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Toque de queda al deporte
El conflicto político en Honduras llegó se extendió a las canchas, donde fue suspendida la actividad una semana.
Los conflictos en los que se encuentra envuelta la sociedad hondureña llegaron al futbol.
El deporte más popular del país centroamericano en el que han depositado sus esperanzas para regresar a un Mundial al que no asisten desde España 82 y que en las eliminatorias de Concacaf están más cerca que nunca de volver a la máxima competición, ese deporte que une a los catrachos está parado en su país. En los últimos tiempos los conflictos sociales han influido en el deporte.
Debido a la guerra de poderes que mantienen el presidente de facto Roberto Micheletti y al mandatario desterrado Manuel Zelaya, la Liga de Futbol Professional de Honduras se pospuso una semana, principalmente por el toque de queda que impuso Micheletti desde el lunes.
El toque de queda no facilitó la seguridad de los futbolistas para entrenar a lo largo de la semana e incluso, según Mario Trejo, presidente de la Federación hondureña, existieron amenazas contra la seguridad de los aficionados.
Personas desconocidas advirtieron que si se mantenía la jornada iban a poner bombas en algunos estadios e infiltrar gente en los estadios para provocar disturbios y ejecutar otras acciones , aseguró el federativo.
No es la primera vez que un conflicto externo al deporte influye en él mismo. A principios de año la Federación Israelí de Futbol suspendió la actividad de su campeonato debido al problema bélico en la Franja de Gaza. Con la finalidad de evitar cualquier herido civil en la batalla árabe-israelí la IFA canceló el torneo doméstico.
El conflicto de Gaza traspaso las fronteras y el futbol. La tenista israelí Shahar Peer fue abordada por un grupo de neozelandeses que exigían su abandono del torneo de Auckland.
Además, Peer no consiguió jugar en el torneo de Dubai en febrero, porque Emiratos Árabes Unidos negó la visa a la tenista por los confllictos con su país natal.
El conflicto de Gaza también llego a las duelas. Los jugadores de baloncesto del Bnei Hasharon, que se enfrentaban en la Euroliga al combinado turco del Turk Telekom se retiraron al vestidor antes del comienzo del juego por temor a su seguridad
Los espectadores turcos que llenaban las gradas del Ataturk Arena en Ankara protestaron contra la ofensiva militar de Israel en la Franja de Gaza. El partido fue suspendido cuando un grupo islamista incendió una bandera israelí.
En nuestro continente, en noviembre del año pasado la Asociación de Futbol Uruguaya suspendió el Apertura, pero en esta ocasión no fue ajeno al deporte sino por la violencia en el certamen. Luego de la victoria del Danubio 1-0 al Nacional, más de 200 aficionados invadieron el campo y causaron disturbios, lo que ocasiona la cancelación del torneo.
A la inversa, el futbol ha provocado toques de queda. Después del triunfo de la selección de Irak ante Arabia Saudita en la final de la Copa Asiática de 2007 el gobierno prohibió la circulación de vehículos y manifestaciones en las calles.
Sin embargo, miles de aficionados salieron a Bagdad a festejar el campeonato de su selección, a pesar de que el ambiente que rige a Irak era hostil y que por lo menos 50 personas habían perdido la vida en atentados que siguieron a la victoria en semifinales. Al final de la jornada el saldo fue blanco.
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