímpicos 2024 darán inicio en París 17 días después de la clausura de los Juegos Olímpicos. La fiesta continuará y también requiere de una fuerte inversión para trasladar a atletas con toda la preparación y aditamentos necesarios.

En el caso de México, hasta el 17 de julio ya había un total de 67 atletas calificados para los Juegos Olímpicos de París, de acuerdo con datos del Comité Paralímpico Mexicano (Copame). El reto es superar las 20 medallas, tal y como se ha hecho en 5 de las últimas 6 ediciones y recordando que en Tokio 2020 la marca fue de un total de 22.

De manera paralela a la obtención de medallas, Copame trazó otro objetivo para el ciclo de París 2024: desarrollar su lado comercial. La evaluación es positiva, ya que sólo de noviembre de 2023 a junio de 2024 concretaron 5 patrocinios y cerca de 10 millones de pesos en ingresos por ese concepto.

“Estoy muy contenta porque esto le dado una imagen diferente al comité. Quiero que todos los aliados se sientan satisfechos, estamos pensando muy claramente cómo están y estarán dirigidos los apoyos, autorizados con las empresas para que sepan hacia dónde va su apoyo”, menciona a El Economista, Liliana Suárez, presidenta de Copame.

Uber México, Bimbo, P&G y Coca-Cola, Bupa y Mostkoff son los patrocinios que ha firmado Copame desde noviembre del año pasado.

El más reciente fue el de Uber, correspondiente a 10,000 dólares (alrededor de 169,000 pesos) entre junio y agosto (previo a los Juegos Paralímpicos de París) y no se entregarán directamente, sino que serán a través de viajes que soliciten los atletas dentro del territorio mexicano.

Liliana Suárez comentó a este diario que, con este patrocinio, Copame está llegando a un apoyo económico de entre 9 y 10 millones de pesos por los 5 acuerdos comerciales antes mencionados, siendo el de Bimbo uno de los más fuertes con 6 millones, seguido de Bupa con 3 y P&G-Coca Cola con 2; algunos, incluso, con proyección hacia los Juegos Paralímpicos 2028.

“Seguimos trabajando en imagen y posicionamiento en redes sociales para que más aliados se acerquen. Es un trabajo en conjunto con los medios para dar visibilidad a los atletas. Lo palpamos por la cantidad de marcas que se están acercando, no sólo con Copame, sino con los propios deportistas. Por ejemplo, Amalia Pérez, una de nuestras atletas con más años en el deporte paralímpico y con tantos logros (en powerlifting), dice que jamás había tenido tanto acercamiento a marcas como ahora”.

La presidenta de Copame enfatiza que son cantidades importantes, aunque en el caso de algunos atletas pueden ser insuficientes debido a que requieren de aditamentos caros. Un ejemplo es Brenda Osnaya, de paratriatlón, que recibirá un patrocinio individual por parte de Uber México por cerca de 423,000 pesos (25,000 dólares), pero para competir necesita de una bicicleta especial con valor de 450,000 pesos.

¿Qué significan estos ingresos comerciales para Copame?

“Han impactado en el corazón de los atletas. Independientemente de mi papel como representante de Copame y más allá de la parte económica, que es muy buena para poder fortalecer a diversas áreas y atletas, la parte que rescato es la visibilidad para ellos”, responde Liliana Suárez.

Copame presentó su primer patrocinio en noviembre de 2023 con Bupa, previo a los Juegos Parapanamericanos de Santiago.

Amalia Pérez: las medallas dan más tranquilidad económica

La multimedallista indica que los paratletas deben alargar sus carreras por sus capacidades más que por una cuestión económica

Amalia Pérez ha ganado seis medallas Paralímpicas en Para Powerlifting desde Sídney 2000 hasta Tokio 2020. La cuenta sigue abierta en París 2024 con un cúmulo de ideales y metas que buscan la continuidad hegemónica de nuestro país en esta disciplina.

