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Cruz Azul afronta examen de grado ante América en semifinales
El Clásico Joven vuelve a ser foco de Liguilla, aunque el peso más grande recae en Martín Anselmi y su Máquina. Requieren la victoria para no desechar el sueño de título tras un año de futbol atractivo.
Cruz Azul y América están convirtiendo en tradición el enfrentarse en Liguillas. Las semifinales del Apertura 2024 representarán su noveno cruce en fases finales de torneos cortos y el número 18 incluyendo torneos largos.
Cada edición del Clásico Joven en Liguilla pone el orgullo en juego, pero esta vez el ingrediente especial es la búsqueda de reivindicación para Cruz Azul. No sólo de revancha por la final perdida el torneo pasado (Clausura 2024), sino de un golpe de autoridad a su historia reciente bajo la dirección técnica del argentino Martín Anselmi.
“Siempre las estadísticas marcan una tendencia, pero yo creo que el equipo está renovado. Tenemos una nueva cara y no puedo estar pensando en el pasado, hay que pensar en el presente y futuro”, dijo el presidente de Cruz Azul, Víctor Velázquez, en una entrevista con la cadena ESPN antes de semifinales.
Y es que el historial no favorece a su equipo. En los ocho cruces que han tenido Cruz Azul y América en Liguillas de torneos cortos, los cementeros sólo pudieron ganar uno y fue hace 25 años, en semifinales del Invierno 1999.
Pero la espina más hiriente para los aficionados se divide en tres episodios, que son las finales perdidas en el Clausura 2013, Apertura 2018 y Clausura 2024, esta última, ya con la gestión de Anselmi. Fue un duro golpe porque el equipo había mostrado esa renovación de la que habla su presidente: vocación ofensiva, triunfos y espíritu ganador.
“Cruz Azul debe jugar como lo ha hecho hasta ahora, respetar la esencia de su juego, que es buscar la portería de enfrente, pero con una concentración máxima para no cometer errores porque eso les puede costar el avanzar o no”, opina para El Economista, Roberto Gómez Junco, escritor, ex futbolista profesional y actual analista de ESPN.
La Máquina entrará a examen de grado contra América entre jueves y domingo. Tiene varias cuentas pendientes y no sólo contra dicho rival, pues además de la tercia de finales perdidas en los últimos 11 años, está la deuda de confirmar con un título el alegre juego que ha plasmado Martín Anselmi de enero a diciembre de 2024.
Curvas ascendentes
Desde que Anselmi tomó la dirección técnica, Cruz Azul ha ganado 23 de 34 juegos de fase regular, con balance de 62 goles a favor y 26 en contra. Son cifras muy similares a las que consiguió el brasileño André Jardine, entrenador del América, durante los semestres del bicampeonato (Apertura 2023 y Clausura 2024), con 22 triunfos, 67 goles a favor y 26 en contra.
El tema es que Anselmi aún no logra coronar esos números con el trofeo de Liga MX. De hecho, viene de una serie de cuartos de final contra Tijuana que casi lo deja fuera por conceder una derrota por 0-3 en el partido de ida.
“De su ida a Tijuana, creo que (Anselmi) aprendió la importancia de no cometer errores garrafales, como los de (Willer) Ditta, (Gonzalo) Piovi e incluso (Ignacio) Rivero. Eso lo tendrá presente: que los errores individuales pueden trastocar por completo cualquier serie”, añade Gómez Junco.
—¿Cuánto ha cambiado Anselmi de la final perdida ante América el torneo pasado?
“En esencia, no ha cambiado. Es un técnico que cree en el futbol ofensivo, que es muy flexible en sus planteamientos, puede repetir alineación pero con funciones distintas. Cruz Azul es, para mí, el equipo más impredecible para atacar. Creo que simplemente Anselmi ha ido dominando cada vez más lo que quiere y eso le permite intentar más cosas. Lo veo más maduro y también a Cruz Azul, pero no se puede soslayar lo que haga el adversario, un América completamente crecido”.
América, del otro lado, viene con el ánimo al máximo tras eliminar al sublíder del Apertura 2024, Toluca, con un abultado marcador global de 4-0.
También ya recuperó a todos sus lesionados del semestre (a excepción del defensa chileno Igor Lichnovsky) y suma apenas una derrota en sus últimos 11 partidos (entre oficiales y amistosos).
“América viene de ofrecer sus mejores actuaciones. El equipo que vimos ante Toluca es el mejor, prácticamente igual al que fue bicampeón y que había brillado desde anteriores torneos. Veo un América fortalecido, que ha recuperado el 90% de su mejor futbol, con piezas a tono”.
Evolución emocional
Con Anselmi y Jardine en los banquillos, Cruz Azul y América se han enfrentado cinco veces. El historial es totalmente parejo con dos triunfos para cada uno y un empate. Pero sólo uno avanzará a la final del Apertura 2024.
A Cruz Azul le basta con empatar el marcador global, además de que tanto la ida como la vuelta se jugarán en el estadio Ciudad de los Deportes, donde los cementeros tienen seis meses de mayor experiencia que las águilas (América se mudó allí apenas en verano y Cruz Azul lo hizo desde enero).
“A diferencia de la final anterior, Cruz Azul llega con mejores argumentos”, enfatiza Roberto Gómez Junco. “Es un equipo que cada vez ha jugado mejor, que cometió errores garrafales ante Xolos pero después supo recuperarse de manera increíble con todo el mérito que tiene (…) Se ve una semifinal muy atractiva porque Cruz Azul se ha mantenido como el mejor equipo en lo que va del torneo y América se acercó sustancialmente a su mejor nivel”.
—¿Qué evolución emocional hay en Cruz Azul respecto al torneo pasado?
“La final perdida confirmó que Cruz Azul ya no tiene ningún trauma respecto a América, porque se habla mucho de eso, pero aquel partido lo encaró perfectamente y estuvo para cualquiera. De hecho, creo que fue un poco mejor Cruz Azul y terminó definiéndose con esa jugada cuestionable del penal. Ahí aprendió que no hay por qué tenerle miedo al América”.
El último antecedente oficial entre Cruz Azul y América fue en la Jornada 6 del Apertura 2024, cuando los dirigidos por Anselmi golearon 4-1 a los dirigidos por Jardine. No obstante, era un contexto diferente, sobre todo para las águilas.
La semifinal actual dibuja otro ambiente, aunque para Cruz Azul significa la oportunidad de cortar 25 años sin vencer al América en Liguilla y ponerse a un paso de la reivindicación de la era Anselmi: premiar 12 meses de futbol atractivo con su décimo título de Liga MX.