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Tricampeonato de América, opaco fuera de México
A pesar de ser históricos, los tres títulos seguidos de las Águilas no son factor determinante para transferir futbolistas a Europa ni para aumentar sustancialmente valores de mercado.
Histórico. Ese fue el primer calificativo al tricampeonato que logró América en Liga MX al término del torneo Apertura 2024, consiguiendo su tercera corona de manera consecutiva tras vencer a Rayados de Monterrey en el estadio BBVA.
Rápidamente se empezó a hablar de cifras, datos y récords para el equipo dirigido por el brasileño André Jardine, que ya había ganado los títulos del Apertura 2023 y Clausura 2024. Todo este contexto pone a América como el gigante del futbol mexicano con un total de 16 coronas, la máxima cantidad en la historia de primera división.
Sin embargo, las repercusiones del tricampeonato no son tan alentadoras fuera de México. Siendo un equipo llamado ‘de época’ con figuras dentro de los tres títulos, como Henry Martín, Luis Ángel Malagón y Alejandro Zendejas, se pensaría que tendrían un trampolín a su carrera después de esta hazaña, pero luce como algo difuso.
“Aunque en México el tricampeonato es algo histórico, en el extranjero no obtiene la estimación merecida”, comparte para El Economista, Béla Csányi, analista de valores en el portal especializado de Transfermarkt y originario de Alemania.
“La vista de las ligas extranjeras, principalmente, es de memoria corta y marcada por la actualidad. Así que en la valoración no hay tanta diferencia entre quedar campeón una, dos o tres veces”.
No hay una referencia de tricampeón en Liga MX en la época moderna, pues el último equipo que lo había conseguido era justamente América pero en 1985.
Después de casi tres décadas, los reflectores del futbol tienen mayor magnitud y velocidad a nivel global, pero no parece haber jugosas recompensas en cuanto a exportación de jugadores para América o aumentos sustanciales a sus valores de mercado.
Parámetro del bicampeonato
La prueba más cercana es el bicampeonato entre el Apertura 2023 y Clausura 2024. Después de esas victorias, el único futbolista exportado fue el delantero Julián Quiñones y lo hizo a una liga sin tanto prestigio internacional, que es la de Arabia Saudita.
“Los campeonatos nacionales (títulos de Liga MX) sí son considerados y vistos desde Europa, pero allá hay tanta presencia del futbol de tantos países que el de otros continentes no tiene un reconocimiento adecuado”, subraya el especialista.
México ha tenido cada vez menos casos de exportación de futbolistas a Europa. Por ejemplo, en el último verano, sólo destacaron las partidas de Maximiliano Araújo de Toluca a Sporting de Lisboa y de Rodrigo Huescas de Cruz Azul a Copenhague, equipos de Portugal y Dinamarca, respectivamente.
Ellos ni siquiera fueron parte del legado bicampeón del América, sino que tuvieron mayor impacto gracias a sus participaciones en las selecciones de Uruguay y México. Araújo, sobre todo, por ser figura del combinado charrúa en la pasada Copa América.
Hay 14 jugadores en la plantilla actual del América que ganaron los tres campeonatos consecutivos: Henry Martín, Richard Sánchez, Álvaro Fidalgo, Alejandro Zendejas, Diego Valdés, Luis Ángel Malagón, Jonathan Dos Santos, Sebastián Cáceres, Israel Reyes, Kevin Álvarez, Brian Rodríguez, Néstor Araujo, Ramón Juárez e Igor Lichnovsky.
A excepción de Fidalgo, que no ha sido tomado en cuenta por su selección natal, España, el resto tiene experiencia con el representativo mayor de su país. Es ahí donde puede haber mayor impacto del tricampeonato del América, según describe a este diario, Gabriel Peraza, periodista sudamericano de ‘La Pizarra del DT’.
“Hay varios jugadores que han demostrado cosas interesantes a partir de los roles que han acordado con el cuerpo técnico del América en estos campeonatos. Eso puede ser muy interesante para los entrenadores de sus respectivas selecciones, para que puedan encontrar variantes y soluciones.
“Israel Reyes y Kevin Álvarez pueden tener otra oportunidad con Javier Aguirre (en Selección Mexicana), lo mismo pasa con jugadores en otras selecciones. El nivel de Rodrigo Aguirre como delantero o media punta, por ejemplo, lo vio (Marcelo) Bielsa y lo debutó en Uruguay. Está Brian Rodríguez, también con Uruguay, que quizás en Liguilla no tuvo un papel tan importante, pero en fase regular demostró ser muy desequilibrante”.
El periodista agrega a Alejandro Zendejas, que desde la llegada de André Jardine se afianzó como uno de los mejores extremos derechos de la Liga MX. Menciona que puede competir un puesto en la selección de Estados Unidos en esa posición contra Yunus Musah.
En cuanto a otros elementos de Selección Mexicana enfatiza a Luis Ángel Malagón y Alan Cervantes. Malagón tiene 27 años, una edad madura para saltar a Europa, pero su desempeño como tricampeón en América le puede servir, más bien, para ganar la confianza de Javier Aguirre como portero titular del Tri rumbo al Mundial 2026.
“A Cervantes, si lo sostienen, puede ser considerado un mediocampista de cobertura de espacios en Selección Mexicana, así como el mismo Ramón Juárez si se consolida en la defensa (…) El crecimiento de este tricampeonato iría más sobre selecciones nacionales”.
Entrenador y valores de mercado
Otro que entraría en esa fórmula es el entrenador, André Jardine, que en el paso estuvo en fuerzas básicas de clubes relevantes en la historia de su país, como Internacional de Porto Alegre, Gremio y Sao Paulo, además de la selección sub 23 de Brasil.
“Con la evolución y crecimiento que ha tenido en el equipo con mayor palmarés de México da un impacto en los brasileños sobre por qué no pudo lograr eso en Brasil cuando dirigió en las bases de algunos de los mejores equipos y, de paso, en su selección. Allí creo que tendrá un impacto importante de reflexión, sobre todo”, dice Gabriel Peraza.
En cuanto a datos palpables, el analista de Transfermarkt enlista los futbolistas de América que han tenido mayor aumento de valor de mercado hasta el cierre de 2024: Ramón Juárez pasó de 3 a 4.5 millones de euros, Brian Rodríguez de 4 a 6 y Rodrigo ‘Búfalo’ Aguirre de 2.3 a 3, es decir, sin llegar a cifras estratosféricas dentro del paisaje nacional.