Amalia ha conocido seis administraciones en la Conade, desde sus primeros Juegos en Australia. Sabe qué es tocar las puertas para obtener recursos para competencias, entrenadores o herramientas. Su excelencia deportiva la ha llevado a obtener medallas, estímulos económicos y a ser parte de los programas de patrocinios que apoyan al deporte paralímpico.

Tener la medalla y apoyos es un descanso, no estás preocupada para saber si tienes los recursos para tener las herramientas de preparación o si necesitas para algún evento internacional clasificatorio. Si por alguna razón quitan el apoyo, las medallas y los patrocinadores proporcionan la tranquilidad para asistir a los eventos. Si necesitas algún equipo o bonificación extra, ya se tienen los recursos monetarios para atender los compromisos, tener los suplementos alimenticios, psicólogos, entrenadores, porque si a ellos les quitan los sueldos, nos dejan y es más difícil si tenemos dependientes económicos. La medalla te ayuda a estar más tranquila”.

Amalia habló con un par de meses antes de conseguir el boleto a París en la categoría de 61 kilogramos. Las competencias paralímpicas inician el 4 de septiembre en la Arena La Chapelle. Después de un bagaje cultural olímpico en cuatro continentes distintos, reitera qué es lo esencial en sus objetivos: “Me gustaría que los medios den aún más difusión al deporte paralímpico, que nos incluyan en la misma historia. Siempre he soñado en que no debería haber divisiones, ojalá en un futuro sea la misma fiesta, tanto en Olímpicos como Paralímpicos. Por cuestiones de logística lo veo complicado, pero poco a poco se han tocado estos temas. Afortunadamente, siendo constantes y con resultados, se ha demostrado la capacidad que tenemos como deportistas paralímpicos y se ha enaltecido ese trabajo”.

Este diario ha analizado el tema de las largas carreras de atletas paralímpicos, quienes por dificultades de su inserción en el ámbito laboral, encuentran respaldo en el deporte.

Brenda Osnaya: fuerza inagotable más allá de los músculos

A los 17 años perdió la movilidad en piernas y a los 27, a su mamá. Busca una medalla inédita para México

En Tokio 2021, Brenda Osnaya fue la primera representante de México en Juegos Paralímpicos en la disciplina de paratriatlón. Finalizó en el quinto lugar y se despidió con un montón de aprendizajes, aunque quizás los más duros ya los había superado.

El hecho de presentarse en Tokio ya era una hazaña digna de medalla en la vida de Brenda Osnaya, tomando en cuenta sus antecedentes: a los 17 años perdió la movilidad en las piernas por un accidente automovilístico y a los 27 perdió a su madre. Estos hechos ocurrieron en 2010 y 2020, respectivamente, poco antes del verano paralímpico de 2021.

Allí fue donde Brenda demostró que su fuerza es inagotable más allá de los músculos. Ahora se asoma a París 2024 con 31 años y una voluntad ganadora total.

“Definitivamente me gustaría buscar una medalla paralímpica, pero todavía tengo planeado ir a mis terceros Juegos Paralímpicos, que serían en Los Ángeles 2028. Llegaría con 35 años, una buena edad para mi deporte”, menciona Brenda Osnaya en entrevista con El Economista, con un entusiasmo que no permite imaginar las adversidades por las que ha pasado.

Y precisamente por todo eso, su objetivo de vida no se trata solo de un podio: “Más allá de la medalla, también me gustaría poder ser una inspiración o ejemplo en el deporte adaptado para las nuevas generaciones, que vean en el paratriatlón una posibilidad de trascender”.

Brenda Osnaya nació en Monterrey en 1993. Desde corta edad mostró su talento nato para los deportes a través del patinaje. Fue tal su desempeño que ganó la posibilidad de competir por primera vez a nivel internacional en 2010, pero fue ahí cuando un accidente le arrancó la movilidad en las piernas.

