Raúl Jiménez, frente al peso psicológico post lesión

Raúl Jiménez mantiene su nombre vigente en el futbol de México y Europa. A pesar de que hace cuatro años sufrió una fractura de cráneo que lo debatió entre la vida y la muerte, hoy apunta a ser el delantero titular de la Selección Mexicana.

“Quiero responder. Que sepan todos que sí puedo, que estoy aquí para ayudar como lo he venido haciendo”, aseveró el delantero del Fulham durante su primera convocatoria con Javier Aguirre como entrenador rumbo al Mundial 2026.

El canterano del América, ahora con 33 años, vuelve a estar en curva ascendente en su carrera. Fue candidato a Jugador del Mes de la Premier League en septiembre y acumula cuatro goles y una asistencia en nueve partidos de esta temporada. Eso le permitió unirse a Javier ‘Chicharito’ Hernández como los únicos mexicanos con 50 anotaciones o más en la primera división de Inglaterra.

En el panorama de la Selección Mexicana, se perfila como el centro delantero estelar tras las bajas por lesión de Santiago Giménez y Henry Martín para la actual Fecha FIFA, en la que el Tri enfrentará al club español Valencia en Puebla y al combinado nacional de Estados Unidos en Guadalajara.

“Ya pasó el peor momento (…) Afortunadamente estoy volviendo a ser lo que era, pero no quiero parar aquí, quiero seguir adelante y cosechando grandes cosas”, agregó ante los medios en la previa del México contra Valencia.

A pesar del buen momento, hay un peso psicológico latente sobre Raúl Jiménez. Así lo analiza Bernardino Sainz, médico del deporte y especialista en terapia psicológica con experiencia en Liga MX y Liga Mexicana de Beisbol (LMB).

“Lo veo mucho mejor, pero obviamente también se le nota el miedo”, dice el médico a El Economista. “La parte psicológica de todo lo que le pasó es muy difícil de sobrellevar, porque al final de cuentas su vida estuvo en peligro por hacer lo que le gusta, entonces, cada vez que entra a jugar se le notan reservas, sobre todo al ir con la cabeza”.

Hace unos días Raúl Jiménez cumplió 13 años de debutar con el América bajo las órdenes de Alfredo Tena. No tardó mucho para llegar a Selección Mexicana, pues lo hizo en enero de 2013, en la gestión de José Manuel ‘Chepo’ De la Torre.

También está cumpliendo una década en Europa, pues fue en verano de 2014 cuando fue transferido al Atlético de Madrid por más de 10 millones de euros. Después pasó por Benfica, Wolverhampton y, desde 2023, es el referente de ataque del Fulham, equipo que actualmente está en octavo lugar de la Premier League (tras siete jornadas).

Pero el golpe que le dio el defensor brasileño David Luiz a finales de 2020 (cuando jugaba para Wolverhampton) sigue mostrando secuelas, de acuerdo con el especialista consultado por este diario.

“No es un efecto de la lesión directamente, es un efecto del trauma de la lesión. Me refiero a la parte emocional: se nota inseguro, no le gusta cargar con el equipo como hacía algunos años atrás, cuando le pegaban y no lo tiraban, se metía con el balón a la portería si era necesario. Eso es algo muy importante que se debe entender, porque está tratando de cambiar su estilo de juego original. Se quiere adaptar a lo que le pasó, no quiere volver a sufrir una lesión igual y por supuesto tampoco quiere lesionarse más grave”.

Desde la parte biológica, el médico señala que Jiménez sí ha cambiado. Son modificaciones de su cuerpo como un sistema automático de protección tras lo que le sucedió.

“El cerebro sí cambia con traumas emocionales. Se producen más sustancias de alerta que hacen cambiar hábitos y aptitudes, te vuelven más precavido y alerta, eso se ve reflejado en su forma de juego (…) Está todavía en un periodo de adaptación emocional en el que piensa qué pasa si hago esto o aquello. Está evolucionando, se está haciendo también un jugador más maduro y ya se ve diferente su forma de jugar”.

Raúl Jiménez tenía 29 años cuando sufrió la fractura de cráneo y estaba en el mejor momento de su carrera, liderando al Wolverhampton a la escena internacional de la Europa League. Incluso su valor de carta incrementó hasta 50 millones de euros.

Actualmente está cotizado en una décima parte de esa cifra y porta una banda protectora en la cabeza que utilizará el resto de su carrera.

Sostiene destellos que lo pusieron bajo la lupa de Europa hace una década, como una asistencia de taquito que dio en su más reciente partido de Premier League contra Manchester City que le valió elogios por parte de Pep Guardiola.

Sin embargo, el especialista insiste en una visión más profunda: “No se le ve cómodo, se le ve incluso inseguro y frustrado en muchos aspectos. Él era un maestro en recepciones de balón y ahora las pierde por la inactividad que tuvo y no veo que se tenga esa paciencia él mismo”.

Describe que Jiménez ha modificado su estilo de juego al reservar más su físico, aunque técnicamente aún no lo ve tan pulido para ejercer como un centro delantero que se dedique a meter goles en primero o segundo toque. Enfatiza que es algo que sus entrenadores tienen que trabajar con él, como Javier Aguirre en la Selección Mexicana.

“Le noto algunas fallas de recepción o de percepción del espacio con el balón (…) En el futbol casi no se habla de esto. Yo lo veo muy bien en el beisbol: si hay un jugador que lanza ciertas millas y lo paras de golpe, aunque sea dos semanas, la sensibilidad en sus dedos y la mecánica que siente al lanzar se ve torpe. Es porque estas cuestiones de técnica muy específicas requieren de una adaptación neurológica constante, porque si no se pierden o disminuyen. Es un nivel de concentración máximo. En el futbol, un centro delantero es un poco más general, pero se trata de la colocación que debe tener dentro del área o la postura previa a la recepción del balón”.

Raúl Jiménez tiene un amplio legado con Selección Mexicana. Fue mundialista en 2014, 2018 y 2022, además de campeón de dos Copas Oro (2015 y 2019), medallista de oro en Juegos Olímpicos 2012 y convocado a dos Copas América (2015 y 2016) y dos Copas Confederaciones (2013 y 2017).

Sin embargo, un dato curioso es que ha anotado 26 goles de cabeza en toda su trayectoria en clubes, pero de ellos 24 fueron antes de su fractura; apenas ha marcado dos con Fulham después del incidente.

“Raúl es un tipo que ha demostrado mucha fuerza de voluntad y se nota que sí han trabajado con él, se le nota un trabajo terapéutico-psicológico muy fuerte. Eso es muy buen camino, pero la lesión sí lo marcó para siempre. No se trata de hacerlo una víctima, simplemente entender que estuvo entre la vida y la muerte y eso no lo puede entender nadie más que él mismo”, concluye el especialista.