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Ser camaleónico, el estilo que funciona

En el Mundial de Rusia no hay una táctica dominante, más bien depende de los rivales que se enfrentarán para planear. se acabó el dominio del juego de posesión.

Reuters

Nueve de los 12 goles de Inglaterra llegaron en la táctica fija. El único futbolista subversivo en Francia tiene 19 años; Eden Hazard se quejó del estilo defensivo de sus rivales en las semifinales y se fue orgulloso del ataque belga, aunque en cuartos de final utilizaron la misma estrategia defensiva de los franceses para eliminar a los brasileños y Croacia fue capaz de superar tres partidos que se fueron a la prórroga con una posesión de balón de 55%, un estilo de juego híbrido entre el control del balón y el juego directo.

Hace ocho años, el estilo de juego de posesión llegaba a su punto máximo cuando la selección española se coronaba campeona del mundo en Sudáfrica 2010. Había llegado ese logro con el dominio de Barcelona de Guardiola, el retorno a la vigencia de la filosofía bielsista, el surgimiento del llamado guardiolismo, del tiquitaca. Ya no más.

En Rusia 2018 las selecciones con mayor porcentaje de posesión de pelota quedaron eliminadas prematuramente, España (69%), Alemania (67%) y Argentina (64%); las dos primeras también fueron las últimas campeonas del mundo y los argentinos, finalistas hace cuatro años, dejaron el torneo cuando se enfrentaron a sistemas que mejor “manejan las transiciones defensa-ataque y ataque-defensa, pues son los que consiguen tener mejores resultados”, dijo Javier Mascherano, después de caer eliminado ante Francia en los octavos de final del mundial.

“Más que estilos, se han marcado estrategias de partidos, momentos de partidos, que hacen que los partidos jueguen de una forma u otra. Ése es el gran mensaje: tienes que estar capacitado para poder jugar con efectividad en ambas situaciones, tanto en el despliegue rápido y contraataque, si es que no estás teniendo la pelota, y debes tener la capacidad cuando tienes la pelota de tener un rol más protagónico si así lo propone el rival”, explica Eduardo Fentanes, entrenador mexicano.

El dogma de la posesión de la pelota como sinónimo de futbol dominante quedó a debate en el mundial de Rusia 2018. De las ocho selecciones eliminadas en los octavos de final, cinco tuvieron el balón más tiempo en su poder que sus contrincantes. España, por ejemplo, se impuso en el control del balón con 75% frente Rusia, que registró el menor porcentaje de posesión en una serie definitiva con 35 %.

Argentina (59%) en su derrota 4-3 con Francia; Portugal (61%) ante Uruguay en el 1-2  final fueron estrategias que quedaron rebasadas por la intensidad y efectividad de los rivales. México y Suiza con 54 y 64%, respectivamente, también se despidieron del mundial en sus juegos de octavos de final.

“El estilo de juego de posesión de pelota se puso de moda a raíz de la selección española y en ese momento la selección además de contar con un control del balón impresionante, como el Barcelona, contaba con progresión ofensiva, que era terminar las jugadas en el área de manera efectiva”, describe Raúl Gutiérrez, ganador del título mundial sub 17.

Alemania y España tuvieron mayor creación de opciones de gol por partido, según datos de la FIFA. Los alemanes tuvieron hasta 25 oportunidades de gol y seis disparos a gol por partido, con una efectividad de pases de 89%; el problema fue que en tres partidos apenas anotaron dos goles.

España falló uno de cada 10 pases que intentaban y eran capaces de establecer conexiones entre jugadores de hasta 857 pases por juego; a pesar de que no perdieron ningún partido, cayeron eliminados en penales ante Rusia.

Para Raúl Gutiérrez, Rusia 2018 se ha caracterizado porque las individualidades están poniendo su trabajo al servicio del equipo. “Están haciendo labores que quizá en sus clubes no hacen tanto”. Como Antoine Griezmann, que antes de pensar en disparar a gol, baja a media cancha a recuperar balones, a crear espacios y a darle el balón a Kylian Mbappé, el único futbolista de Francia capaz de generar peligro por iniciativa propia.

Francia acumuló en seis partidos 49% de posesión del balón, creaba 11 oportunidades de gol por juego y cuatro disparos a gol por juego. Es decir, tuvo una efectividad de 41% de gol.

“La enseñanza es que los equipos deben desarrollarse en las dos fases de juego, como Francia, capaz de ganar desde la posesión o desde el contragolpe y la táctica fija; es una tendencia que se está viendo, sobre todo, en los más fuertes y quienes llegaron a instancias finales”, señala Eduardo Fentanes.

¿Será acaso que estamos viendo la nueva vanguardia del futbol? Raúl Gutiérrez indica que todo es cíclico, “son tendencias y modas. Lo único que ha cambiado es que Francia tiene un futbol directo, que tiene buena posesión de pelota por momentos y tiene la efectividad para meter goles. No se convertirá en una moda, pero sí habrá equipos que intentarán jugar así sin tener a los jugadores adecuados para ello”.

Lo que también ha dejado estratégicamente el mundial de Rusia 2018 son los planes específicos de juego, desarrollar una estrategia en función del rival a enfrentar.

“Más que un estilo, el mundial refuerza a los entrenadores a quienes les gusta preparar los partidos desde un punto estratégico, según el rival”, señaló Fentanes.

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