Thomas Müller ?es el nuevo Señor Gol

Recife, Brasil. No importó que fuera la figura del compromiso. Mucho menos que con sus tres goles se puso en camino para intentar superar su actuación en el Mundial de Sudáfrica, edición en la que se llevó la Bota de Oro tras marcar cinco goles en la copa en la que debutó, con sólo 20 años. Thomas Müller abandonó la cancha sin aspavientos, como si el triplete que acababa de conseguir, y que llevó a Alemania a golear 4-0 a Portugal, fuera una cosa que se puede dar todos los días.

A la figura de la selección alemana es difícil robarle una sonrisa, casi imposible verle reír sobre la cancha. Él sólo sabe ser un profesional, echarse a los hombros a su equipo, responder a la presión y responsabilidad que implica marcar diferencia en el ataque, aunque los entrenadores que lo conocen destacan que bien puede partir de atrás, como un mediocampista que desequilibrio.

Louis van Gaal, entrenador que le brindó la confianza para hacerse de un lugar en el primer equipo del Bayern Múnich en 2009, aseguró desde aquellos años que Müller tiene una gran fuerza mental y que en cualquier plantel logra convertirse en un anotador consistente y creador de los objetivos .

Ayer esos halagos fueron más que avalados por Thomas, futbolista que tomó la pelota en los primeros minutos del partido para colocarla con una seguridad envidiable en el manchón penal, luego de una falta de Joao Pererira sobre Mario Gotze, para luego, con el rostro totalmente rígido, lleno de concentración y confianza, con la mirada clavada en el ángulo inferior derecho del arco portugués, prepararse para poner justo ahí el balón, que terminó convirtiéndose en su sexta anotación en copas del mundo.

Enfrente se encontraba un equipo portugués herido de manera prematura que intentó irse con todo a regresar en el partido, situación que ni siquiera inmutó a la figura del encuentro.

Es impermeable a la presión , había dicho tiempo atrás Joachim Löw, estratega que ayer, luego de que Mat Hummels aumentara la ventaja con un seco frentazo, sonreía desde su área técnica al ser testigo de la manera en que se multiplicaba la calidad y determinación de su delantero estelar.

Él es simplemente un jugador fantástico. Puede jugar en la izquierda, en la derecha, es bueno en el juego aéreo. Para mí, es el nuevo Señor Gol , dijo, luego de su gran debut mundialista en Sudáfrica 2010, Gerd Müller, cuyos 68 tantos en 62 partidos con Alemania le ubican en lo más alto de la lista de goleadores del combinado teutón.

Hoy, cuatro años después, hay que darle crédito a esta leyenda teutona, quien se atrevió a vaticinar una gran carrera a un chico que apenas comenzaba su camino con el representativo de su país, y que con dos anotaciones más, que decretaron su triplete en la presentación de Alemania en Brasil, llegó a la marca de ocho dianas festejadas en copas del mundo, a seis de distancia de Gerd Muller, y con su plenitud futbolística por delante.

Las pelotas que encontró en el área y remató con contundencia a las redes, a los minutos 45 y 77, fueron la confirmación del liderazgo, mentalidad y profesionalismo de la que tanto han hablado Löw, Vangal y Gerd, quienes seguramente ayer disfrutaron de su futbol en un compromiso en el que Cristiano Ronaldo, a quien muchos hubieran imaginado como un candidato a figura, tuvo que esforzarse para contener las lágrimas luego de que Thomas Müller y Alemania les pasaron por encima.