Sabella, el escudero del comandante Messi

Alejandro Sabella se desenvuelve mejor desde la protección de una figura, bajo la sombra del protagonismo del compañero, con un perfil bajo que lo acompaña desde los 20 años. El actual entrenador de la selección de Argentina siempre guarda la posición de escudero. Lo hizo desde jugador cuando en las filas de River Plate era el suplente de lujo de Norberto Alonso, y lo hace ahora en el banquillo de la Albiceleste, donde debe gestionar los egos de los futbolistas, pero sobre todo crear el ambiente propicio para que Messi sea el comandante que lleve a la Albiceleste al título mundial.

Fue precisamente su personalidad mesurada, tranquila y analítica la clave para llegar a un sitio donde era requisito ser una figura omnipresente. Tras los fracasos de Batista, Maradona, Basile, Bielsa, entre otros, la cúpula del futbol argentino observó en Sabella al hombre que haría política desde la cancha, con ese poder de negociación capaz de aceptar las críticas de Messi y al mismo tiempo develar su devoción al peronismo y una cercana relación con el poder en Argentina.

Y es que desde la juventud, Pachorra -calificativo que se ganó por su paso cansino en la cancha y su predilección por la siesta durante las concentraciones- tuvo conflictos de decisiones. Entre la tradición familiar de hacerse médico, Sabella optó por la abogacía para no hacer el internado y tener tiempo para los entrenamientos. El muchacho de clase media-alta, hijo de un ingeniero agrónomo y una maestra, llegó a Primera División justo cuando iniciaba un equipo de época. Los Millonarios de Ángel Labruna, que lograron cinco títulos de liga, donde Alejandro era considerado un suplente recurrente.

El ahora entrenador se concibe como una pieza más en el engranaje de una máquina, por eso una de sus frases predilectas, que se convirtió en método en el banquillo albiceleste, fue: escuchar mucho y hablar poco . Es entonces comprensible que haya acatado el mensaje de Leo tras la sufrida victoria ante Bosnia en el mundial brasileño, donde el astro criticó el sistema del técnico y éste aceptó que se debe de poner todo a merced de Messi.

Sabella se siente cómodo con la guía de una figura, de ahí que su sentimiento fraternal lo hiciera escudero fiel de Daniel Alberto Pasarella durante dos décadas. Nuevamente desde la compañía y comprensión de su mentor en la estrategia, Sabella se forjó como un asistente que adoptaba a su estilo alguna característica de la liga en turno.

En Parma aprendió el orden y disciplina defensiva; con Monterrey se sorprendió de la estrategia de su compatriota La Volpe y su regla de salir tocando la pelota desde atrás, además del juego raso y las triangulaciones. Recientemente, como cualquier aficionado, acudió a la conferencia de Josep Guardiola en Buenos Aires, donde obtuvo el consejo más importante para conducir al éxito a Argentina: hacer de la selección el Messi FC, complacer al futbolista rosarino; así fue que decidió la ausencia de Carlos Tévez de Brasil 2014, hasta el momento su única crisis pública como estratega argentino.

Es justamente esa indefinición como técnico la máxima crítica a su labor. En su país no se le concibe como bilardista o bielsista, y apenas hace cinco años consiguió su emancipación de Pasarella. Sabella confesó que de no ser por la ambición de Daniel Alberto de competir por la presidencia de River Plate, él no consideraba una vida en el banquillo en solitario.

El único plano donde Alejandro mantiene una postura definida es en su partidismo político. Se concibe un peronista progresista y mantiene esa pasión por los libros de historia desde su juventud; además de citar en sus discursos de motivación a sus referentes en la política, como Juan Domingo Perón y Raúl Alfonsín, también menciona a Ghandi y John F. Kennedy.

Como buen argentino, las cábalas forman parte de su rutina. Cuando regresó a Estudiantes de la Plata al protagonismo continental era un mandato vestir el saco beige y durante las prácticas una gorra deslavada, con los que levantó una Copa Libertadores y una Liga argentina.

Ahora enfrenta el reto de su vida, pero como siempre, bajo la sombra de la figura más importante del futbol argentino. Ahora, Sabella debe ser el escudero de Messi.

Edad:

59 años

Fecha de nacimiento:

5/noviembre/1954

Lugar de nacimiento:

Buenos Aires, Argentina

Clubes como entrenador:

Estudiantes de la Plata y selección de futbol de Argentina

Títulos como entrenador:

Copa Libertadores 2009 y Primera División Argentina 2010