Randal Willars y Kevin Berlín, una dupla con sed de revancha

Randal Willars y Kevin Berlín tienen sincronía más allá de los trampolines de clavados. Son dos jóvenes mexicanos considerados figuras del presente y futuro que comparten una gran sed de revancha en el plano internacional.

Su revancha aún está en pie. Estuvieron muy cerca de conseguirla en el debut de México en los clavados de los Juegos Olímpicos de París 2024, pero terminaron en cuarto lugar con 418.65 puntos en el trampolín de 10 metros sincronizados.

En el caso de Willars, la revancha se debe a que se quedó fuera de los Juegos Olímpicos de Tokio hace tres años por no calificar en el selectivo final de la Federación Mexicana de Natación (FMN). Tenía 19 años y una década entrenando en esta disciplina, después de sus inicios en la natación por la inspiración que le transmitió el multicampeón estadounidense Michael Phelps.

De acuerdo con una entrevista que concedió a la revista Proceso, Willars decidió sumar a un psicólogo por primera vez a su equipo multidisciplinario después del duelo de Tokio 2020.

El psicólogo deportivo Carlos Loera fue el elegido y estuvo un año observándolo en diversas situaciones para explorar su duelo. Uno de sus descubrimientos fue que “Randal cuenta con algo conocido como escaneo corporal, básicamente tiene la facilidad de centrar toda su atención en las sensaciones físicas de su cuerpo, logrando conectar éste con la mente”.

También en una entrevista con El Economista en 2021, Willars reconoció la importancia de las ciencias multidisciplinarias para acompañar su sueño de ser atleta olímpico.

“El avance que hay en la tecnología nos ha beneficiado: poder tirar un clavado y verte inmediatamente en el celular, ipad, televisión, con un programa que te graba, que te muestra en cámara lenta los ángulos, las repeticiones, puedes ver cosas que a lo mejor antes no se podían y a fin de cuentas es el extra que muchas veces hacen que mejores. También el avance en el área de medicina, nutrición y psicología, son cosas que nos han beneficiado bastante”.

Willars está acostumbrado a sobreponerse a las adversidades para salir adelante. Lo hizo cuando apenas era un niño de 11 años y se tuvo que mudar a la Ciudad de México para perseguir su sueño de ser clavadista de alto rendimiento, a miles de kilómetros de Rosarito, Baja California, donde vivió desde los 7 meses.

Esa habilidad, más el trabajo psicológico que emprendió después de Tokio 2021, lo impulsaron a ser medallista de bronce en el Mundial de Clavados Fukuoka 2023. Allí, su compañero fue precisamente Kevin Berlín, otro atleta en busca de revancha.

A diferencia de Willars, Berlín está viviendo sus segundos Juegos Olímpicos en París 2024. Tiene 23 años y en Tokio 2020 se quedó con una deuda personal al finalizar en cuarto lugar de la plataforma de 10 metros sincronizados junto a Diego Balleza.

Repetir esa posición en París 2024 le dolió: “El deporte te da lo mejor y a veces te toca más aprendizaje, hoy me tocó eso, seguir aprendiendo y seguir luchando; hemos trabajado muy bien y también hay que estar orgullosos de lo que hemos hecho y hasta donde hemos llegado”, dijo mientras secaba sus lágrimas luego de su debut en París 2024.

“Son lágrimas de frustración y tristeza porque venía por esa medalla, por eso trabajé todo este tiempo y nuevamente me quedo muy cerca como en Tokyo, también fue cuarto lugar”, remató Berlín, originario del estado de Veracruz.

Ambos atletas están acostumbrados a los sacrificios y resiliencias. Prueba de ello es que Kevin Berlín, incluso, vendió más de 50 kilos de café durante el ciclo olímpico de París 2024 para poder solventar sus gastos. Sus padres y hermana le ayudaron a comerciar dicho producto, que tiene muy buena reputación al ser producido en Veracruz.

Willars y Berlín tendrán una oportunidad más de ser medallistas olímpicos en París 2024. Será a nivel individual el próximo 9 de agosto en la madrugada para México (aproximadamente a las 2:00 de la mañana), también en plataforma de 10 metros. En caso de avanzar, competirían en las semifinales y finales un día después.

“Seguiré luchando, el que persevera alcanza y demostrarme que hay momentos muy difíciles, así es el deporte en unos Juegos Olímpicos, yo sé que él dio lo mejor de sí y él sabe que yo también, al final esto es una prueba en equipo y hay que apoyarnos”, concluyó Kevin Berlín.