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El ABC de la autoproducción de vivienda
La actual administración ha invertido alrededor de 4,000 millones de dólares en este modelo para beneficiar a más de 1 millón de familias
La apuesta fuerte de esta administración gubernamental en materia de vivienda es el modelo de autoproducción habitacional, al cual el gobierno le ha invertido más de 4,000 millones de dólares en beneficio de más de 1 millón de familias, según Román Meyer Falcón, titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano.
Si bien, este modelo tiene su arraigo en México, especialmente en las comunidades de mayor rezago, fue en esta administración cuando se elevó a un rango más profesional, con el fin de apoyar a las familias del país.
“Es prioridad continuar impulsando acciones de autoproducción y mejoramiento porque es la modalidad que más se requiere para atacar el déficit de vivienda en el país”, destacó recientemente Meyer Falcón en una reunión de funcionarios de América Latina, celebrada en Buenos Aires, Argentina.
En este contexto, es importante conocer las partes más importantes de este modelo y conocer el por qué es la apuesta fuerte de este gobierno para reducir el déficit habitacional en el país, en el cual se encuentran más de 8 millones de hogares.
¿Qué es la autoproducción de vivienda?
De acuerdo con el documento Autoproducción de vivienda adecuada en México, elaborado por la Sedatu junto con la organización alemana GIZ, este modelo es una forma de producir hogares, en donde las familias toman las decisiones más importantes sobre el proceso, en aspectos como:
- Diseño.
- Ubicación del terreno.
- Decisión sobre si se va a construir, ampliar o remodelar.
- Materiales que se desean utilizar.
- Quién realizará la construcción.
- Supervisión de las actividades.
¿Cuál es el papel del gobierno en esta modalidad?
Si bien, la autoproducción es un esquema que se puede hacer por cuenta de las familias, el gobierno también puede apoyar este tipo de modelo.
Por ejemplo, según el documento, la participación del Estado se basa en apoyar a las familias a tomar decisiones informadas sobre criterios de seguridad de la tenencia, acceso a servicios, calidad en los materiales, instalaciones e infraestructura, asequibilidad, accesibilidad, ubicación, adecuación cultural y eficiencia en el uso del agua y energía.
¿Cómo es el proceso?
De acuerdo con la publicación, el proceso de autoproducción formal consta de siete etapas:
- Identificación y acceso al suelo o espacio donde se llevará a cabo el proyecto.
- Diseño del proyecto y planeación de la obra.
- Planeación financiera que incluye la identificación y el acceso a fuentes de financiamiento como ahorro, crédito, subsidio u otro tipo de recursos como aportaciones familiares, sociales en efectivo, materiales o mano de obra.
- Gestión de trámites y permisos.
- Selección de materiales de construcción y logística para que estos lleguen a la obra.
- Ejecución de obra que incluye construcción y supervisión.
- Uso y mantenimiento.
¿Es lo mismo que autoconstrucción?
Si bien, el concepto de autoproducción puede confundirse con el de autoconstrucción, no son lo mismo. Según la publicación, la autoproducción implica un proceso más amplio en la toma de decisiones que va desde la gestión del suelo, planeación y la construcción, en la que la ejecución de obra puede darse por medio de contratación a terceros.
Por su parte, la autoconstrucción se enfoca específicamente en la etapa de construcción en la que los usuarios construyen ellos mismos la vivienda.
¡No caer en fraudes!
En los últimos meses, la Sedatu ha detectado intentos de fraude por la entrega de apoyos para la autoproducción de vivienda.
En este contexto, la Sedatu ha hecho un llamado a la población para que no se caiga en estafas relacionadas, por lo que ha puesto a disposición de la población los siguientes canales de comunicación
- Contacto vía WhatsApp: 55 5964 1713.
- Llamada telefónica: 55 8563 4924.