El chofer del transporte en el que se dirigía a Puebla para el selectivo de dicho evento internacional se quedó dormido. “No necesité esperar a los pronósticos del doctor. Lo intuí. Algo muy malo me había pasado. Cuando mi papá entró a verme le dije que ya sabía que no podía caminar, se acercó y me dijo: ‘No sólo vas a vivir, sino que ahora vamos a ir por todo’”, contó a inicios de 2024.

Incursionó en tenis de mesa, natación y levantamiento de pesas con su nueva vida. Una recomendación médica la empujó a regresar al deporte, pero eso era algo que ella traía naturalmente. El accidente le ayudó a agregar una palabra más a su filosofía: responsabilidad.

“Creo que se juntan varios factores para que una persona sea resiliente. Uno de ellos es el perdón, que es un valor humano. Luego viene la responsabilidad, pues cuando tomas la responsabilidad de tu vida, no tienes tiempo de pensar negativo. Entonces, a pesar de que no fui responsable de mi accidente, sí me hice cargo de mis emociones ante lo que me toca vivir”, contó a otra entrevista.

Ángel Camacho: madurez y medallas a velocidad

La intención de entrenar natación fue por rehabilitación médica y, ahora, es de los mejores del mundo

A los 19 años, Ángel demuestra que la madurez no siempre se lleva en la edad. Sabe gestionar la presión, entiende que las medallas se consiguen con horas de entrenamiento y tomando de las críticas siempre lo positivo.

París 2024 significa sus segundos Juegos Olímpicos, en un desarrollo en la natación paralímpica que se ha dado a velocidad. Debutó en Tokio 2021 a los 16 años, pero lo más asombroso es que empezó a nadar apenas en el 2018. Su padre lo inscribió ese año a este deporte para que le ayudara a fortalecer su cuerpo y pudiera ocupar las prótesis con mejor movilidad. La sorpresa fue que el entrenamiento se volvió muy serio. El Centro Paralímpico tocó su puerta al detectar su capacidad atlética para este deporte. Se mudó de León a la Ciudad de México y hasta la fecha, ha viajado a las competencias mundiales.

Ángel charló con El Economista el día que firmó su quinto patrocinio (Toyota) rumbo a París 2024.

Ser el rival a vencer lo he demostrado competencia tras competencia. A veces solo se ven las medallas, pero no lo que tuvimos que hacer para conseguirlas. Son entrenamientos de ocho horas. Es un metal pero se necesitan años de esfuerzo. Tengo compañeros que se han tardado entre 5 y 8 años mejorando su nivel. Yo, en el 2018 no sabía nadar y en el 2021 fui a Paralímpicos, de la crítica (sobre mi edad y madurez) tomé lo positivo y demostré que estaban equivocados”.

En unos 3 años, Ángel notó un cambio en su nivel. En Tokio 2020, subió al podio en tercer lugar en la final de los 50 metros dorso S4. En los Juegos Parapanamericanos Santiago 2023 ganó dos preseas de oro y dos de plata; y apenas a principios de junio pasado, viajó a la Serie Mundial de Para Natación en Berlín.

—Al terminar Tokio 2020, ¿en qué momento notaste que mejoró más tu nivel competitivo?

—El año pasado (2023) tuvimos un Campeonato Mundial de Para Natación en Manchester ahí gané dos medallas de plata y una de bronce. Me di cuenta de que estaba mejorando al Ángel que se preparó rumbo a Tokio. A París voy en cinco pruebas: 50, 100 y 200 libre, 150 combinado y 50 dorso.

—¿Qué significa para ti ser uno de los rivales a vencer para otros nadadores en París 2024?

—Como Osmar Olvera, para nosotros significa mucho representar a México y colocarlo en los primeros lugares, es una felicidad que poco a poco se está dando y sabemos que estamos luchando para conseguirlo y el esfuerzo está dando frutos”.

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