Suárez rescata a Uruguay del abismo

La pasión de Uruguay es Luis Suárez. Ausente en el primer encuentro ante Costa Rica, en 85 minutos el delantero tiró de la épica charrúa y con dos goles, impulsados por la garra y coraje de un jugador del que estuvo en suspenso su participación en Brasil 2014, revivió las esperanzas de su país para seguir en el torneo y mantener el fantasma del Maracanazo.

En el último año no hubo un delantero más letal que Suárez. Con Liverpool se quedó a dos victorias de ganar la Premier Leagu. Sus 31 goles y 21 asistencias impulsaron a los Reds a luchar por un trofeo que se les ha escapado desde hace 14 años.

Así fue en el partido. Su instinto salvaje, el que también lo ha metido en problemas (como sus pleitos ante defensas rivales y acusaciones de racismo), lo llevó a buscar el sitio adecuado para recibir los pases de Cavani.

Primero con un remate de cabeza, tras un centro al espacio de Edinson y luego con un disparo furioso, desde las entrañas, que fusiló a Joe Hart y fulminó el agradable juego inglés, que superó en posesión del balón y efectividad del pase a Uruguay.

Con la pelota en las redes, prosiguió la carrera colérica de Suárez, donde quizá recordó que hace 27 días sus rivales eran el quirófano, las dudas de su estado de salud y lo arriesgado que sería alinear a un jugador que tenía lastimados los meniscos de la rodilla. Todo quedó en el olvido. Se volvió el héroe.

Superados en el juego colectivo, la dupla Suárez-Cavani sostuvo el partido ante Inglaterra, que pese al juego asociativo claudicó ante la pasión de un guerrero que al final declaró haber saldado la deuda ante quienes no creían en él.

A los 27 años, el pistolero ya es el más grande goleador de Uruguay en la historia. Con 39 goles en competencias oficiales, 43 en total, superando a leyendas como Forlán, Scarone, Míguez. Suárez volvió en el mejor momento para su selección y para el torneo, que recibe con gusto al que es el máximo goleador del mundo en la actualidad.