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Bancos otorgan más crédito puente, pero no es suficiente para reactivar la construcción de vivienda
En el 2022, la cartera de financiamiento a desarrolladores de proyectos habitacionales tenía un valor de 90,000 millones de pesos, 14% más que en el 2021
La industria de la construcción se mantiene como una de las más rezagadas en su recuperación tras la pandemia de Covid-19; sin embargo, en el 2022, la banca comercial logró incrementar 14% la colocación de crédito puente al cierre del 2022.
Este aumento contrastó con comparación con el 2021, en el que cerró con una caída de 4.6%, en su medición anual, según datos de la Asociación de Bancos de México (ABM).
Hasta el 2022, la cartera de financiamiento a desarrolladores de proyectos habitacionales tenía un valor de 90,000 millones de pesos, con Índice de Morosidad (IMOR) de 1.7%, lo que, junto al déficit de vivienda a nivel nacional, es una señal de una mayor originación.
"Vemos control sobre la cartera vencida y una necesidad importante de vivienda (8 millones de unidades) en todo el país. Esto nos hace creer que la colocación (de crédito puente) seguirá con un crecimiento similar de 14%, es una meta muy alcanzable para este 2023", comentó Manuel Montellano, presidente del comité de Negocio Crediticio de la ABM.
Desde el inicio de la pandemia, el sector de la construcción fue afectada por diversos factores, entre ellos, la inflación en el precio de los materiales y el encarecimiento del financiamiento, propiciado por el incremento en la tasa de referencia.
En el 2022, la tasa promedio ponderada de crédito que los bancos otorgaron a las empresas constructoras pasó de 10.4% en diciembre del 2021 a 14.0% en diciembre del 2022 con base en las cifras de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.
"La banca en general, busca apoyar este tipo de crédito, hay mucho dinamismo. Hemos visto cómo se han incrementado hasta 20% los costos de la construcción, pero la mayoría de los bancos hemos sido sensibles a esto y tratamos de revisar los presupuestos prepandemia, para ajustarlos e impulsar las obras", dijo Montellano.
Producción de vivienda no levanta
A pesar de que el financiamiento a la construcción habitacional nueva aumentó por parte de la banca comercial, el 2022 significó el peor año para la edificación de vivienda formal.
Se construyeron 135,607 casas, una caída de 17% respecto a lo registrado en el 2021, y su nivel más bajo desde, al menos, desde el 2013, cuando el desarrollo de nuevas unidades se comenzó a documentar en el Registro Único de Vivienda (RUV).
El panorama no luce diferente para este 2023, ya que, hasta abril pasado, se han construido 38,218 casas, es decir, 12% menos de lo que se desarrolló en el mismo periodo del año pasado (43,272 unidades).
En este sentido, Juan Francisco Bermúdez, vicepresidente de Vivienda y Desarrollo Urbano de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), expresó que, ante la falta de programas públicos, la banca puede ser un brazo financiero que ayude a impulsar la construcción de vivienda nueva, especialmente, aquella dirigida a la población más vulnerable.
"Ya que la política pública va en contra de la producción de vivienda nueva y se enfoca más en los mejoramientos, el crédito puente puede apoyar a crear hogares para las personas de menos recursos. Creo que los jugadores de la industria tenemos en nuestras manos el cómo sí hacer más hogares. Al final, la industria de la vivienda y de la construcción siempre se han adaptado a este tipo de situaciones", aseguró el empresario.
Gregorio Sánchez, director corporativo de negocios en Banco Inmobiliario Mexicano, reiteró que la banca está abierta a financiar esta clase de vivienda, no obstante, subrayó que las condiciones actuales no son las mejores para los desarrolladores.
"Los bancos no estamos cerrados al crédito de vivienda de interés social, al contrario. Sabemos que, si todos los actores de la industria no nos unimos, el problema será mayúsculo en muy corto plazo. Lamentablemente, no hay una coyuntura adecuada en el país para financiar este tipo de vivienda; los terrenos, los servicios, las licencias, los materiales, son cada vez más caras", agregó el especialista.
Vivienda ecológica, el camino
Frente a este panorama, Montellano compartió que la ABM trabaja en un modelo de financiamiento para proyectos habitacionales ecológicos que permitan mejores condiciones económicas a los desarrolladores y, como consecuencia, un mejor precio para el comprador final.
"Hemos platicado con las autoridades, para ofrecer facilidades regulatorias a proyectos de vivienda verde. Si logramos dar una tasa de interés preferencial a los constructores, el beneficio se trasladaría a los usuarios; pero hay un camino largo por recorrer en la materia", concluyó.