Autoproducción de vivienda: "construir para habitar, no para vender al mercado"

Para cubrir la necesidad de vivienda en México, se calcula que se deberían construir alrededor de 800,000 hogares al año; sin embargo, en el 2022, se edificaron sólo 135,607 casas de manera formal, según el Registro Único de Vivienda (RUV). 

¿Cuál es la respuesta del gobierno federal ante la problemática?: La autoproducción de vivienda.

Desde el 2019, diferentes dependencias públicas han creado iniciativas —a través de subsidios, créditos y reformas a la ley— bajo esta Política de Vivienda que, dicen, busca empoderar a la población para que resuelvan sus propias necesidades, como mantenimiento, ampliación o remodelación.

"Este método ayuda a mantener el patrimonio de las personas. A diferencia de la producción comercial, las familias gestionan su proceso y construyen para habitar, no para vender en el mercado", comentó Claudia Acuña, coordinadora nacional de autoproducción de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu).

La funcionaria explicó que más que un programa, es un modelo que se ha realizado por años, pues de las 35.2 millones de casas habitadas que hay en México, 57.3% fueron autoproducidas, es decir, alrededor de 20 millones. Por lo que, ahora, se busca otorgar el financiamiento y la asistencia necesaria para que la población lo lleve a cabo de manera segura.  

Asimismo, la Encuesta Nacional de Vivienda (ENVI) del 2020, registró que 59.4% de las familias mexicanas prefieren construir su propio hogar, mientras que sólo 37.9% desea comprar un inmueble, esto en un país donde se requieren 8.2 millones de viviendas.

"La autoproducción es la mejor estrategia para disminuir el rezago cualitativo, ya que, en años anteriores, los jugadores de la industria se dedicaron a producir viviendas nuevas para reducir únicamente el rezago cuantitativo", dijo Acuña.

Por su parte, Enrique Ortiz, especialista de la organización Habitat International Coalition América Latina, mencionó que existe una crisis invisible en materia habitacional que podría llevar a la sociedad en una dirección incorrecta: la pérdida de la comunidad.

"Esto nos lleva a repensar cuestiones en donde la autoproducción puede ser el camino. Según la Ley de Vivienda, este método privilegia el valor de uso, es decir, es una forma de producción que tiene que ver con los derechos humanos. No se trata de hacer una construcción masiva de pisos y techos, sino de atender a la sociedad", expuso el experto.

¿En dónde se requiere más autoproducción?

Un paso para consolidar la autoproducción de vivienda en México, según la coordinadora de la Sedatu, es incrementar los recursos hacia la cadena de valor, ya que, aunque las familias tengan financiamiento, sin asistencia técnica, mano de obra capacitada y materiales adecuados, la solución no sería funcional, ni segura.

"Fomentar esta solución no sólo tiene que ver con dar un crédito o materiales, sino con fortalecer a todos los actores del ecosistema", subrayó Acuña; y agregó que, la mayor necesidad se observa en el centro y sur del país.

Según la ENVI, hasta el 2020, 70% de las viviendas a nivel nacional requieren algún proceso de autoproducción. Entre las 10 entidades con más demanda, sólo una se encuentra al norte del país (Sinaloa):

Vivienda formal sufre

Mientras la construcción formal de vivienda no logra recuperarse, al inicio de este 2023, la expectativa es que la autoconstrucción de propiedades se mantenga resiliente en los próximos meses.

De acuerdo con Ricardo Trejo, director general de la firma de servicios de información Forecastim, el segmento de autoconstrucción podría crecer hasta 1.5% al cierre del año.

"La vivienda formal podría sufrir una caída de 5%, respecto al 2022. Sin embargo, la que va a resarcir, medianamente, el daño es la autoconstrucción, con un alza de 1.5%, aproximadamente", concluyó el especialista.