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Una mordida que se cotiza en 310 mdd

El valor de su posible traspaso, el salario para el futuro, lo que han invertido los patrocinadores en su actual club le dan forma a esta cifra.

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Hasta ahora todas las mordidas de Luis Suárez en la cancha nunca han repercutido en las finanzas de él, ni en el valor de su carta y mucho menos en la economía de sus clubes. Pero esto es un Mundial y la cosa puede ser distinta. La mordida del que es considerado el mejor centro delantero del futbol mundial puede ser la más cara de toda la historia. El hecho de clavarle los dientes al defensa Giorgio Chiellini pone ahora mismo en riesgo más de 310 millones de dólares.

Según datos oficiales de FIFA, vieron la acción de Suárez al menos 30 millones de personas por todo el mundo. Lo que no miró el árbitro Marco Antonio Rodríguez sí lo hizo el planeta en una pantalla HD. Suárez ya tenía claro antes de arrancar el partido ante Italia hace un par de días que su futuro podía estar en dos clubes: Barcelona o Real Madrid.

Los tabloides británicos y los diarios españoles especulaban con lo que ganaría en uno u otro equipo en caso de ser traspasado. Lo cierto es que la mordida a Chiellini ha impactado en el planeta y Twitter Data documenta que el hastag #Suárez tuvo entre el momento en que ocurrió y dos horas después 3.3 millones de menciones.

Luis nos ha demostrado que algo le ocurre, piensa o sucede y luego abre la boca para enterrar los dientes en alguien. En 2010 le pasó cuando estaba en el Ajax y se fue siete partidos; en 2013 hizo lo mismo y la sanción fueron 10. Pero ninguno de esos actos los ha castigado el mercado. Suárez no ha dejado de crecer en el precio de su carta desde 2007. Hoy su ficha se cotiza en 71 millones de dólares y su cláusula de recisión está en 122 millones.

Ayer mismo Adidas dijo que su postura final se determinará tras la resolución de la Comisión Disciplinaria de la FIFA, mientras la casa de apuestas 888 Poker -otro sponsor del uruguayo- también analiza la situación.

Su actual club es el Liverpool, que tiene uno de los cinco contratos más onerosos en una camiseta de futbol: hasta la campaña 2015-2016 tiene asegurados un total de 93 millones de dólares por su contrato con la entidad Standard Chartered. Y aún mejor es su convenio con Warrior Sports, que los viste: le deja al club inglés 84 millones de dólares. La marca ya había expresado su deseo de negociar especialmente con Luis Suárez y eso significa competir con la poderosa Adidas.

Liverpool no ha recibido hasta ahora ningún extrañamiento por el comportamiento del futbolista, pero el Mundial es tan mediático que después de la dentellada a Chiellini puede empezar a poner condiciones. Pero sobre todo el club del puerto inglés podría dejar ir el negocio de su vida. Vender al uruguayo le significaría ingresos superiores a 100 millones de dólares, lo que no han hecho con ningún jugador en toda su historia.

En Inglaterra ha jugado más de 130 partidos y marcado 82 goles. Viene de ser nombrado el mejor jugador de la Premier League. Lo que hizo durante la temporada fue meritorio. Primero porque de a poco borraba la imagen de conflictivo, que lo llevó a ser sancionado por insultos racistas al francés Patrick Evra; la mordida a Branislav Ivanovic del Chelsea, además de su fama de piscinero (jugadores que se tiran dentro del área).

Pero a Suárez le ocurre algo. Es probable que no haya pensado en la gravedad de las consecuencias de sus actos , reconoció Eva Kimonis, profesora de la Escuela de Psicología de la Universidad de Nueva Gales del Sur, en Australia.

La mordida también le podría afectar directamente a sus finanzas. Para el año 2014-2015 ya tenía un salario garantizado de 12 millones de dólares con el Liverpool, pero él sabía que el verano le traería muy probablemente grandes noticias de España. Salir del Liverpool le redituaría en una paga superior a 20 millones de dólares en caso de fichar por Real Madrid o FC Barcelona.

La mordida de Luis a Chiellini duró un segundo. Lo suficiente para afectar las finanzas de un equipo, de él y de su futuro.

ivan.perez@eleconomista.mx

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