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Sí, la fe también te hace campeón
Los Tuzos derrotaron 1-0 a Tigres (2-1 global) para ganar también el billete al mundial de clubes el próximo invierno.
Pachuca. Hirving Grita, discute, se queja, se lamenta y se retuerce en el césped como un mártir. El partido ha sido difícil, patadas, jalones y empujones con tipos que lo superan en corpulencia. Todo parece destinado a la derrota, pero un latigazo de su pierna derecha, que originó que Nahuel Guzmán soltara la pelota y Franco Jara anotara el gol que le dio toda la gloria a Pachuca, al vencer 1-0 a Tigres, global 2-1 y así alzarse con su quinto título de Concacaf, con lo que irá al Mundial de Clubes en el invierno.
Todos los días de partido en Pachuca comienzan con una plegaria. Erick Gutiérrez recibe del padre que oficia la misa agua bendita, la recoge con sus manos, la frota y esparce por sus piernas, el torso, la cara y la cabeza. El rito termina con la mano del futbolista dibujando una cruz. ¿A qué te aferras cuando unos centímetros pueden hacer la diferencia?
El doctor Steve Kelly, especialista en Psicología Cognitiva y Experiencia Religiosa explica que la fe es un error en la sinapsis cerebral, es decir la información que conecta a nuestras neuronas no se traspasa adecuadamente. Para los Tuzos, la fe es un acto que los mantiene en la cima del futbol. Desde hace años que en la capilla del estadio Hidalgo, directivos, familiares, trabajadores del club y algunos futbolistas de asoman a la ceremonia.
Ayer, el capitán de Pachuca fue el más nervioso, pero en la cancha apenas si se percibió euforia en su andar, casi siempre a media velocidad recuperaba balones, arrastraba la pelota y servía a su socio, Hirving.
Motivación. Los jugadores de Pachuca se apoyan en distintos métodos, desde la religión, como Jorge Hernández, Hirving Lozano, Erick Aguirre, Raúl López y Víctor Guzmán. Los más jóvenes del plantel acudieron a la ceremonia religiosa. Algunos de sus compañeros recurren a situaciones más terrenales, como una canción de Maluma.
Fue Franco Jara el salvador del cuento épico de los Tuzos, luego de empujar el balón trabajo el rebote de un disparo de Lozano. Nahuel no pudo retener el balón y se dictó sentencia.
Cómo no tener fe, cuando en los últimos minutos apareció Gignac en el área de Alfonso Blanco solo, disparo y el balón entró a las redes, pero el juez de línea inválido el tanto por fuera de lugar.
La fórmula de la fe le dio resultado a Pachuca, las plegarias y brazos al cielo dibujaron el césped del estadio Hidalgo o como dictará Albert Einstein: las coincidencias son la forma en que Dios pertenece anónimo. Así como empezó el día, con un rezo, así concluyó la velada de los Tuzos campeones.
Se viene la nueva Concachampions, prometen más competitividad
La metamorfosis de la Liga de Campeones de Concacaf no se detiene y habrá una nueva versión del torneo la próxima temporada, cuando se divida en dos etapas el certamen para elegir al mejor equipo de la confederación.
La Concachampions fue escenario del primer triplete de Javier Orozco, la entonces promesa de Cruz Azul. El delantero apenas tenía tres partidos con el primer equipo celeste, pero en su cuarto encuentro en el torneo continental, donde era utilizado regularmente para darles descanso a los atacantes titulares, le anotó tres goles a Hankook Verdes de Belice.
A veces, como laboratorio de pruebas, consolidación de prospectos o incluso descubrimientos inesperados de jugadores, son algunos de los beneficios que la Liga de Campeones de Concacaf ha dejado a los equipos mexicanos en 12 años de dominio absoluto.
Se nota que el formato está hecho para los equipos mexicanos y estadounidenses , expresó Roger Rojas, mediocampista hondureño. La declaración la realizó el seleccionado nacional en el 2012.
Con el nuevo formato, serán 31 equipos, donde los cuatro clubes mexicanos y cuatro de la MLS iniciarán su participación en el torneo en el mes de febrero, ya que se eliminó la fase de grupos y el campeón se decidirá en series de dos partidos a eliminación directa.
Si antes se necesitaban 12 partidos para lograr el título, la siguiente temporada sólo serán necesarios ocho encuentros. Sin embargo, esos partidos se jugarán en cuatro meses, por lo que la segunda parte de la temporada futbolística demandará más esfuerzo para los jugadores, por la acumulación de juegos entre la Liga local y la Liga de Campeones de la Concacaf.
Con la eliminación de la fase de grupos de la Concachampions se reduce la posibilidad de partidos ante rivales caribeños, ya que en la fase final sólo un club de aquella región tendrá un sitio seguro, con la posibilidad de que otro se corone en la fase previa y se sume a los 15 campeones de las ligas de Concacaf.
También se reducirán las posibilidades de debutar jugadores o alinear a suplentes. La temporada pasada, 61% de los jugadores de equipos mexicanos que más minutos sumaron en Concachampions eran suplentes en el torneo local, pero bajo el nuevo formato los clubes mexicanos se exponen a que en una serie de dos partidos puedan quedar eliminados. En la presente edición, Diego Alonso utilizó a nueve jugadores de los equipos juveniles en el torneo continental.