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Tamaulipas, 90 minutos para ser libre y vivir
Ciudad Victoria será un lugar de fiesta, esperanza... futbol, un deporte que hace olvidar que aquel sitio es una de las zonas de alto riesgo del país, con mayor violencia y muertes.
Ciudad Victoria romperá hoy uno de los máximos códigos de seguridad: estar en casa a las 10 de la noche; peor aún, no lo estarán ni a las 11 y quizás se sientan seguros después de las 12 tras cerrar la puerta y saberse tranquilos. Lo único que es capaz de retar al miedo se llama Correcaminos, es futbol, la razón que ha motivado a la capital de Tamaulipas, amenazada por el Cartel del Golfo y Los Zetas, a tener un resquicio de libertad, olvido o válvula de escape.
Correcaminos, instalado en una ciudad determinada por las autoridades federales como una de las zonas de alto riesgo del país con 3,884 muertes en el sexenio, es un equipo que nunca ha ganado un trofeo en Primera División y que desde hace 17 años no juega en la máxima categoría y busca esta noche, quizás, uno de sus trofeos más importantes de su historia hasta el momento: la Copa MX ante Sinaloa.
El futbol es una de las formas de recomponer el tejido social de la ciudad , dice el Zurdo, periodista deportivo de la entidad que, por sí las dudas , decide que no se publique su nombre ni el medio en que labora.
Temor es una palabra común por aquella región. Tamaulipas está en el cuarto escalafón de asesinatos a periodistas en México, detalla un informe de la organización Artículo 19; ocurrió la matanza de 72 migrantes en San Fernando en el 2010; el 28 de junio de ese mismo año atentaron y liquidaron al candidato del PRI por la gubernatura Rodolfo Torre Cantú y un informe de la SSP Información sobre el fenómeno delictivo en México refiere a la entidad como una de las cuatro más peligrosas de nuestro país.
Hasta ahora, los futbolistas saben dónde están y no se meten en problemas. Son personas más expuestas , advierte el redactor de El Mercurio de Tamaulipas, Carlos García Hernández.
Algunos jugadores, quienes también tienen miedo de ser referidos directamente, acceden a charlar bajo el anonimato. Es una situación complicada y hay que tomar nuestras precauciones, no es sencillo, por nosotros y nuestras familias , dice uno de los futbolistas que hoy saltará a la cancha.
Los jugadores de Correcaminos siguen las mismas recomendaciones de seguridad que cualquiera que decide buscar conservar su vida en Ciudad Victoria: evitar el mayor número de lujos, no viajar en autos ostentosos, ponerle alarma al coche, llegar pronto a casa, evitar reuniones en bares y discotecas
Correcaminos vs Dorados es una final que tiene como punto en común que ambos clubes juegan en sitios donde el crimen organizado ha sentado raíces, Tamaulipas y Sinaloa, 11,327 muertes en los últimos seis años según reportes federales, disputan un torneo que la mayoría de los clubes de Primera despreciaron.
Tamaulipas no sólo tiene un desprestigio a nivel de marca en territorio mexicano, el pasado 31 de marzo el gobierno de Estados Unidos emitió una recomendación de no viajar a la región por cuestiones de seguridad.
Por ello, el gobierno del estado y la Iniciativa Privada apuestan por invertir en el futbol como parte de una campaña para impulsar la imagen y del deporte de Tamaulipas. El gobernador Egidio Torre Cantú dio recursos por 40 millones de pesos para remodelación del Estadio Marte R. Gómez y el club no escatimó en gastar hasta 8 millones de pesos para reforzar la plantilla este verano.
Y si acaso algo no ha sido derrotado por el pánico de los hechos cotidianos es el futbol. Localidades agotadas para los partidos de este semestre ante América, Tijuana, Neza y se espera lo propio esta noche ante Dorados. Las jornadas terminan después de las 11 de la noche o incluso el duelo frente a Neza FC, que se definió en penales, superó las 11:30, horarios que la misma autoridad determina como peligrosos, una de las máximas premisas es llegar antes de las 10 de la noche a casa.
El futbol, pese a ser el único resquicio de desahogo total, no se ha ido en blanco. Detalla el Zurdo que para el duelo del Clausura 2011 contra Lobos BUAP se suscitó una balacera una hora antes del cotejo a las afueras del estadio Marte R. Gómez, la casa de Correcaminos, se abrieron las puertas del estadio y se protegieron en el interior, como es de piedra es más seguro .
Hasta ahora, el Marte R. Gómez ha sido inexpugnable ante las balas, la gente se aferra a una válvula de escape , como dice Carlos García y va, apoya y no dejará de acudir a la grada.
José Luis Sánchez Sola, técnico de Correcaminos, siempre llega media hora antes de lo pactado para el entrenamiento del día, es una rutina, cuentan sus cercanos en la plantilla.
Lo hace porque es el encargado de poner la música por el altavoz para iniciar la jornada, electrónica en un principio y luego corre la playlist con latina, mexicana. Dice que si alguien es feliz, es más fácil que aumente su rendimiento 20%, el técnico asegura que está científicamente comprobado .
Lo cierto es que para estas alturas la afición no está del todo contenta. Le reclaman la gran inversión, la alta nómina (5 millones de pesos mensuales) y que está casi fuera de la Liguilla.
Chelis, como le llaman al entrenador y quien siempre, en cada duelo del club, ha tomado como cábala llevar un suéter, pantalón o camisa naranja, detalla en todos sus discursos que jamás prometió títulos, pero la prensa local asegura que cómo no exigirle si ha sido una inversión millonaria , dice el Zurdo, quien según sus fuentes el equipo tiene una nómina más alta que la de Atlante o Atlas, equipos que forman parte de la Primera División.
Incluso, la afición prefiere estar en la Liguilla que ganar la Copa. La urgencia de estar en Primera tiene a los fans molestos , detalla el redactor de El Mercurio de Tamaulipas, pero Chelis dice que apoya siempre a sus jugadores de cara a una semana clave. Mañana Sinaloa y luego, por el billete, a la fase final del torneo de Ascenso ante Veracruz.
Ciudad Victoria tiene al menos dos veces al mes, cada vez que Correcaminos juega en casa, el valor de apoyar, de desconocer las medidas de seguridad y de vivir 90 minutos, libre. Una banalidad para retar a la vida, a la muerte y a la realidad: el futbol.
ivan.perez@eleconomista.mx