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¿Por qué el Mundial de Qatar es el evento más importante del año?

La pasión por el Mundial ebulle cada cuatro años y las características de esta edición garantizan que la gesta en el pequeño país árabe tomará la atención del planeta.

El futbol es emoción, pasión y colores. Historia de proezas y fracasos. Es un fenómeno global que permite crear poemas con el movimiento y trascender el tiempo con discusiones sobre momentos que estuvieron vivos sólo unos segundos. Y también es una máquina de generar ingresos, especialmente cuando llega la Copa Mundial.

Eso le regala al ser humano uno de los deportes más populares del planeta, el segundo más practicado del mundo y el que por muchos es conocido como el más hermoso de todos, con una mística que ebulle cada cuatro años.

Todos esos factores entran en juego y no es de extrañarse que cada edición del Mundial de Futbol se vuelva más y más atractiva. Los números, uno de los puntos clave de esta justa, enfatizan que la copa que levantó Pelé tres veces es la más codiciada.

Qatar 2022 es un coloso

Desde el comienzo del nuevo siglo los mundiales han buscado llegar cada vez más lejos y, aunque la inversión para la competencia ha sido oscilante, el periodo ha concentrado a los torneos más caros, siendo Qatar 2022 la cima de esta lista.

Para el Mundial de Qatar se ha destinado un presupuesto de infraestructura de algo más de 220,000 millones de dólares. Esto es equivalente a 15 veces el presupuesto que tuvo el que antes ocupó la posición del más costoso: Brasil 2014.

Qatar 2022 es un coloso y gane quien gane ya es histórico. Comparado con otros eventos deportivos de importancia global lo es también: los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, los más onerosos, costaron 13,000 millones de dólares.

Una pasión global

Una inversión de esa envergadura era necesaria para conseguir que por primera vez en la historia el Mundial se juegue en estadios prácticamente nuevos, requisito para realizar la justa en un país con las características de Qatar.

Un anfitrión de clima extremo, con temperaturas que pueden superar los 30 grados a la sombra en invierno, necesitaba estadios con tecnología de enfriamiento. Con esfuerzo lo lograron y los desarrollos entusiasman a los locales.

La primera Copa Mundial que se jugará en un país árabe será también el mayor evento deportivo que haya albergado esa nación. Antes de la Copa del Mundo en Qatar no había deporte nacional, pero ahora el país lo tiene claro.

El Mundial de Futbol de la FIFA atrae la atención desde todos los puntos de la Tierra y la concentra un mes en una porción del globo a la que se le denomina el anfitrión. La cúspide dura 90 minutos, con el centro del mundo en un balón.

Tecnología, eje de la evolución

Del trabajo hasta la diversión, la experiencia humana se ha enriquecido con ayuda de la tecnología. Sin embargo, el futbol se había aferrado al rezago tecnológico frente a otros deportes. La FIFA quiere terminar con esa brecha.

El VAR, un juez extra (insignia de Rusia 2018) tiene por objetivo ayudar al árbitro con decisiones difíciles desde una sala de video, pero muchas veces multiplica la confusión.  Este problema podría solucionarse con tecnología.

Unas 12 cámaras instaladas bajo la cubierta del estadio seguirán a los jugadores desde 29 puntos distintos, así como al balón. Serán capaces de recrear movimientos con modelos 3D inmediatos que aportarán precisión al arbitraje.

La imagen del fuera de lugar semiautomático generará en tiempo real representaciones visuales del esqueleto de cada jugador, con hasta 50 tomas por segundo. Aunque no es nuevo, Qatar 2022 será su prueba de fuego.

Fortuna en el campo y en las calles

Los grandes números no sólo estarán en la infraestructura. Cada una de las 32 escuadras que competirán representan millonarias sumas, desde Inglaterra, la más valiosa, hasta la debutante Qatar en la parte inferior de esta lista.

El valor el conjunto de las selecciones que jugarán en Qatar 2022 es de aproximadamente 12,900 millones de dólares (unos 248,970 millones de pesos), de acuerdo con el portal especializado en transferencias Transfermarket.

Además, el Gobierno Qatarí espera recibir 1.2 millones de aficionados de todo el mundo, cifra que es casi la mitad de su población. La ciudad principal, Doha, tiene sólo 90,000 habitaciones de hotel, pero no será una limitante.

Se han tomado medidas como la renta de cruceros y la FIFA estima que los ingresos del Mundial de futbol serán 6,816 millones de dólares (unos 131,548 millones de pesos). Qatar los tasó en 17,660 millones (339,680 millones de pesos).

Esas cantidades implican generar en un mes el dinero suficiente para comprar todas las acciones de algunas compañías cotizadas de México, como Cemex (según la cifra de la FIFA) o Bimbo (con la expectativa de Qatar).

Un último tren al Olimpo

Un incentivo extra para seguir esta competencia es que posiblemente será la última oportunidad de dos de los mejores jugadores de todos los tiempos para escalar a una jerarquía reservada para sólo unos cuantos.

Lionel Messi y Cristiano Ronaldo, sólo uno de los dos o quizá ninguno, podrá ser el monarca de la época. Es el último episodio de una rivalidad no declarada e implícita, conocida por todos los fanáticos del futbol.

Con 35 años del argentino y 37 del portugués será muy poco probable presenciar sus habilidades de nuevo en el mayor nivel de competencia. Con sus carreras suman 1,604 goles: 1,604 alegrías que al fin podrían coronarse.

Escaparate de protestas

Se espera que el Mundial de Qatar sea visto por unos 5,000 millones de personas en el mundo, batiendo el récord de Rusia 2018 de más de 3,500 millones de personas. Eso lo convierte en el mayor canal para transmitir ideas.

No es algo fortuito que este Mundial cuente con 17 compañías gigantescas como sus patrocinadores, de las cuales siete: Adidas, Coca-Cola, Wanda, Hyundai, Visa, Qatar Energy y Qatar Airways son socios oficiales de la FIFA.

Con todas las miradas encima, se espera que no falten a esta cita las protestas o las expresiones en favor de diversas causas. Feministas, LGBTTTI y comunidades pro-derechos humanos pueden estar entre los protagonistas.

Qatar, un pequeño país árabe de fuerte tradición patriarcal, es criticado por su posición contra la homosexualidad, que puede ser castigada con la muerte; o sobre las víctimas de violación, que suelen ir a la cárcel por adulterio.

Algunas selecciones nacionales como la de Dinamarca vana sumarse de alguna forma a estas protestas, con la gran cantidad de muertes de trabajadores durante la preparación del evento como uno de los temas que más genera rechazo.

Quizá por estos motivos, los espectadores de esta gesta mundialista deberán descargar aplicaciones a su teléfono celular como requisito del gobierno, que algunos consideran spyware. Será un Mundial como no se ha visto antes.

jose.rivera@eleconomista.mx

kg

Analista de mercados

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