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Si llegas tarde... no te irá muy bien

El Economista presenta un balance de los refuerzos que llegan hasta 10 días antes a los clubes mexicanos y cómo, en su mayoría, no tienen el éxito esperado.

Iván Piris realizó su primera práctica con Monterrey dos días después de que su club había debutado en el torneo Apertura 2016, en un empate a un gol contra Puebla. El defensa paraguayo estaba en la agenda del club norteño como alternativa de Gabriel Mercado, el futbolista argentino que se negó a ir a Nuevo León, pero la destreza del guaraní en diversas posiciones puede jugar como central, lateral por ambas bandas e incluso como mediocampista lo hacen un activo importante para la estrategia de Antonio Mohamed.

El problema es que el paraguayo tuvo su último partido hace más de dos meses. Al menos 70 días ha pasado Piris sin partidos de alta competencia, y aunque fue parte del plantel que asistió a la Copa América Centenario no tuvo minutos.

Su estreno en la Liga MX podría esperar una jornada más, aunque en términos de la tendencia del futbol mexicano, su ausencia podría prolongarse hasta por siete jornadas, cuyo caso más dramático es el Mauro Formica, con Cruz Azul, previo al inicio del Apertura 2013.

Los refuerzos del futbol mexicano que llegan hasta 10 días antes del inicio de la liga se han perdido en promedio 2.1 partidos por falta de adaptación, lesiones, problemas contractuales y hasta decisiones técnicas.

En el Clausura 2016 fueron nueve los futbolistas que tardaron en debutar entre una y cuatro jornadas, después de haber llegado como refuerzos de sus equipos. Para este torneo, son siete los jugadores que llegaron con menos de 10 días de anticipación de inicio del torneo, con lo que sus opciones de debutar se trasladan hasta pasando una cuarta parte del torneo.

Además de Piris, Jonathan Fabbro, Johan Arango y Derley con Chiapas; Daniel Schmidt con Puebla; Enzo Roco y Jonathan Cristaldo con Cruz Azul, son los jugadores que llegaron a una semana del inicio del torneo, por lo que no pudieron debutar con sus respectivos clubes.

Basta con mencionar que, salvo Milton Caraglio, delantero argentino que se perdió las tres primeras jornadas del Clausura 2016, disputó 1,028 minutos y anotó seis goles, los restantes ocho refuerzos tardíos tuvieron una media de participación de 543 minutos; es decir, poco más de un tercio de los minutos completos del torneo.

Los mismos Dorados sufrieron con el fichaje de Mathías Cardaccio, que tras algunas controversias con su contrato, debutó hasta la Jornada 4 y en todo el torneo apenas sumó 131 minutos, el refuerzo extranjero con menos actividad el torneo pasado.

Quizás el caso más significativo es el de Cruz Azul, que llevaba siete campañas consecutivas cerrando la contratación de al menos un futbolista ya iniciado el certamen. Víctor Vázquez se perdió las dos primeras jornadas del Clausura 2016, por adaptación.

El español jugó 14 partidos, con un gol y una asistencia, en 842 minutos, poco más de la mitad de todos los minutos del torneo.

Ahora, aunque sus futbolistas llegaron con días de anticipación para el inicio del torneo, además de los dos mencionados, Roco y Cristaldo, Julián Velásquez tampoco tuvo actividad en la primera jornada.

Los jugadores que van a llegar lo deben hacer lo antes posible. Si llegan cuando empieza el torneo, no sirve , dijo Christian Giménez previo al debut de Cruz Azul en la Liga MX. Los datos confirman el diagnóstico de Giménez. Los refuerzos tardíos no aportan a los equipos.

eduardo.hernandez@eleconomista.mx

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