"Acciones de mejoramiento y autoproducción, el camino para combatir el rezago habitacional"

Para la titular de la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi), Edna Vega Rangel, no hay duda: la política de otorgar apoyos para el mejoramiento y la autoproducción de vivienda es el mejor camino para hacerle frente al rezago habitacional, en el que se encuentran 8.5 millones de viviendas en el país y que albergan a más de 30 millones de familias.

En entrevista con EconoHábitat, Vega Rangel explicó que durante estos poco más de tres años de gobierno se han hecho cambios importantes en la política de vivienda, específicamente otorgándole a la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) la facultad de dirigir las riendas de las acciones que se tienen que realizar desde el gobierno en materia habitacional.

En este contexto, la directora de la Conavi indicó que se ha hecho un esfuerzo para atender a los segmentos más vulnerables y pese al reto que esto significa, el camino que se ha tomado es el adecuado para hacer válido el derecho humano de acceso a una vivienda adecuada.

Vega Rangel no desaprovechó la oportunidad para hacer una crítica a la política de las administraciones anteriores donde indicó que la vivienda se veía más como una mercancía y donde los apoyos gubernamentales iban a parar a la iniciativa privada.

Asimismo, indicó que se necesita una mayor coordinación con gobiernos estatales y municipales para poder tener un mayor impacto en la población de más escasos recursos, que es donde se concentra el rezago habitacional del país.

• Ya son poco más de tres años de gobierno, ¿qué cambios ha habido en este periodo y por qué su importancia?

En el 2019, se modificó la Ley de Vivienda y este cambio consiste en que la facultad del diseño de la política habitacional pasó a ser responsabilidad de la Sedatu y Conavi quedó como organismo responsable de la ejecución del programa de gobierno federal para la dispersión a la población más vulnerable del país.

Con esto, se estableció la concepción del derecho humano a la vivienda adecuada como responsabilidad del Estado Mexicano. Este fue un primer cambio.

Sobre esta base, hicimos una serie de cambios importantes, como el Programa Nacional de Vivienda, que para todos los organismos nacionales es nuestro eje rector. En este esquema, que es un gran avance, se tiene esta visión de la vivienda como un derecho humano, entonces todos los ejes conductores en programa nacional van en el mismo sentido.

La política nacional la vemos como una transformación de fondo respecto a su visión como derecho, no como una mercancía. Antes, un alto porcentaje del subsidio que atendía Conavi se iba justamente a los grandes desarrollos inmobiliarios y eso significaba que el subsidio no iba directamente a la gente, sino a la inversión privada que facilitaba la colocación de vivienda.

• ¿Por qué se ha priorizado los esquemas de autoproducción y mejoramiento? ¿Es el camino correcto para combatir el rezago habitacional?

Estoy absolutamente convencida de ello. Está demostrado que un muy alto porcentaje de la población, cerca de 70% de la población mexicana, adquiere, construye y resuelve el tema de su vivienda no con crédito, no con la banca; la mayor parte de la población lo hace a través de sus recursos y dentro de ese porcentaje, muchas familias recurren a la autoproducción.

Cuando se cuestiona que no hay suficientes créditos, esto es relativo, porque históricamente sobre todo en el caso de México y América Latina, un alto porcentaje de la población lo hace bajo el esquema de autoproducción y no sólo la población de más bajos recursos, sino de otros sectores.

A lo que se refiere particularmente a la población de más escasos recursos, la autoconstrucción y la gestión misma del desarrollo de la vivienda es fundamental, por eso efectivamente el gobierno mexicano bajo la conducción de Sedatu ha instrumentado iniciativas como Decide y Construye, que lo que busca es ubicarse como una estrategia nacional de autoproducción y que le dé a la gente todas las alternativas.

Le apostamos a eso porque los datos estadísticos arrojan que es mayor el número de requerimientos para mejoramiento o ampliación de vivienda.

• Distintos organismos han alzado la voz respecto a que todavía hace falta llegar a la población de más bajos recursos. ¿Cuál es su respuesta ante dicho señalamiento?

Por supuesto que falta mucho, la población de más escasos recursos económicos indudablemente requiere apoyo y también de otros mecanismos de financiamiento, pero desde la Conavi, hemos buscado apoyar por todos los medios. Con este año, pensamos alcanzar 300,000 acciones de vivienda en estos años de gobierno, con una inversión de 25,000 millones de pesos, en distintos programas. Si continuamos en esta tendencia, habremos apoyado a un número muy importante de familias.

Parte de esta estrategia, pues la suma de distintos esquemas y la coordinación de los distintos entes del gobierno, una parte importante sí lo está realizando el gobierno federal, pero se requiere que gobiernos estatales y municipales puedan encontrar estos mecanismos que nos permitan sumar esfuerzos en el territorio, la focalización a las poblaciones más rezagadas. Conforme recorremos el territorio, observamos que hay comunidades que están tan alejadas y tan dispersas que ahí es complicado llegar, entonces es necesario generar esta estrategia de coordinación.

• ¿Cómo están atendiendo el tema de territorialidad cuando se conoce que gran parte del rezago habitacional se encuentra en el sur sureste del país?

Totalmente, nuestra población objetivo se encuentra donde hay mayor rezago habitacional y se suman distintos elementos, como el tema de índice de inseguridad y violencia y también la focalización a población indígena y adultos mayores.